• ¿Qué es ChatGPT… y por qué funciona?

    Stephen Wolfram, explicando cómo funciona ChatGPT:

    My purpose here is to give a rough outline of what’s going on inside ChatGPT—and then to explore why it is that it can do so well in producing what we might consider to be meaningful text. I should say at the outset that I’m going to focus on the big picture of what’s going on—and while I’ll mention some engineering details, I won’t get deeply into them.

    20,000 palabras. Más cercano a un libro pequeño, que a un artículo largo.

    Este tipo de textos, donde toman un concepto extremadamente complejo, y lo explican de manera simple… I’m here for it. Y más si lo escribe una leyenda como Stephen Wolfram.

  • Recursos para mejorar tu concentración

    Colección viva de recomendaciones para cuando alguien me pregunte por tips para mejorar su concentración.

    Audio

    Libros

    Misc

    Resuena conmigo la idea de que la procrastinación nace de una falta de regulación emocional, no de manejo de tiempo.

    • Lions Mane. Suplemento alimenticio hecho con hongo Melena de León, para ayudar a la concentración. Lee más.
    • $10K WorkModelo mental para determinar de manera práctica a qué le deberías de estar poniendo atención en cada momento.
  • Normalicemos hablar de salarios

    Erik Almaraz, en Medium:

    Con el paso de estos últimos 8 años en la industria he identificado ciertas cosas que te ayudan y perjudican a la hora de buscar incrementar salario o ingresos, el punto de hablar de ello es para evitar que la gente se tarde tantos años en crecer sus carreras, hablando en cuestión económica.

    Los puntos que comparte Erik aplican para cualquier carrera. Cambia los detalles por los de tu dominio, y siguen funcionando.

    Hace rato platicaba con una amiga justamente sobre esto. Esto fue lo que me dijo:

    Pero pues si los putazos que me dio la vida durante mi propio proceso le sirven a alguien y me lo preguntan, siempre wa intentar ayudar poquito.

    Aparte a mí me vale riata hablar de dinero, todo mundo siempre se pone raro con esas cosas y yo creo que a veces hasta sirve saber entre todos por dónde andamos.

    Al menos en la industria pues.

    Amén, hermana. Tal vez no solamente deberíamos de normalizar hablar de salarios, sino también preguntar sobre las experiencias de otros.

  • Aprender a desperdiciar el tiempo

    En el podcast de Tim Ferriss donde entrevista a Michael Lewis, se resaltó una frase que resonó tremendamente conmigo:

    Las personas desperdician años de su vida por no querer desperdiciar unas horas de su vida.

    (Aquí está un enlace a esa porción de la entrevista, pero si tienes tiempo, te recomiendo que la escuches toda).

    Hace un par de años, cuando comencé a escribir en internet, mi beat era la productividad. Todo sobre cómo optimizar el tiempo, ser más eficiente y desperdiciar menos recursos — tal vez lo recuerdes.

    Después de un rato escribiendo sobre eso, me di cuenta de que ya no me gustaba. Se sentía vacío y sin propósito. Me estaba quemando. Algo hizo clic en mi cabeza cuando leí Just Too Efficient de Tim Bray, y dejé de preocuparme por “ser siempre productivo”.

    Aprendí — y sigo aprendiendo — a estar ok con descansar y removerme conscientemente de cualquier cosa que se asocie, si a caso vagamente, con trabajo. Aún queda algo de culpa por aquellas veces que no soy (o puedo ser) productivo, pero cada vez es menos.

    P.D. — Lee Four Thousand Weeks: Time Management for Mortals.

  • La regla del 5%

    Jon Paul Uritis, en su blog, hace una observación de su tiempo trabajando como vendedor para una telefónica: en su experiencia, el 5 % de las personas son terribles.

    Nada más porque sí.

    ¿Qué significa esto? Jon dice:

    Por supuesto que la idea optimista de esto es: ¡Wow, 95 % de las personas son excelentes humanos!

    Lo siento. no. Esa no es la idea. La idea es que entre el 3 y 5 % de las personas simplemente son horribles.

    La moraleja de esto es que si entre el 3 y el 5 % de las personas son así, tienes permiso para que te dejen de importar estas personas, y enfocarte en cuidar a las personas que no son horribles. Ajusta tus expectativas, y sigue con tu vida.

    No he participado en tantas llamadas de ventas, y no creo haber hablado con tantas personas como Jon, pero su idea principal resuena conmigo.

    Si ajustas tus expectativas para que el 5 % de las personas con las que vas a interactuar van a ser difíciles, necias, horribles, trolls — o como le decimos en mi pueblo, nomás viven para chingar — dejarles de prestar atención se vuelve mucho más sencillo.

  • Así fue mi 2022

    He encontrado que tomarme un tiempo para reflexionar detenidamente sobre el pasado es una herramienta poderosa. Me ayuda a ganar perspectiva y reconocer patrones de mi comportamiento.

    Esto es especialmente útil para personas como yo; nos cuesta reconocer lo que hemos hecho bien, pero que reclamarnos a nosotros mismos por las cosas que salieron “mal”, es parte de nuestra naturaleza.

    Así que, en un esfuerzo por tener un memento tangible de lo que fue 2022, aquí está una reseña abreviada del último año.

    Los destaques

    2022 se trató de desacelerarme, conocerme un poco más, enfocarme en invertir en mí mismo, y resolver asuntos del pasado que me tenían agobiado.

    En orden vagamente cronológico, aquí algunos destaques de este año:

    • Aprendí a reconocer cómo se ve la depresión en mí. Qué la provoca, cómo se manifiesta, y cómo la puedo mandar a remisión. Este ha sido uno de los procesos más fuertes por los que me ha tocado pasar, pero los aprendizajes han sido invaluables.
    • Me hice consciente de los efectos del trastorno dismórfico corporal. Todavía me cuesta verme en el espejo y sentirme satisfecho con mi reflejo. Esto es algo con lo que había estado lidiando toda mi vida sin darme cuenta, hasta que pude ponerle nombre y entenderlo como lo que es: una enfermedad mental. Este año pude ver de manera más compasiva esta parte de mi vida, y dedicarle esfuerzo para entenderla y tratarla. El proceso es arduo y constante, pero hoy me encuentro en un lugar mucho más sano gracias a todo el trabajo que he hecho en este sentido.
    • Renuncié al mundo de las startups, y no pienso volver — por lo menos no pronto. Ahora lo único que quiero es estar en un trabajo estable. El mundo de la “disrupción” es cansado. Más aún cuando la única disrupción que el equipo de liderazgo puede concebir, es llegar a la siguiente ronda de inversión.
    • Encontré una rutina de ejercicio que me funciona. Desde abril, entrené 5 veces a la semana, y las únicas ocasiones en que falté a mi clase fue por enfermedad o por estar de viaje. Y aun cuando estuve de viaje, procuré usar los gimnasios de los hoteles y caminar lo más posible.
    • Vi a casi todos mis artistas favoritos en concierto. Kurt, Matisse (x2), Ale Zéguer, Elsa y Elmar, Las Villa, Los Rumberos.
    • Exploré nuevos hobbies, y encontré varios que me gustan y me emocionan. Comencé una colección de estampillas, me metí al mundo de la Formula 1.
    • Mejoré mi salud financiera, y mandé mi ansiedad por el dinero a remisión. Me cambié de banco, leí libros, compré cursos, y hasta platiqué con un par de coaches de finanzas.
    • Cambié de terapeuta y de estilo de tratamiento. La Terapia Cognitiva Conductual me ayudó durante los últimos dos años a estabilizarme, pero este año buscaba crecimiento. Actualmente, mi terapia es más humanista, y ha funcionado tremendamente bien.
    • Busqué, conocí, y platiqué por primera vez con mi papá. Es un hito importante en mi crecimiento personal, sin duda, y algo que me tomó años de terapia para poder siquiera pensar en hacerlo. El proceso continúa, pero hoy me siento contento de que he podido comenzar a sanar esa parte de mi vida.

    Cada uno de estos destaques se merece una entrada completa. Eventualmente las escribiré.

    Los libros que leí

    En 2022 relajé mi estrategia de lectura. No leí tantos libros como otros (o como pretendía leer a inicios de año), pero los que leí me ayudaron a responder grandes preguntas que tenía en mi cabeza.

    Los temas principales sobre los que leí fueron psicología/salud mental, dinero/finanzas/economía, y liderazgo/management.

    Aquí hay unos cuantos que realmente le dieron al clavo y me ayudaron a crecer durante el último año:

    Mi salud mental/estabilidad emocional

    Tengo un par de años usando Daylio para llevar el seguimiento de mi salud mental. La primera mitad del año me había sentido suficientemente estable como para utilizarla de manera continua. Pero poco después de que renuncié a Homie, noté que mi estabilidad emocional necesitaba un ajuste. Así que comencé a utilizarla de nuevo.

    Aquí un resumen de cómo me fue:

    • Registré 255 entradas y un total de 902 actividades en el diario.
    • El mejor día de la semana, en promedio, fue el sábado.
    • Mi mejor mes, diciembre.
    • Mi estabilidad anímica fue de 87/100.
    • De acuerdo al análisis, la actividad que más influencia tiene sobre mi estado de ánimo es caminar.

    Mi salud física

    Algunos datos que se me hacen interesantes…

    Sobre mis entrenamientos

    Toma en cuenta que únicamente representan mis workouts, no mi actividad total durante el día. Los dos tipos de entrenamiento principales durante mi año fueron caminata y entrenamiento funcional.

    Caminando:

    • Registré 243 sesiones de caminata.
    • Di 662,417 pasos.
    • Recorrí 547.14km.
    • Quemé 72,104.92kcal.
    • Lo más que caminé en una sola sesión fueron 17,151 pasos, el 18 de abril.
    • Mi caminata promedio dura 35 minutos.
    • Pasé 141 horas con 42 minutos y 56 segundos haciendo ejercicio caminando. Eso es un poco menos de 6 días completos.

    Entrenamiento funcional:

    • Registré 126 sesiones de entrenamiento funcional, comenzando el 13 de abril.
    • Di 130,129 pasos.
    • Quemé 71,682.92kcal.
    • 156.6bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio.
    • Mi sesión promedio dura 51 minutos.
    • Pasé 107 horas con 24 segundos haciendo entrenamiento funcional. Eso es un poco menos de 4 días y medio.

    El resto de tipos de ejercicio:

    • Registré 19 sesiones de natación, 10 de máquina elíptica, 2 de running, y 1 de bicicleta. El resto de los entrenamientos estuvieron marcados como “otro”.
    • Quemé 31,900.82kcal
    • 140.8bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio durante el entrenamiento.
    • La sesión promedio duró 35 minutos
    • Pasé 39 horas y media haciendo otros tipos de entrenamiento

    Tomando en cuenta todas mis sesiones de entrenamiento del año:

    • Pasé 12 días y 16 minutos entrenando.
    • La duración promedio de la sesión de xentrenamiento fue de 39 minutos.
    • Quemé 175,688.66kcal.
    • 129bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio cuando entreno.

    Sobre mi salud en general

    Estos datos también los saqué directamente de Apple Health. Toma en cuenta que uso un Apple Watch todos los días, pero no para dormir:

    • Promedio de 63 cuentas por minuto en mi frecuencia cardiaca en descanso.
    • Quemé 6,368kcal totales por semana.
    • Dormí 7.77 horas diarias.

    Mes a mes

    Aquí una visión más granular de lo que pasó mes con mes.

    • Enero: mejoré mi espacio de trabajo. Compré la silla de oficina que siempre quise (Herman Miller Embody), mudé toda mi vida a únicamente la planta baja de mi casa. Comencé activamente a buscar una mejora en mis finanzas personales.
    • Febrero: primer viaje a CDMX con mi novia. Vimos la Formula E, y el concierto de Las Villa, Humbe, y Matisse. Tomé acciones decisivas en la mejora de mi salud financiera: adquirí un seguro para el retiro.
    • Marzo: renuncié a Homie por salud mental e inicié procesos de reclutamiento con varias empresas. Volví a usar anteojos en el día a día.
    • Abril: descanso y esparcimiento. Me compré un Xbox, intenté seguir una nueva dieta, y comencé un nuevo plan de ejercicio, enfocándome en el aspecto funcional. Estuve de vacaciones todo el mes. Me cambié de banco, y comencé a automatizar todos mis gastos/inversiones.
    • Mayo: concierto de Kurt en Guadalajara, y comencé a trabajar en Etsy. Estuve en CDMX una semana, y tuve la oportunidad de cenar con Vicente Plata. Fui al Lunario del Auditorio Nacional a ver a Ale Zéguer en concierto, donde tuvo como invitada a Melissa Robles. A finales de mes, di una charla en la comunidad de desarrolladores local, contando mi experiencia en mi reciente cambio de trabajo.
    • Junio: roadtrip a CDMX con mi novia para ir al concierto de Elsa y Elmar. Nos dimos una escapada de fin de semana a Querétaro. Mandé a hacer un nuevo librero para mi sala, y lo instalaron. Tuvimos un susto de contagio de COVID, pero las pruebas resultaron negativas. Comencé una suscripción semanal de flores frescas, la cual todavía mantengo. Inicié proceso con mi nueva terapeuta. Retomé el seguimiento continuo a mi salud mental, usando Daylio.
    • Julio: por primera vez en la vida fui a un spa a que me hicieran un facial. Vimos a Los Rumberos en vivo aquí en Colima, en primera fila, y nos dimos un par de escapadas: a Tapalpa de fin de semana, y a Guadalajara al TalentLand. En Guadalajara visitamos varios museos. Me integré a un curso de manejo de finanzas personales. Cerramos el mes con un viaje a la playa.
    • Agosto: un mes bastante relajado, que aproveché para descansar y comenzar a desacelerar mi ritmo. Recibí retroalimentación de mi manager de que estaba trabajando muy duro, así que decidí bajarle el ritmo. Para final de mes, estuve de vuelta en CDMX para la apertura de las oficinas de Etsy México, y conecté con amigos.
    • Septiembre: visité Nueva York por primera vez. Conocí las oficinas de Etsy, y estuve unos cuantos días de vacaciones. Visité muchísimos museos, comí sin culpa, y tomé todas las fotos que pude. Este ha sido uno de mis viajes favoritos de toda la vida.
    • Octubre: 2 viajes a CDMX, uno por trabajo y otro por gusto. El destaque de este mes definitivamente fue el último fin de semana, pues asistí a la Formula 1. Resulta que la persona a mi lado también iba solo, y terminamos conviviendo todo el fin de semana.
    • Noviembre: comenzaron las temporadas de cumpleaños y festejos. Mi hermano, mamá, y mejor amigo, cumplen años uno tras otro a inicio del mes, así que fue una semana de mucho pastel. Busqué, conocí y platiqué con mi papá por primera vez. Para mitad de mes, otros dos grandes amigos se casaron el mismo día, uno a medio día y otro por la noche. Ese fin de semana estuvo movido. En la boda de uno de ellos conocí por fin a Leonidas Esteban. Cerré el mes con otra charla en la comunidad local.
    • Diciembre: por primera vez en mucho tiempo, no tenía ansiedad de que llegara diciembre. Comencé el mes de vacaciones, festejando mi cumpleaños con un viaje a CDMX, y luego a Querétaro y Peña de Bernal. En Querétaro, de nuevo vimos a Matisse en concierto (mi regalo de cumpleaños por parte de mi novia). Regresamos a Colima, y organicé una cena con mis amigos más cercanos. Intercambiamos regalos y nos preparamos para las fiestas familiares.

    Las personas

    Agueda B., Mariela F., Vanessa M., André M., Jonathan C., Carlos F., Ilse P., Enrique E., Danny S., Isabel I., Francisco M., Martha C., Gerardo C., Darwin P..

    Fueron claves durante mi año. Gracias totales a cada una de ellas.

  • Cerré mis redes sociales. Casi todas.

    Hace un par de semanas, eliminé todo mi contenido de Twitter. Y aunque mi perfil dice que me moví a Mastodon, la realidad es que no se va a volver realmente un reemplazo para mi identidad en internet.

    Ese rol lo jugará este blog.

    Facebook dejé de usar por ahí de 2017. Instagram lo cerré el año pasado para cuidar mi salud mental. Y por fin, la semana pasada, Twitter se sumó a la lista de redes sociales de las que me he retirado.

    Si de verdad quieres saber qué onda conmigo:

  • 8 cosas que aprendí cuando me despidieron

    Ser despedido de un trabajo es un evento importante en tu carrera profesional. Casi me atrevería a decir que es un rito de paso. Irónicamente, poco se habla de esto en la industria.

    Steve Buccini, escribiendo en su blog:

    La única cosa que deseaba más que nada después de que me corrieran, incluso más que cualquier otro trabajo, era que alguien levantara la mano y hablara en términos simples, honestamente y con toda franquesa. Ese es mi objetivo con esta pieza.

    Steve comparte 8 cosas que aprendió de ser despedido:

    1. Que te corran es una experiencia profundamente solitaria
    2. Va a tomar más de lo que piensas
    3. La cantidad de entrevistas que tienes no son necesariamente un reflejo de qué tan deseable eres como profesional
    4. Tendrás que hacer cosas que no quieres hacer
    5. La mayoría de los ofrecimientos para ayudarte son respuestas reflexivas
    6. La honestidad solamente te puede perjudicar
    7. Probablemente, deberías de rechazar esa oferta de trabajo
    8. Aprenderás más de que te corran que de lo que hiciste en tu trabajo

    Si te tomas el tiempo de leer la pieza completa, probablemente estés de acuerdo conmigo: hay algunos dejos de resentimiento y frustración en el lenguaje. Me gustaría que tomaras esto en consideración si es que decides tomar estos aprendizajes de corazón.

    Resalto el aprendizaje número 8 de Steve: Aprenderás más de que te corran que de lo que hiciste en el trabajo. Comenta:

    Después de que me corrieran, mi principal emoción era una de alivio. No me lo esperaba. Estaba en aprietos: COVID estaba con toda la fuerza y ya no tenía seguro, el mercado de valores estaba cayéndose y tenía poco efectivo, vivía fuera de mi país y estaban cerrando las fronteras. ¿Por qué sentiría alivio? Porque sabía que no me gustaba mi trabajo, pero no tenía el valor de renunciar para cuando la pandemia llegó. Me hicieron un favor al aventarme por la borda.

    Mi deseo es que, como Steve, tú eventualmente aprendas que detenerte a preguntarte qué es lo que realmente quieres, y actuar por ello, no es un acto de egoísmo, sino de valentía. Solo espero que no te tengan que correr para que lo entiendas.

  • El paso después de Senior no es convertirte en Manager

    El otro día, un amigo que hoy en día trabaja como Senior Software Engineer se sinceró conmigo.

    A pesar de que en su trabajo le pagan bastante bien, y bajo todos los estándares, es un buen empleo, está extremadamente frustrado. “Ya estoy harto de hacer diario lo mismo.” Me platicó que su día a día se ha vuelto tan monótono, que hasta las ganas de programar se le están quitando.

    “No hay nada interesante para hacer. Puros forms, maquetado, y resolver bugs de renderizado.”

    Cuando le pregunté si había algo que pudiera hacer para cambiar su situación, su respuesta no me sorprendió en absoluto.

    “Sí, convertirme en manager. Pero me caga la gente.”

    Si ya no hay nada interesante por hacer como senior, ¿realmente tu única opción es convertirte en manager?

    Es común pensar que la única opción de crecimiento, después de haber sido Senior por un buen rato, es convertirte en Manager. Pero esto no es cierto. El menú está abierto, y en las circunstancias correctas, aun con tu seniority, puedes seguir creciendo tu carrera de desarrollador sin tener que convertirte en gerente de nadie.

    Lo único que tienes que hacer es estar consciente de lo que esto significa.

    Convertirte en manager no es tu única opción de crecimiento después de ser senior

    Algunas personas, cuando llegan a cierto nivel de seniority como desarrolladores, dejan de preocuparse por su carrera. Le dejan de prestar atención a su crecimiento profesional porque creen que el único paso que está delante es el convertirse en management. Algo que no quieren hacer.

    Opino que esto viene de la idea de que únicamente existe un camino de crecimiento profesional. Como mencioné en la última Sesión Grupal de Soft Skills para Devs, esto es completamente erróneo.

    Llegar a ser Senior no significa que no puedes seguir avanzando en tu carrera. Después de convertirte en experto en tu tecnología, tendrás más oportunidades de aportar valor de una manera mucho más amplia. Si no te quieres convertir en manager, después de ser Senior, te podrás convertir en Staff Engineer. Y si quieres continuar por la ruta de contribuidor individual, es decir, sin tener que manejar personas, puedes incluso llegar a convertirte en Principal Engineer.

    Mientras más seniority tienes, menos se mide tu impacto en líneas de código

    En la empresa correcta, una vez que eres Senior, convertirte en manager no es “lo que sigue”.

    Pero aquí hay algo que tienes que considerar: mientras más creces en tu carrera como contribuidor individual, menos se mide tu impacto en líneas de código. Habilitar a otros desarrolladores, aportar valor a otros equipos y áreas de negocio, dar visibilidad a problemas. Todas estas son competencias clave que vas a tener que desarrollar, sí o sí. Todas ellas, van a requerir que le pongas atención, de alguna u otra manera, a tus Soft Skills y a tus habilidades de colaboración con otras personas.

    Está bien que no te guste (o te cague) la gente. No todas las personas somos sociales por naturaleza.

    Pero la oportunidad de mejorar tu carrera ahí está. Si no quieres convertirte en manager, no tienes que hacerlo.

    Lo que sí tienes que hacer, es asegurarte de estar en la empresa correcta para seguir creciendo sin tener que tomar tareas administrativas. Y trabajar en tus Soft Skills.

  • Convertirte en manager no es un ascenso. Es un cambio de carrera.

    Si en tu empresa te quieren ascender a manager porque eres la persona con mejores capacidades técnicas de tu equipo: felicidades. Acabas de ser víctima del Peter Principle, que dice:

    “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia.”

    ¿Hiciste un buen trabajo como Jr.? Felicidades, ahora eres Mid. ¿Seguiste haciendo un buen trabajo? Genial, ahora eres Sr. ¿Sigues siendo excelente en tu trabajo como desarrollador? Felicidades, ahora eres manager, y tienes responsabilidades para las que no estás preparado, y probablemente ni siquiera quieras tomar.

    Las habilidades fundamentales que te hicieron tener éxito como contribuidor individual, no son las mismas que te harán tener éxito como manager.

    Escribir “buen” código no se traduce en capacidad para analizar y resolver problemas organizacionales. Saber escoger el lenguaje de programación o framework adecuado para resolver un problema de arquitectura, no se traduce en saber entender las necesidades personales y aspiraciones profesionales de tu equipo, y alinearlas con las de la empresa.

    Probablemente, dentro de tu organización, el convertirte en manager venga con aumentos salariales o mayores prestaciones. Pero ten en cuenta que es un trabajo completamente diferente. Convertirte en manager no es un ascenso. Es un cambio de carrera completo. Puede que estés trabajando en tu misma industria; incluso hasta con el mismo equipo. Pero tus responsabilidades ahora son completamente diferentes.

    Antes de aceptar el “ascenso”, pregúntate: ¿sabes a qué te estás metiendo? ¿Estás consciente de las implicaciones del nuevo rol? Y más importante aún, ¿quieres hacerlo?

    No tener claras las respuestas a estas preguntas te pone en riesgo de sufrir burnout.

    Estarás jugando otro juego. Uno que no conoces. ¿Cómo vas a ganar?

  • Qué hacer si presencias acoso en tu trabajo o comunidad

    Acabo de participar en un entrenamiento para prevenir acoso y discriminación en equipos de trabajo.

    Me pareció que esta información debería compartirse, así que tomé nota. Estas son 6 cosas que puedes hacer si presencias acoso en tu espacio de trabajo, incluso si no eres gerente o tienes una posición de liderazgo.

    1. Interrumpe la conversación. Haz algún comentario que desvíe la conversación e interrumpa el acto de acoso. Puede ser una broma, un cambio drástico de tema, o simplemente hacer un ruido que cambie el foco del grupo.
    2. Pregúntale a la persona cómo se encuentre. Acércate a tocar base, y pregunta si hay algo que puedas hacer para ayudarle.
    3. Aborda a la persona cometiendo el acoso. Especialmente en ambientes donde no estamos sensibilizados en cuestiones de acoso, es importante dar visibilidad y resaltar acciones imprudentes y dañinas. Asume que la persona es ignorante de efecto de su comportamiento, y ofrece una perspectiva diferente: “Sé que tal vez no quisiste decir esto, pero este fue el efecto de tu comentario.”
    4. Apela a la amistad y empatía con la víctima. Hazle saber que tiene aliados, y que no está solo o sola. Reconoce que presenciaste lo que sucedió, y que estás ahí para apoyarle en lo que necesite, aunque sea simplemente moralmente.
    5. Da retroalimentación directa y clara en el momento. “Aquí no hacemos o decimos eso, bajo ninguna circunstancia.”
    6. Niégate a ser parte de la situación, y llévate a otros contigo. El mensaje más valioso que puedes mandar es que no te vas a para ser audiencia de este tipo de actos. En cuanto te percates de que alguien está siendo acosado, retírate de la situación y busca que otros te sigan. A veces lo único que falta para que el cambio suceda es tener alguien a quien seguir.

    Ponerle un alto al acoso es responsabilidad compartida

    “Acoso” puede significar cosas diferentes dependiendo el contexto. Apela a tus valores, o las reglas de convivencia del grupo, para aprender a identificarlos. Pero hay un tipo de acoso que es incuestionable: calumnias, bromas sexuales, transgresión del espacio personal, comentarios hirientes o fuera de lugar.

    Si observas cualquier tipo de acoso y no haces nada para resaltarlo y detenerlo, también eres parte del problema.

  • Soy Engineering Manager: esto aprendí en mis primeros años

    A finales de 2019 decidí cambiar la dirección de mi carrera profesional y probar suerte como Engineering Manager.

    Para este entonces, tenía un poco más de 10 años de experiencia desarrollando software como contribuidor individual.

    Hoy me encuentro iniciando mi tercer año como Engineering Manager, y creo que es una buena oportunidad para reflexionar sobre estos primeros dos años. Te quiero compartir algunos aprendizajes que he adquirido, con la intención de que te sean de utilidad si es que decides seguir un camino similar al mío.

    Pero antes…

    ¿Cómo me convertí en Engineering Manager?

    Llegué al puesto de Engineering Manager con un set de ideas bastante claras sobre el tipo de líder que quería ser, así como de las estrategias particulares que emplearía para lograrlo. El tema de liderazgo y la psicología organizacional siempre me han llamado la atención, y continuamente estoy aprendiendo y educándome en estas áreas.

    Durante mi tiempo como desarrollador, tuve la oportunidad de experimentar de primera mano los beneficios de tener líderes que genuinamente procuraban mi bienestar y mi crecimiento. También me tocó tener jefes, de los clásicos que nadie debería tener. Pude ver, gozar, y sufrir, gran parte del espectro de los tipos de líderes que existen.

    También es importante compartir que adquirí mi experiencia profesional, principalmente en un ambiente de startups de Estados Unidos y Europa. Esto jugó un papel considerable en mi transición, pues mis primeros dos años como Engineering Manager fueron trabajando para empresas Mexicanas. A pesar de que soy mexicano, habiendo trabajado principalmente con personas extranjeras, sentí el cambio cultural.

    Lo que aquí te voy a compartir no son verdades universales ni reglas. Tómalas como lo que son: interpretaciones de situaciones que viví a través de mis valores, experiencias propias y deseos personales.

    Tus decisiones, por más pequeñas que sean, tienen grandes implicaciones

    Como gerente de ingeniería, tus decisiones tienen la capacidad de influenciar desde la composición técnica de tu proyecto, hasta aspectos fundamentales del negocio. Pero, mayormente, tus decisiones afectan la carrera profesional de las personas a tu cargo.

    Cualquier decisión que tomes, debes de factorizar el impacto a mediano y largo plazo que esta va a tener en la carrera de las personas con las que trabajas.

    Sí, el producto es importante. Pero sin un equipo sano, todo pasa a segundo plano.

    Tu trabajo como Engineering Manager es habilitar a tu equipo

    Es demasiado sencillo llegar a un puesto de Engineering Manager pensando que lo que se espera de ti es que asignes tareas, y te asegures de que se cumplan a tiempo. Y hay personas que podrían argumentar que sí, ese es el trabajo. Yo creo que es un poco más complicado que eso.

    El Engineering Manager, a diferencia de un Project Manager, se encarga de entender las necesidades y visión del negocio. Además, asimila las fortalezas, debilidades, y deseos de su equipo. El reto es alinear estos dos mundos de una manera coherente, sostenible y humana.

    Parte de tus responsabilidades es procurar que los proyectos salgan a tiempo y en forma. Pero no asegurarte. ¿Qué vas a hacer, obligar a tu equipo a que trabaje horas extras? ¿Preguntarles “cómo vamos” cada 3 horas? ¿Intentar comprar su felicidad con pizzas y refresco? Todos hemos tenido (o por lo menos escuchado de) gerentes que usan esas tácticas. Personas para las cuales lo más importante es la fecha, el cliente y su reputación, no su equipo.

    Reflexiona: ¿te gustaría (volver a) trabajar con una persona así?

    Por eso digo que el Engineering Manager procura que las cosas salgan bien. Entiende las necesidades de su equipo (las personas), tiene conciencia de un balance adecuado entre vida y trabajo, y además reconoce y asimila las capacidades de cada uno de los miembros de su equipo. Después toma toda esta información, y crea estrategias, procesos y formas de trabajo que produzcan resultados fiables, en tiempo y forma. En este video exploro un poco más este tema.

    Tienes que buscar un balance sostenible

    La analogía que me gusta utilizar para este punto es la de las mascarillas de oxígeno en los aviones. Antes de despegar, el personal del avión hace las demostraciones de seguridad pertinentes, y comentan al respecto: “en caso de despresurización, antes de intentar ayudar a otras personas, asegúrese de tener la mascarilla bien puesta usted”.

    El mismo consejo aplica para alguien en el rol de Engineering Manager.

    Como alguien que desarrolla software (y más si vienes de la cultura Latinoamericana), probablemente te acostumbraste a glorificar el trabajo duro y pensar que estar ocupado es un símbolo de que estás haciendo algo importante. Cuando tienes ese bagaje cultural y de repente te encuentras en un rol de gerencia, naturalmente vas a buscar formas de mantenerte ocupado.

    Pero como Engineering Manager, tienes que estar consciente de que tu rol es servir a tu equipo. Ayudarles a desbloquearse y a tomar mejores decisiones. Estar ahí cuando te necesiten. Y si no buscas un ritmo sostenible en tu rol, tu equipo lo va a resentir.

    Tener un Engineering Manager quemado es como estar conectado a wifi que no tiene internet: sería menos frustrante no tenerlo en absoluto.

    Lo que para ti pudiera parecer ayuda, para tu equipo se convierte en un perjuicio

    No solamente importan las decisiones que tomas, sino cómo las tomas. El equipo que manejas aprende de tu estilo de resolución de problemas. Si no eres cuidadoso, precavido, diligente, transparente y disciplinado, le estás enseñando a tu equipo que está bien tomar decisiones “al ahí se va”.

    Al inicio de mi carrera como Engineering Manager tenía lo anterior bien claro. A pesar de esto, no pude evitar caer (algunas veces) en la comodidad de tomar decisiones por mi cuenta y simplemente asignar tickets a mis equipos. No fue sino hasta después de un par de iteraciones, que me di cuenta de que la forma de trabajo que estaba impulsando no era sostenible. No solamente me estaba creando más trabajo, sino que además estaba afectando directamente el crecimiento de mis equipos.

    Fue ahí cuando “hizo clic” la idea de que para ser un buen Engineering Manager, tenía que preocuparme más por habilitar a otras personas, que por hacer el trabajo yo mismo.

    El feedback loop es muy largo

    Tus decisiones deberían de estar basadas en el bienestar, sostenibilidad y productividad de tu equipo. Y los resultados de los cambios que implementes para fomentar una cultura de trabajo positiva tardan bastante ser aparentes.

    Si tomas una decisión en función de prevenir el burnout de tu equipo, por ejemplo, el rango de tiempo para darte cuenta de si la estrategia está funcionando o no, podría ser de meses. No solo porque los cambios organizacionales son complejos y tardados, sino porque es muy difícil tomar una medición discreta del bienestar de una persona. Aunque tengas 1on1s recurrentes con cada miembro de tu equipo, las variaciones de estado de ánimo de una semana a otra pueden ser bastante grandes — y no siempre gracias a factores que tú puedas controlar.

    Es por eso que como Engineering Manager tienes que enfocarte en las tendencias que ves en el equipo, no en datos discretos. Todos tenemos días malos, y si ves que alguien no la está pasando tan bien en tu equipo, no necesariamente tienes que hacer algo de manera inmediata (a menos que la situación lo amerite). Pero cuando ves que alguien ya lleva varias semanas pasándola mal, es momento de cambiar algo.

    Cambiando el paradigma

    Creo que hoy, más que nunca, es importante que humanicemos nuestro trabajo, y dejemos de glorificar las horas extras y el sacrificio del bienestar mental y emocional de las personas. Y considero que el Engineering Manager tiene un papel fundamental en esta transición.

    Convertirme en Engineering Manager ha sido un proceso interesante. He aprendido mucho sobre mí y mis sesgos. Me he enfrentado a mi propio ego, y me ha ayudado a entender que el mundo en el que vivimos tiene muchos más matices de los que pensaba.

    ¿He tenido mis momentos difíciles? Sí. ¿He cometido errores? También.

    Pero también he aprendido, y he crecido. Y si reflexiono un poco sobre estos primeros dos años en esta carrera, siendo honesto, considero que lo estoy disfrutando más de lo que disfruté mis primeros dos años como desarrollador.

    Algunas reflexiones extras:

    • No todas las empresas necesitan Engineering Managers. Hay algunas empresas que simplemente necesitan un Project Manager con nociones de ingeniería de software, pero no un Engineering Manager. Asegúrate de que sabes qué es lo que realmente necesitan.
    • Ser Manager significa algo diferente para cada empresa. No te quedes simplemente con el título, indaga un poco más en cuáles son realmente las tareas y expectativas del puesto.
    • Ser Manager no es para todos. Muchas personas creen que la progresión natural de una carrera en esta industria apunta hacia puestos de gerencia, pero no es así. Ser bueno escribiendo software desafortunadamente no te hace buen manager.
    • Para ser Manager, necesitas renunciar a tu identidad como desarrollador. Ve este video para saber más.
  • ¿Cómo le hacen los que no pueden usar Git en su trabajo?

    Un usuario de Reddit escribe sobre su experiencia trabajando en un lugar donde ni siquiera han escuchado hablar de Git:

    Esta mañana, gasté 3 horas reescribiendo lo que hice ayer, porque mi compañero lo eliminó accidentalmente en la carpeta de Windows Server que usamos para desarrollar. No nos permiten utilizar control de versiones, y de hecho, muchos de mis compañeros de trabajo nunca han escuchado de Git. ¿Alguno de ustedes ha trabajado en algún lugar así y encontrado una manera de sobrellevarlo?

    Obviamente, las respuestas recomendándole que huyera de ahí lo más rápido posible no se hicieron esperar.

    Hace casi 22 años, Joel Spolsky publicó en su blog su popular checklist para determinar si un equipo de desarrollo de software es bueno o no: 12 Pasos Hacia Mejor Código. La primera pregunta es: ¿Tu equipo usa manejador de versiones?

    Aunque es fácil caer en la tentación de burlarse del creador del hilo en Reddit, me gustaría reflexionar sobre su situación.

    Recordando que muchas personas crecimos con la idealización del trabajo duro, no es difícil ver cómo esa forma de pensar podría llevarnos a la progresión lógica de que cualquier cosa que le haga al programador la vida más fácil significaría que entonces la empresa no lo está aprovechando al máximo. Estoy seguro de que podrás identificar alguna persona en tu vida (probablemente alguien mayor, o “de la vieja guardia”) que defendería esta retórica. “Los programadores de verdad compilan su propio IDE.” Esto es lo que pasa cuando personas con esta mentalidad dirigen empresas.

    (Dándoles el beneficio de la duda: es probable que esta persona esté trabajando en una industria donde únicamente se pueden utilizar tecnologías aprobadas y validadas por algún tipo de organismo o estándar. En este caso, entendería que, por regulación, no estuviera permitido que usaran tecnologías de código abierto.)

    Por otro lado, es probable que el autor original del hilo simplemente se encuentre rodeado de gente que ignora la existencia de los controladores de versiones, así como sus beneficios. Un par de veces en mi vida me he encontrado con personas que encuentran abrumadora la idea de tener que aprender otra tecnología (Git) además del lenguaje de programación en el que están especializándose. Así que simplemente hacen lo que pueden con lo que saben: ponen su código en Dropbox, Google Drive, y listo. No es hasta que salen problemas que el valor de usar controladores de versiones se vuelve aparente.

    La parte clave de su mensaje es esta:

    No nos permiten utilizar control de versiones, y de hecho, muchos de mis compañeros de trabajo nunca han escuchado de Git.

    Apostaría que la persona que escribió esto encaja en el siguiente perfil: alguien joven, al inicio de su carrera en software, con grandes aspiraciones, en su primer trabajo formal. Probablemente, la empresa sea de una industria vieja (finanzas, construcción, legales, donde las cosas se hacen por regulación) que se está intentando renovar, y lo están haciendo contratando programadores, pero sin crear una cultura de desarrollo de software.

    No conozco al autor del hilo, pero no me sorprendería si tuviera una carrera próspera en su futuro. Después de todo, está demostrando una capacidad que (desafortunadamente) no todos tienen: la de cuestionar el statu quo. No se está quejando, está haciendo una pregunta para educarse y crecer. Está buscando datos, consejos y soluciones.

    Algunas lecciones que me gustaría que todos nos lleváramos de esta experiencia:

    1. No en todas las empresas se puede desarrollar software. Ve esta porción de una de mis charlas para entender más sobre esto.
    2. Algunas empresas solamente quieren programadores, no desarrolladores.
    3. Desarrollar software es mucho más que escribir código.
    4. Se vale preguntar, cuestionar y decidir si la situación en la que estás es en la que quieres estar.
  • El Open Source no se trata de ti

    Rich Hickey, creador de Clojure, escribiendo en GitHub Gist:

    Ser usuario de algo que es Open Source, no te hace merecedor de nada en absoluto. No necesitas contribuir. No tienes por qué exigir nuevas características. No te mereces la atención de otros. No significa que tus quejas tengan un valor para el producto. No te mereces esta explicación.

    Si tienes expectativas (de otros) que no están siendo cumplidas, esas expectativas son tu propia responsabilidad. Eres responsable de tus necesidades. Si quieres algo, hazlo.

    Hace un tiempo escribía sobre como ser desarrollador Open Source parecía no ser tan buena idea hoy en día. El Gist que publica Rich no es nuevo, tiene por lo menos unos 5 o 6 años, pero demuestra la tendencia hacia el burn-out que muchos administradores de proyectos Open Source hoy están reportando.

  • Cómo jugar un rol activo en tu educación continua

    Me puse a reflexionar, y me di cuenta de que, por lo menos en mi caso, durante mi proceso de formación, nunca se me inculcó la importancia de invertir en educación. Claro, se me mencionó que la educación continua era importante. Pero nunca se me dijo que una de las formas de mantenerme educado continuamente era “aventándole dinero al problema”.

    Suena raro, ¿no? Hasta parece obvio.

    Me dio curiosidad saber cuánto dinero invierten las personas en su educación al año.

    ¿Cuándo inviertes en educación al año?

    USD $500 (MXN $10,000) es también más o menos lo que había estado invirtiendo anualmente en mi educación, en promedio, hasta 2020.

    En mi caso, creo que interpreté la idea de “educación continua” como “aprende lo más que puedas de las situaciones que se te presenten”. Que es un consejo sabio, y lo aplico. Pero nunca me pasó por la cabeza que podía influenciar directamente la calidad de la educación que recibía, incrementando la cantidad de dinero que le destinaba a ello.

    Hasta que lo intenté. Dejé de buscar cantidad, y me enfoqué en calidad.

    Hoy en día prefiero mil veces tomar el toro por los cuernos y trabajar con un especialista en sesiones individuales de coaching, que comprar 10 cursos diferentes a un 95 % de descuento (tú sabes de qué plataforma hablo) — simplemente para nunca realmente darme el tiempo de ver los videos y hacer mi tarea.

    Cada uno de nosotros aprende de manera diferente. Yo encontré que me funciona mucho más tomar clases en vivo, acompañado de una cohorte de alumnos, que suscribirme a una plataforma de videos y verlos por mi cuenta. Descubrí que me funciona más comprar libros físicos y tenerlos a la mano de manera tangible, que buscar PDF gratuitos y leerlos en mi iPad.

    Muchas personas confundimos cantidad con calidad. Creemos que simplemente comprar libros, videos y suscripciones, cuenta como educación. No leer, ejecutar o participar. Comprar.

    Tener acceso a más información no es lo mismo que tener mejor educación.

    ¿Tú cuánto inviertes en tu educación al año? Y si tuvieras que duplicarlo, ¿simplemente invertirías más? ¿O invertirías más y mejor?