Hay algo profundamente satisfactorio en ver a un humano vencer a una IA en su propio terreno. Esta semana, eso pasó. Un programador polaco llamado Psyho derrotó a ChatGPT en la final del campeonato mundial de programación:
El miércoles, el programador Przemysław Dębiak (conocido como “Psyho”), exempleado de OpenAI, derrotó por un estrecho margen al modelo de IA personalizado en el concurso heurístico AtCoder World Tour Finals 2025 en Tokio. AtCoder, plataforma japonesa que organiza concursos de programación competitivos y mantiene clasificaciones globales, organizó lo que podría ser la primera competición en la que un modelo de IA compitió directamente contra los mejores programadores humanos en un importante campeonato mundial presencial. Durante el evento, el creador de ChatGPT participó como patrocinador e inscribió un modelo de IA en una competición de exhibición especial titulada “Humanos vs. IA”. A pesar de la incansable naturaleza del silicio, la compañía se alzó con el segundo puesto.
El framing que le dio ArsTechnica a la noticia fue lo que me llamó la atención.
Hace unos años estábamos descontando a las IA como tendencias de humo que jamás lograrían desplazar a los programadores. En 2025, que un humano le haya ganado a ChatGPT fue noticia.
Oh, boy…
En Saber programar ya no te garantiza un empleo (ni te hace especial) escribí:
¿Qué importan tus 20 años de experiencia, si puedo obtener un resultado comparable (tal vez no igual, pero comparable) con un ahorro del 90 % si contrato a alguien no tan experimentado, pero que le pueda hacer las preguntas correctas a un LLM?
Un principio bastante popular de la programación es: primero haz que funcione, luego hazlo elegante. La realidad es que lo que realmente le importa a la gran mayoría de las empresas es que funcione. Y ya. Y si pueden hacer que algo funcione (y ya) por menos dinero, créeme: lo van a hacer.
Para muchos negocios, lo que importa es que las cosas funcionen razonablemente bien. Y si pueden llegar a una solución que funcione razonablemente bien por 10 pesos, ¿por qué invertirían 1,000 para tener una que funcione marginalmente mejor (o más elegantemente) que la alternativa?
Entonces, ¿qué nos depara el futuro del mercado laboral en tecnología? La respuesta es sencilla: la ventaja competitiva la tendrán aquellas personas que saben hacer algo más que programar. Hablar con clientes, crear y nutrir relaciones, comunicarse con personas sin conocimientos técnicos, entender la economía del mercado en el que está su empresa.
Resolver problemas.