Lo he dicho en algunas ocasiones, en mi pódcast y en mis seminarios web: si juegas bien tus cartas, tu currículum solamente lo necesitarás la primera vez que busques empleo. Al inicio de tu carrera.
Aun así, probablemente te verás en la necesidad de mandar un CV, currículum, carta de vida, o como le digas, a una empresa para solicitar empleo. Y por eso te quiero regalar un consejo como alguien que constantemente revisa currículums de candidatos: cuéntame una historia.
Al contarme una historia, tu currículum te hará ver muchísimo más atractivo, y podremos entablar una conversación. Si todo sale bien, te ofreceré un empleo.
Te explico.
No digas lo obvio
Imagina conmigo la siguiente situación: entro a una tienda de deportes porque quiero comprar una bicicleta. ¿Crees que alguien me va a convencer de comprar una bicicleta diciéndome que tiene dos ruedas?
Por supuesto que no.
Sucede exactamente igual con un currículum. Cuando aplicas a una posición que requiere habilidades especiales, y dentro de tu CV solamente listas que sabes esas habilidades, no estás diciendo nada. No me estás llamando la atención. No te estás diferenciando.
¿Qué te hace diferente?
Ahora imagina que el vendedor se toma el tiempo de preguntarme para qué quiero una bicicleta, si ya tengo experiencia, y demás. ¿Qué pasaría si aprovecha esa información? Me ofrecería una bicicleta que me ayudará a cumplir mi meta de hacer ciclismo de montaña. Me contaría cómo el marco de fibra de carbono es más ligero pero más resistente, y por qué eso es bueno para mí. Haría una demostración de por qué el tamaño de la rueda de esta bicicleta en particular me ayudará a cansarme menos.
El vendedor entendió mis necesidades, y creó una historia al rededor de ellas para vender el producto. Jugó bien sus cartas, y el resultado es que yo salí de la tienda con mi bicicleta nueva.
Te invito a cuestionarte si realmente listar que sabes usar Photoshop e Illustrator le agregan valor a tu propuesta como diseñador gráfico. O si decir que sabes hacer balances de cuentas te diferencia como contador.
Te aconsejaría tomar nota de cuáles sí son tus habilidades que te distinguen, y aprender a venderlas mejor a empresas que sí busquen lo que tienes que ofrecer.
Regla #1 del marketing: conoce a tu cliente.
Es una pena que las escuelas actualmente hagan ver la creación de un currículum como algo burocrático, cuando en realidad es 100 % marketing. Recuerda, el marketing se trata simplemente de vender.
Y la regla #1 del marketing es conocer a tu cliente.
Volvamos al escenario del vendedor de bicicletas. Yo quería comprar una bicicleta para hacer ciclismo de montaña. ¿Crees que habría comprado una bicicleta en esa tienda si me hubieran ofrecido una bicicleta de pista? Obviamente no. Pero el vendedor hizo algo crucial: investigó cuáles eran mis necesidades.
¿Sabes qué es lo que quiere la empresa para la que estás aplicando? Porque por ahí deberías comenzar. Y una vez que sabes por qué están buscando nuevos integrantes para su equipo, puedes comenzar a crear una propuesta de valor adecuada.
En este punto debería de comenzar a hacerte sentido lo que te digo. No simplemente listes tus habilidades. Evita decir cosas obvias. Enfócate en vender tu historia, y responder las siguientes preguntas:
¿En dónde culminan tus habilidades?
¿Cómo las has usado antes?
¿Qué resultados favorables hubo?
Habiendo dicho esto, a continuación te muestro cómo puedes traducir una lista de habilidades en un párrafo que hará que tu currículum sobresalga.
Proceso creativo: esto es lo que te hace diferente. Tienes un proceso creativo, y gracias a él es que eres tan prolífico con tus contribuciones.
Tanto gráfico, como web y de correo: les estás diciendo que tus habilidades de diseño son multidisciplinarias. Implicas que conoces varias herramientas y sabes cómo utilizarlas para su propósito específico.
Incrementar sus ventas en un 35 %: esto es lo que ata con moño tu historia. Es por esto que todas tus habilidades son relevantes para la empresa. En este caso, les estás diciendo por qué te deberían contratar. Contigo en el equipo aumentan sus probabilidades de vender más.
El conjunto de esos tres factores, aderezados con datos particulares de tu perfil, es la historia que te va a hacer sobresalir.
Esto es casi una plantilla. Úsala a tu conveniencia.
Notas finales
Recuerda que un buen currículum no hará que te contraten. La idea de un currículum es entablar una conversación. Vender la idea de por qué vale la pena enviarte un correo pidiéndote una llamada. Hacerte parecer lo suficientemente interesante para que cuando te hablen, te pregunten por tu proceso creativo, no por comandos de Photoshop.
Pero sobre todo, ten en cuenta que el mejor currículum no es el que se envía, es el que se demuestra. Como dije al inicio, si juegas bien tus cartas, tus contribuciones, aportaciones, experiencia, y colegas hablarán por ti.
Una falacia en la que muchos caemos. Esperar a que nos llegue la inspiración para ponernos a trabajar.
Eventualmente llegará la inspiración. Seguro. Pero entonces, ¿qué tan responsable soy y qué tanto estoy honrando mis propias metas y objetivos si simplemente espero a que las cosas sucedan?
Es como tener sed y esperar a que llueva para poder saciarla.
Readwise es una herramienta que descubrí a inicios del año pasado, y a través de la cual he logrado crear un hábito sin el cual no podría vivir hoy: realmente aprender y recordar información importante para mí.
¿Uno de tus propósitos para 2021 es leer más? En ese caso es importante que le saques el mayor provecho posible que te asegures de no solamente leer por leer.
Un error que muchos comentemos es enfocarnos en la cantidad de información, no en lo que nos deja. A inicios de 2020, como escribí en un artículo pasado, me estaba enfocando mucho en aprender todo lo que pudiera sobre salud mental. Pero me di cuenta de que muchas de las cosas que estaba leyendo no las estaba aprendiendo. Como decía mi mamá, “me entraba por una oreja y me salía por la otra”.
Readwise
Readwise es un servicio de paga que agrega información que es importante para ti. Puedes alimentar Readwise con información que vas encontrando en internet, libros, podcasts, Twitter, y hasta documentos PDF.
La gran maravilla de Readwise es que todos los días te hará llegar una selección aleatoria de highlights, Tweets, o citas de libros que en el pasado tú marcaste como importante. Por ejemplo, aquí te va una captura de pantalla del correo que me llegó esta mañana:
Todo sucede automáticamente, y si no quiero revisar mi resumen diario en mi correo, puedo usar la aplicación móvil sin ningún problema. Así continúo reforzando aquellos conceptos que encontré valiosos en algún momento, y que si no fuera gracias a Readwise, seguramente ya no los tendría presentes en mi cabeza.
No solamente guardar información
¿Recuerdas cómo en primaria o secundaria creías que si subrayabas todo el libro de historia pasarías el examen?
Seguramente habrás aprendido que no se trata de guardar la información, sino de tenerla a la mano cuando realmente se necesita. Hablé de esto en mi artículo pasado, Si no sabes que lo tienes, no lo tienes.
Bajo esta misma premisa, Readwise te permite cada que revises tu resumen diario ir organizando, poco a poco, toda la información que has recopilado de tus diferentes fuentes. Agregando etiquetas (que después te servirán para filtrar contenido), y configurando cuánto tiempo debería de pasar antes de que te sugiera ese mismo contenido de nuevo.
Repaso espaciado de información
Seguramente, sin darte cuenta, en el pasado has implementado la técnica de aprendizaje llamada “repaso espaciado”, o spaced repetition. Esta técnica de aprendizaje consiste en entrenar a tu cerebro para que comience a “llenar en los blancos” información importante para ti, ayudándote con el contexto necesario.
¿Alguna vez jugaste con tarjetas didácticas? ¿Por el frente una frase con unas palabras faltantes y tú debes de completar la frase? Recuerdo que así aprendí las capitales de México en primaria.
El concepto es simple: no solo se trata de leer las mismas cosas una y otra vez, sino de hacer preguntas, retar a tu cerebro, y así asimilar de mejor manera la información.
Dentro de Readwise encontrarás una herramienta para hacer justo esto. Se llama Mastery.
Mastery te permite tomar uno de tus bookmarks y seleccionar la palabra clave que quieres realmente asimilar. La próxima vez que dicho bookmark aparezca en tu resumen diario, encontrarás que esa palabra está oculta, y tú deberás de completar la frase.
Creando hábitos
El primer artículo donde mencioné a Readwise, realmente estaba hablando sobre hábitos. Pero, ¿cómo es que consultar mi resumen diario se convirtió en un hábito?
Resulta que el equipo detrás de este servicio sabe “de qué pié cojeamos”, así que construyeron dentro de la misma aplicación una motivación para que consultar tu resumen se vuelva parte de tu día. Un contador de los días consecutivos que lo has hecho.
Al día de hoy, he revisado mi resumen diario 79 días consecutivos. Es la racha más larga que he tenido hasta ahora. Mi anterior récord eran, me parece, 38 días.
Para finalizar
Esta es solamente una de las herramientas que encontré el año pasado para ayudarme a ser más productivo. Sin querer queriendo, Readwise me ayudó a recuperar el gusto de la lectura. Porque ya no solamente estoy leyendo por leer. Ahora disposición una herramienta que me da la certeza de que, lo que sea que lea, si lo encontré interesante, no se va a perder en mi cerebro.
Readwise es un servicio de paga. La versión Lite cuesta $4.49USD al mes, y la versión completa cuesta $7.99USD al mes. Te puedo decir que vale cada centavo de lo que cuesta.
Mucho se ha hablado acerca de cómo 2020 fue el año que nadie quería ni se merecía, pero que tal vez todos necesitábamos. No expandiré más al respecto, pero sí diré que lo que me ayudó a sobrellevar estos últimos 12 meses fue un marco de trabajo de hábitos que me dediqué a crear para ayudarme a mí mismo.
2020 fue el año en el que la ansiedad por fin terminó de cocinarse y se manifestó en el escenario principal de mi vida. La primera vez que realmente sentí un ataque de ansiedad que me hizo sentir que no podía respirar, y que mi corazón se me estaba saliendo del pecho. Sudé frío.
No fue algo bonito de ver. Lo que sí fue, fue un llamado a la acción de que algo debía de cambiar.
Por qué construir hábitos
Cada quien ve en los hábitos el beneficio que quiere o que necesita. En mi caso, durante el último año me he enfocado en construir hábitos que me ayudaran a mantenerme conectado con mi realidad, y tranquilo.
Construir hábitos es algo que hacemos por nosotros mismos. Para hacernos la vida más fácil, y asegurarnos de que no estamos simplemente tropezándonos con nuestros propios deseos, y luchando contra nuestro entorno.
Bajo esa premisa, lo que busqué fue crear un entorno que me permitiera mantenerme en mi centro, fomentar mi salud mental, y mantenerme lo más cuerdo posible. A continuación te quiero compartir los 3 hábitos principales que desarrollé en 2020, y cómo me ayudaron.
El hábito de recordar y comprender lo que aprendo día a día
Uno de los retos más grandes que enfrenté en este año fue asegurarme de estar reteniendo la mayor cantidad de información posible de todo lo que estaba investigando o aprendiendo.
Como dije, durante el último año estuve batallando con una caso de ansiedad generalizada, casi rayando en depresión. Esto me llevó a consumir mucha literatura, libros, blogs, revistas, buscando respuestas a lo que me estaba pasando. Encontré muchas lecturas muy buenas, conocí a muchos autores bastante inspiradores. Estaba genuinamente disfrutando aprender cada vez más sobre lo que me pasaba y cómo podía salir del hoyo.
Pero tenía un problema. No estaba reteniendo mucha de la información que estaba consumiendo. Atrapado entre la ansiedad que estaba intentando resolver y el flujo constante de información al que estaba teniendo acceso, me había creado un problema nuevo. Demasiada información que, como dicen, entraba por un oído y salía por el otro. Durante una temporada, me pudiste haber preguntado qué había aprendido el día anterior sobre productividad o salud mental, y lo único que habrías recibido de mi parte sería una mirada en blanco.
Afortunadamente encontré Readwise. Readwise es un servicio que automáticamente agrega el contenido resaltado de diferentes fuentes, como Kindle, Medium, o cualquier cosa que yo guarde a través de su extensión de Chrome. Todos los días a las 6 AM me llega un correo electrónico con 5 ideas o citas aleatorias, seleccionadas de todo el contenido que haya sido sincronizado.
En Readwise tengo almacenadas muchas ideas de diferentes artículos, sitios de internet, y libros. Gracias a Readwise, pude crearme el hábito de reafirmar cosas que he leído con anterioridad, para que no solamente sean cosas que leí, sino cosas que aprendí.
Fue relativamente sencillo crear ese hábito porque la misma aplicación está diseñada para fomentarlo, llevando una cuenta de los días consecutivos que has revisado tu resumen diario. Actualmente estoy en mi racha más larga, habiendo revisado mis ideas destacadas por 73 días seguidos.
Esta herramienta también tiene un sistema para implementar Repetición Espaciada, que es una técnica de aprendizaje usada para incrementar gradualmente la cantidad de información realmente útil que podemos almacenar en nuestro cerebro. Esto ha sido realmente útil para recordar ideas y conceptos que son importantes para mí.
Debo de aceptar que al inicio fue retador construir este hábito. Como todos, hubo algunas situaciones en las que pensé simplemente dejarlo de lado. Pero después de varios meses haciendo esto todos los días, estoy más que feliz de reportar que Readwise se ha convertido en parte integral de mis días.
A finales de 2020, sé que las ideas que en algún momento leí y me parecieron interesantes, están a mi disposición todos los días, de manera automática. Esto se ha vuelto invaluable para mí.
El hábito de expresarme de manera sana y controlada
Una parte crucial de lidiar con la ansiedad, para mí, fue aprender a expresarme mejor, de manera sana y controlada. En terapia, descubrí que para que una expresión sea fructífera, no necesariamente debe de haber una persona recibiendo el mensaje. Lo que importa es sacar lo que quiero decir. Expresarme, y punto.
Así que comencé una práctica para fomentar mejores formas de expresión, siguiendo diferentes estrategias.
Primero, las páginas matutinas, o Morning Pages. En algún momento del año me encontré con Julia Cameron, una autora aclamada por el New York Times, por su trabajo en la rama de la creatividad. Cuando la encontré fue a través de este video, titulado “Morning Pages”, donde explica el concepto.
Las páginas matutinas son simplemente eso. 3 páginas de contenido que se escriben a primera hora de la mañana, todas las mañanas. No necesitan tener una temática en particular, ni una estructura específica. Simplemente debes de escribir lo que está en tu mente, hasta llenar 3 páginas. ¿Tienes hambre? Escríbelo. ¿Se te olvidó comprar la despensa? Adelante. ¿Estás peleada con tu hermana? Seguro.
El objetivo de escribir las páginas matutinas no es tener algo que se pueda usar después, sino despejar tu mente de todo lo que puedas estar pensando. Así, cuando por fin llegue la creatividad que necesitas para hacer tu trabajo, ya no estarás preocupándote por todo lo que escribiste. Porque ya lo expresaste.
Eventualmente encontré 750words.com. Básicamente lo que hicieron fue tomar el concepto de las páginas matutinas, y convertirlo en una aplicación y una comunidad.
Además de eso, 750words.com tiene un sistema de recompensas, al igual que Readwise, para fomentar que escribas diario. Vas ganando ciertas insignias conforme vayas completando rachas de diferentes números de días consecutivos. Además, analizan lo que escribes y te comparten algunos análisis interesantes sobre lo que escribiste. Por ejemplo, esto es un poco de lo que la aplicación pudo intuir de lo que escribí el 15 de octubre:
Intenté usarlo por unas cuantas semanas, pero no me atrapó. Afortunadamente ya tenía el hábito creado cuando la descubrí. Pero no dudo que su sistema de insignias y demás extras que ofrecen fomente que crees el hábito. Si te interesa explorar el concepto de páginas matutinas, 750words.com es una excelente apuesta.
¿Por qué siempre pensamos que no tenemos tiempo para nosotros? Tal vez es porque estamos muy pendientes de qué está pasando con el resto del mundo. Siempre manteniéndonos al tanto de qué es lo que está sucediendo a miles de kilómetros. Naturalmente, cuando llega el momento de por fin dedicarnos tiempo personal de calidad, sentimos que nunca es suficiente.
Matthew propone lo contrario. Dedicarnos tiempo a nosotros mismos antes de pensar en el resto del mundo.
Yo hago algo por mí tan pronto me despierto, antes de hacer cualquier otra cosa. Y durante el tiempo que he mantenido este hábito, ha tomado diferentes formas y estructuras. Algunos días medito por 10 minutos. Otros días escribo mi sueño o pesadillas en mi diario de sueños. Otros días, usualmente los que me cuestan un poco más de trabajo, simplemente levanto y estiro cada una de mis extremidades tanto como puedo.
Lo que sea que me funcione ese día. No hay limitantes. Lo único que importa es que lo primero que hago todos los días al levantarme es dedicarme un tiempo para preguntarme cómo estoy, prepararme para el día. Y debo hacer esto antes de agarrar mi celular.
Este hábito tan simple me ha permitido mantenerme más presente, e iniciar el día en la nota correcta.
Tercero, pero no menos importante, mantener un diario. Tan simple como suena, crear y mantener un diario ha sido una de las mejores cosas que he hecho por mí en toda mi vida.
La ansiedad funciona diferente en cada uno de nosotros. Para mí significa no recordar qué fue lo que hice durante el día que estuve lidiando con ella. Y tener un diario me ha ayudado a regresar en el tiempo y reconstruir las memorias. Memorias que a su vez me hacen calmarme, porque si bien durante el día no me sentí presente, a través del diario puedo saber que estuve presente. Porque escribí mi diario.
También he usado diferentes estrategias para mantener mi diario, lo cual es importante. Después de todo, lo que no quiero es crear una fricción innecesaria que no me permita llegar a mis metas. Así que algunos días uso papel y pluma. Otros días tomo notas digitales. Algunas ves simplemente me envío un correo electrónico a mi mismo, el cual veré a primera hora en la mañana.
Las dos libretas que he usado como mi diario durante 2020.
La meta con llevar el diario, así como con las páginas matutinas, es simplemente expresar mis pensamientos para que no se echen a perder en mi cabeza, generando más ansiedad. Liberar mi mente.
La forma en como llevo mi diario es usando una metodología llamada “diario intersticial”, que es la práctica de agregar notas al diario múltiples veces durante el día, sin que necesariamente tenga una estructura definida. Es una combinación entre cosas qué hacer, revisiones de ánimo y pensamientos.
Agrego cosas a mi diario varias veces al día, y lo que agrego es únicamente lo que está en ese momento en mi mente. Aquí hay una captura de pantalla de cómo se ve una entrada de mi diario. Observa las anotaciones de la hora en la que hice la entrada:
Una entrada de mi diario.
Puedes notar que tengo secciones para cosas personales, relacionadas con mis objetivos, y con el trabajo. Eso es porque a mí me interesa llevar un registro de ellas por separado, pero de ninguna manera es un requerimiento. Simplemente a mí me funciona.
Finalmente, no utilizo ninguna de las estrategias antes mencionadas de manera exclusiva. Las veo como herramientas a mi disposición para ser usadas cuando yo crea que son más convenientes.
Y eso es la clave con los hábitos. Cuando construyes buenos hábitos, también puedes usarlos conforme los vayas necesitando.
El hábito de ejercitarme por mi cuenta
He estado haciendo ejercicio de manera regular y en forma por 3 años ya. Comencé en enero de 2018 cuando al caminar sin playera por en frente de un espejo, no me gustó lo que vi. Desde ese momento, decidí hacer un cambio.
36 meses después, peso 40 kg menos, y me siento mejor que nunca. Pero el esfuerzo continúa.
Durante los primeros años de mi camino a recuperar mi salud física me forcé a ir al gimnasio. Tenía un entrenador, una rutina, y una práctica constante que me ayudaron a comenzar con mi régimen. Sin embargo, para finales del 2019, me sentía atorado. Ir al gimnasio ya no me gustaba; no me llenaba. Sí, hacía pesas, pero no estaba disfrutando mi tiempo ahí.
Quién iba a decir que unos cuantos meses después todos los gimnasios estarían cerrados gracias a la pandemia. Así que ahora, sí o sí, debía de encontrar una manera de poder ejercitarme por mi cuenta, sin dependencias externas.
Logré crear el hábito de ejercitarme por mi cuenta, sin equipo complicado.
En el pasado he compartido con algunos amigos que desde mi perspectiva y experiencia, hacer ejercicio es una oportunidad para darle un respiro a mi mente. El hecho de que puedo bajar de peso, verme mejor, y ganar mi autoestima al mismo tiempo, es simplemente un valor agregado. Doble ganancia.
Los ejercicios que hice durante 2020
Construir el hábito de entrenar por mi cuenta también me ayudó a combatir muchas de las excusas que me impedían trabajar en mis metas físicas. Ahora estoy acostumbrado a trabajar con lo que tengo a la mano, sin preocuparme sobre si el gimnasio está lleno, o cuánto tiempo me tomará llegar a él. Así que, independientemente de dónde esté, o con quién esté, hacer ejercicio se ha vuelto tan fácil como tomar mis tennis y correr por 40 minutos.
En los últimos meses comencé a brincar la cuerda, así que ahora tengo otra manera de despejar mi mente por unos 30 minutos, y al mismo tiempo quemar unas cuantas calorías.
La regla de los dos días
Procuro no confundir la acción que emana del hábito, con el objetivo que estoy intentando cumplir y para el que estoy creando el hábito en primer lugar.
Usar Readwise no es lo importante, sino el recordar de manera regular las cosas que son importantes para mí.
Escribir 3 páginas, meditar o llevar un diario no es el objetivo final, sino ejercitar mi habilidad de expresarme de manera clara y controlada, para que mis pensamientos no se echen a perder en mi cabeza.
Lo que a mí me importa no es tener un mejor cuerpo, sino darle un descanso mi cabeza de vez en cuando. El hecho de que me vea mejor y me sienta más contento con el espejo es secundario.
Y como dije antes, esos tres hábitos no están necesariamente atados a reglas específicas o duras. Pero sí tengo una única regla que me impongo para asegurarme de que los hábitos que realmente me importan se queden conmigo. La regla de los dos días. Es la única regla en mi vida que realmente procuro no romper, y me atrevería a atribuirle mis éxitos manteniendo estos hábitos.
La regla de los dos días dice que no debo de dejar pasar más de dos días en los que no haga aquella cosa que sea importante para mí convertir en un hábito.
Ejemplo práctico: si ya hice ejercicio ayer y hoy, podría no hacer ejercicio mañana ni pasado, pero el día después de mañana tengo que ejercitarme.
Tan simple como eso. La belleza de esta regla es que, dentro de la premisa, existe un campo para descansar. Así evitamos caer en la monotonía, y fomentamos aún más la creación del hábito.
Los hábitos para 2021
El último año fue tan vertiginoso que ya no sé qué esperar. 2020 estuvo lleno de retos, pero también de muchos aprendizajes, y me siento afortunado de poder estar escribiendo esto hoy.
No me queda más que prepararme, porque ahora que ya tengo estos hábitos creados para poder mantenerme en mi centro, creo que el siguiente año se trata de hábitos que me ayuden a crecer.
Por lo pronto, el hábito que estoy fomentado, y gracias al cual estás leyendo esto, es escribir más seguido para una audiencia en internet.
Estoy emocionado por reportar en 12 meses qué fue lo que aprendí.
Todo mundo habla de cómo crear hábitos te puede salvar. Tal vez lo primero que se te viene a la mente son hábitos alimenticios, o de ejercicio. Probablemente de asqeo o de cuidado personal. Pero la verdad es que crear hábitos no necesariamente tiene que ser cuestión de vida o muerte. A veces simplemente se trata de hacernos la vida más fácil.
Hace unas semanas compré una nueva MacBook Air con chip M1, y hoy me di a la tarea de por fin migrar todo lo que necesito para trabajar de mi máquina vieja a esta nueva. Entre las cosas que tenía que mover estaba mi llave SSH((Una llave SSH es, para fines prácticos, una contraseña con la cual se pueden autenticar dos computadoras a través del protocolo de comunicación SSH. Aprende más al respecto aquí.)) con la que me autentico con varios servicios, servidores, y demás. Esta llave SSH en particular la he usado por varios años, y ha sobrevivido a más de un par de transiciones de máquina a máquina.
Pero hoy fue diferente. Hoy casi pierdo este pedazo de información, sin el cual me quedaría virtualmente sin acceso a un número importante de aplicaciones y sistemas de los cuales dependo día con día.
El problema
Una de las herramientas que instalo apenas tengo acceso a un nuevo sistema es TripMode. TripMode es una aplicación que me permite limitar el acceso a internet de otras aplicaciones que corren en el sistema. Bastante útil para conectarse en redes públicas o de baja capacidad, donde no saturar la red es vital para poder tener una conexión decente.
Al estar sacando todo de mi máquina vieja, fui y copié la llave SSH y creé una nueva nota segura en 1Password{{{1Password es mi administrador de contraseñas preferido. Yo no conozco ninguna de mis contraseñas, todas son generadas automáticamente por 1Password.}}} con ella. Nada podría salir mal.
Teniendo la seguridad de que había seguido mi protocolo de migración de dispositivos, borré todo el contenido del disco duro de mi computadora vieja.
Unas horas después, ya en la computadora nueva, necesitaba tener acceso a mi servidor que requiere autenticación con mi llave SSH. Así que voy a 1Password, y busco la llave, pero no la encuentro. Comencé a entrar en pánico, hasta que encontré la razón por la que, por primera vez en mi vida, un elemento no se había sincronizado correctamente entre mis dispositivos.
En mi computadora vieja, mi manejado de contraseñas no tenía acceso a la red. TripMode estaba activado. Entonces nunca sincronizó la clave con mis otros dispositivos.
Cómo mis buenos hábitos me salvaron
Después de un buen rato de lamentarme, pensar cómo podría rescatar aquella contraseña, e incluso considerar en poner en marcha mi plan de contingencia, tuve una idea.
Recordé que alguna vez, en mi administrador de portapapeles{{{Un administrador de portapapeles es una aplicación que se encarga de guardar un historial de todo lo que copias en tu computadora. Así tienes acceso no solamente a lo último que copiaste, sino a los últimos 60 días de contenido. Yo uso AlfredApp.}}}, había una casilla que se podría seleccionar para evitar incluir en el historial el portapapeles universal (una funcionalidad que me permite copiar texto en un dispositivo, y pegarlo en otro). Afortunadamente nunca activé esa casilla.
Al recordar esto, abrí mi historial de portapapeles, tecleé la frase clave, y encontré lo que buscaba.
Estaba salvado.
Crear hábitos se vuelve un hábito
Después de cierto tiempo y experiencia, crear hábitos se vuelve, en sí, un hábito. Tanto así que se comienzan a buscar estos hints de cosas que se pueden pasar a segundo plano (hábitos) para cada una de las tareas con las que nos topamos.
Crear hábitos te puede llegar a salvar incluso cuando se trata de preservar información, conocimiento, o en mi caso, acceso a herramientas y recursos que necesito para trabajar.
En esta historia, 3 hábitos estuvieron en juego:
Habilitar TripMode cada vez que uso mi computadora en una red con poco ancho de banda. La semana pasada no había estado en mi casa, y la red que tuve disponible no era tan estable como me hubiese gustado.
Usar un administrador de contraseñas en mis dispositivos.
Usar un administrador de portapapeles.
En este caso en particular, 2 de mis hábitos se vieron envueltos en una desafortunada combinación que casi me hacen perder un pedazo de información bastante importante para mí. Afortunadamente, un tercer hábito llegó al rescate y me permitió continuar con mi cometido.
Esa es la lección. No siempre se trata de vida o muerte. A veces, solamente se trata de evitarte dolores de cabeza.
Crear hábitos te puede salvar. A veces incluso de ti misma.
Para crear un sistema de productividad realmente útil, hay que reconocer que no se trata solamente de almacenar información, sino de crear oportunidades para que esa información esté disponible cuando la necesitamos.
Almacenar por almacenar es un esfuerzo inútil.
La realidad es que podemos almacenar cosas, información, conocimiento, o lo que queramos. Pero si no tenemos un mecanismo a través del cual rescatarlo cuando realmente se necesita, es como si no lo tuviéramos.
Una llave no sirve de nada si está encerrada en el lugar al que quiero entrar.
Una de las trampas más comunes en las que caigo cuando estoy escribiendo un nuevo artículo, o iniciando cualquier proyecto, es la fricción innecesaria. Esta fricción usualmente proviene de pensar o meditar en exceso en detalles que realmente no son relevantes para el objetivo al que quiero llegar. Son restricciones de proceso que no agregan valor.
Un ejemplo rápido, con el que cualquiera se puede identificar: tener hambre, entonces hay que preparar desayuno. Preparar huevo con jamón es el proyecto, en este caso.
Una restricción arbitraria común que me he puesto para este proyecto es que solamente puedo comer cierta marca de jamón. Y que no puedo usar huevos que no sean de cierto proveedor local. Ya ni hablar del tipo de tomate que me gusta (prefiero el bola, pues no me gusta la consistencia del saladet).
No es inusual que me comience a preguntar sobre la temperatura adecuada a la que debo calentar mi sartén para llegar a la consistencia adecuada.
Solo quería desayunar, pero mi cerebro automáticamente se preocupó por otros detalles. Detalles que, si bien pueden ser importantes para mí, son realmente irrelevantes para resolver el problema con el que inicié: tengo hambre, y quiero preparar desayuno.
La fricción
Lo que describí anteriormente es una simplificación de algo que todos experimentamos, en cierto grado, a lo largo del desarrollo de un proyecto. A veces incluso sucede antes de comenzar el proyecto formalmente: cuando se tiene la idea inicial.
Caer en la trampa de enfocarse en este tipo de detalles que no aportan ningún valor real al objetivo final del proyecto es común. De hecho, sucede en muchas disciplinas. Por ejemplo:
Se tiene una idea para una nueva aplicación móvil. Pero antes de siquiera definir la lista de funciones iniciales, se desperdicia tiempo y energía pensando en la estrategia de marketing a usar para venderla.
Al querer comunicar una noticia al equipo, se agoniza sobre la hora ideal para hacerlo, y se deja de lado el escribir un mensaje conciso y claro que no vaya a generar dudas e incertidumbre.
Estar al teléfono recibiendo un recado, pero no se anota porque no se tiene a la mano el tipo de pluma favorito con el tamaño de punto adecuado. Eventualmente se olvida el mensaje.
Este tipo de fricciones son, yo diría, responsables por el 90% de los proyectos que no logro concretar. Este tipo de fricciones también son completamente innecesarias.
Probablemente sepas que Adolf Hitler fue un prolífico pintor. Las consecuencias de la fricción que llega con restricciones arbitrarias se materializan en la siguiente frase: “fue más sencillo para Hitler iniciar la Segunda Guerra Mundial que enfrentarse a un lienzo en blanco.”
Yo lo llamo fricción. Steven Pressfield, en su libro The War of Art, lo caracteriza como “la resistencia”. Una fuerza sobrenatural cuya única meta es detenernos de hacer nuestro trabajo. Esta fuerza ataca a profesionales y amateurs por igual. Así que no estamos solos.
Previniendo la fricción
Para cuando me doy cuenta de que estoy pensando en cosas que no agregan valor al proyecto, ya es demasiado tarde. Ya soy víctima de la fricción. Afortunadamente, aún en esta situación, hay algo que hacer: aprender.
La fricción no se combate. Se previene.
La forma de comenzar a prevenirla es ser más conscientes de ella. Saber que siempre estará ahí acechando. Tomar nota de las situaciones en las que la fricción se hace presente. ¿Es el tipo de proyecto? ¿La temporalidad? ¿Las circunstancias generales?
Volviendo al ejemplo inicial de este artículo, si ya sé que el origen de mis ingredientes es tan importante para mí, tomaré nota. Así, en vez de ser víctima de la fricción cada vez que quiera preparar mi desayuno, seré proactivo. Al estar en el supermercado, compraré únicamente los ingredientes que satisfacen mis estándares. Pero solo podré hacer esto si tomé nota antes.
OIE: Objetivos, Inspiración, Etiquetas
Afortunadamente, he sido víctima de la fricción tantas veces, que he logrado crear un marco de trabajo para prevenirla. Este marco de trabajo me ayuda a mantenerme en el camino correcto, y a enfocarme en lo que realmente importa: terminar el proyecto.
Llamo a este marco de trabajo “OIE”, que son las siglas de Objetivo, Inspiración y Etiquetas, los componentes principales (y únicos) de toda la estrategia. Desde hace unos años uso OIE en cada uno de los proyectos que inicio. Me ha ayudado a entregar la gran mayoría de ellos. Cada uno de los artículos que he escrito en esta página inició con OIE.
Así es como funciona: al iniciar un proyecto escribo el Objetivo, la Inspiración, y las Etiquetas que lo definen.
Objetivo: de manera concreta, describo lo que quiero lograr con el proyecto. Sin medias tintas, y lo más sucinto posible, respondo la pregunta ¿por qué estoy haciendo esto?
Inspiración: aunque parece un poco esotérico, aquí describo de manera clara por qué vale la pena que complete este proyecto.
Etiquetas: enlisto las palabras con las que relaciono el trabajo que estoy haciendo.
Cada proyecto tiene una sección, regularmente en la primera página, que define su OIE. Por ejemplo, el OIE de este artículo es el siguiente (lo copié y pegué):
Objetivo: compartir mi marco de trabajo para mantenerme productivo y prevenir la fricción innecesaria en mis proyectos.
Inspiración: estaba organizando mis notas y pensé que compartir mi metodología podría aportar valor a mis lectores.
Definir el objetivo me ayuda a mantenerme en el camino correcto, a enfocarme. Expresar la inspiración me recuerda por qué vale la pena lo que estoy haciendo, me ayuda a mantenerme motivado. Las etiquetas me proveen el contexto necesario del proyecto, así logro detectar si me estoy “saliendo de la raya”.
Al definir un OIE para cada proyecto, se ha vuelto prácticamente imposible desviarme de mis objetivos y caer en la fricción innecesaria. Estoy previniendo volver a ser víctima de la resistencia.
También, el OIE ha sido una herramienta excelente para determinar, lo más pronto posible, si un proyecto vale la pena en primer lugar. Si no logro definir el OIE de algo, probablemente aún no está listo para ser ejecutado.
Úsala a consciencia, y verás como mucha de la incertidumbre desaparece, y la fricción innecesaria no aparece. Recuperarás tu productividad.
Conclusión
Algo que siempre le digo a las personas que toman consultas privadas conmigo es que no puedes mejorar algo si no sabes el estado en el que te encuentras. Esto aplica 100% para cuestiones de productividad.
Sentir que no se avanza en un proyecto es algo común. A todos nos pasa. Y antes de saber qué exactamente es lo que tenemos que cambiar para ser más productivos, necesitamos preguntarnos si tenemos una concepción concreta de en dónde estamos.
El OIE te ayuda a obtener esa respuesta para tus proyectos.
Cuando comienzas a preocuparte por organizar tu tiempo de una mejor manera, las primeras herramientas que te van a sugerir es usar un calendario y un to-do list. Un error que muchas personas cometen es asumir que estas herramientas son intercambiables, pero no es así. Ni de cerca.
La configuración más común de este error es ver tu calendario como una lista de cosas que debes hacer.
Pero tu calendario no es un to-do list.
Cuando tengas espacios grandes en tu calendario, dedícalos a atacar múltiples tareas en tu to-do list. Estas tareas no necesariamente tienen que estar relacionados con tu trabajo. En mi to-do list yo tengo cosas como “cargar audífonos” o “agendar recolección de la lavandería”.
La diferencia es sutil, pero poderosa.
En tu calendario van eventos que están atados a un horario/lugar específico. “De 9 a 10 voy a hacer mi investigación para mi nuevo artículo”. Es algo que solamente puede suceder dentro de ese horario.
En tu todo-list, agrega tu miscelánea de pendientes. “Revisar que se envió un correo” o “verificar que me hayan contestado X cosa”. No importa dónde lo haga, ni a qué hora.
¿Cómo sé si va en mi calendario o en mi to-do list?
Agrégalo en tu calendario si…
Más de una persona está involucrada.
Requiere un bloque de tiempo para que puedas concentrarte.
Requieres estar en cierto lugar para completarlo.
Agrégalo a tu to-do list si…
No importa a qué hora ni dónde lo hagas.
Completar la tarea te llevará menos de 30 minutos.
La entrega está sujeta a una fecha límite.
Complementos
Tanto un calendario como un to-do list son piezas integrales de un sistema de productividad. Como tales, no son exclusivas, y por el contrario, funcionan excelentemente cuando se usan en conjunto.
Imagina que te asignan un proyecto que requiere que hagas una investigación exhaustiva sobre un tema en particular. Vamos a decir que quieres conocer el ciclo de vida del plancton. Organízate de la siguiente manera:
En tu to-do list crea un ítem que se llame “Entregar reporte sobre el plancton.”
Asígnale tu fecha límite pactada.
En tu calendario, crearás eventos de 2 horas cada día de la semana llamados “Investigar sobre el ciclo de vida del plancton”.
De este modo, tu to-do list y tu calendario se están complementando para aumentar tu productividad. Tu to-do list alimenta tu calendario, y tu calendario asegura que tengas el espacio necesario para cumplir con tu fecha de entrega.
Hace unos días me encontré on un link en Twitter que me llamó la atención. Un ensayo de Barack Obama, que daba su visión para abordar y tomar decisiones difíciles.
Así que naturalmente, encontrarme un ensayo escrito por él mismo en mi timeline era algo que tenía que estudiar. Después de unos días, creo que he logrado sintetizar mis conclusiones clave.
Recientemente he estado pensando mucho en términos de cómo podemos tomar mejores decisiones. Interpretar de mejor manera lo que sucede en nuestra cabeza y que nos lleva a decidir por una opción sobre otra. Al leer el ensayo de Obama, algo me queda claro: todas las decisiones, independientemente de sus implicaciones, siguen un mismo patrón.
Una frase que empleo constantemente en mi trabajo, cuando hago coaching con personas de mi equipo, o cuando me toca ser la punta de lanza en algún proyecto es “hay que dar dos pasos hacia atrás.” Esta frase encapsula, para mí, la importancia de tener el contexto completo de la situación: tener todos los datos posibles para poder tomar una decisión informada.
Barack Obama lo comunica de una manera bastante concisa, al proponer la creación de un marco de trabajo que nos permita tomar cualquier tipo de decisión. Este marco de trabajo nos permitirá abstraer nuestros sesgos cognitivos y enfocarnos en resolver la situación a mano con la cabeza fría.
Me he tomado la libertad de sintetizar los puntos más importantes que rescato del artículo original a continuación.
El marco de trabajo
Todo el artículo original gira al rededor de la idea de la creación de un marco de trabajo definido para tomar decisiones.
Tener este marco de trabajo, o metodología, es importante porque ayudar a remover mucha de la entropía((Coloquialmente, suele considerarse que la entropía es el desorden de un sistema, es decir, su grado de homogeneidad. Wikipedia.)) de la situación. Esta entropía es la que eventualmente nos podría hacer caer en sesgos, y tomar decisiones erróneas basadas en el contexto inmediato en el que se está tomando la decisión.
Cuando se tiene una metodología clara, la toma de decisiones, independientemente de las circunstancias e implicaciones, se resume a una cuestión de visión, valores, e información dura.
… in just a few short weeks on the job, I had already realized that because every tough decision came down to a probability, then certainty was an impossibility — which could leave me encumbered by the sense that I could never get it quite right.
So rather than let myself get paralyzed in the quest for a perfect solution, or succumb to the temptation to just go with my gut every time, I created a sound decision-making process — one where I really listened to the experts, followed the facts, considered my goals and weighed all of that against my principles.
Then, no matter how things turned out, I would at least know I had done my level best with the information in front of me.
Una frase que se me viene a la mente, que tiene mucho que ver con esto, es “un problema bien explicado es un problema resuelto a la mitad”. La aprendí leyendo How To Stop Worrying and Start Living, de Dale Carnegie. Te lo recomiendo.
Seguir la metodología, y honrar el marco de trabajo para la toma de decisiones, incrementa nuestra confianza. Así, estaremos seguirás de que el resultado final estará alineado con nuestros valores y objetivos.
While I couldn’t guarantee the outcome, I was confident in making the decision.
Es importante tener claro que nuestras decisiones se verán constantemente influenciadas por las circunstancias en las que nos encontramos. Pero si tenemos una metodología establecida, mucha de ese peso cognitivo es removido de nosotros.
Cualquier decisión debe de ser tomada con un objetivo en mente, tomando como referencia nuestros valores. Tener este marco de trabajo, o framework para tomar decisiones, nos acerca a esa panacea.
The best we can do is find a framework that helps us consider our choices, knowing that there may not be one perfect answer. That way, we can rest a little easier knowing that did the best we could in the circumstances, come what may.
El equipo
El equipo de trabajo es fundamental, de acuerdo con el ensayo original. Aunque Barack Obama es la persona con la última palabra para determinar si se hace algo o no, hay todo un equipo de expertos detrás de todo el proceso.
Cuando se es la persona a cargo de tomar una decisión, es necesario que se consideren a las personas que están de nuestro lado, y que tienen los mismos intereses que nosotros en mente. Sobre todo, aquellas personas que tienen la experiencia empírica, y cuya experiencia marca absolutamente toda la diferencia.
Pero no es todo. Es importante mantener la cabeza a nivel para escuchar incluso a aquellas personas que tienen opiniones contrarias a nuestra posición. Al estar en una posición de poder, contrario a lo que se podría pensar, dar espacio para que otras voces con opiniones diferentes hagan saber su sentir, crea un ambiente de confianza. Este ambiente invitará a que otras personas con puntos de vista no necesariamente alineados con la visión original alcen la voz.
Having at least one contrarian in the room pushed us all to think harder — and, frankly, everyone was a bit freer with their opinions when that contrarian wasn’t me.
Esto me hace tocar un poco en el concepto de followership. Este concepto nos ayuda a comprender cómo podemos ser mejores seguidores, y desde nuestra posición, influenciar a los líderes del esfuerzo. Visto desde otra perspectiva, un buen líder fomentará también que aquellas personas que lo siguen, lo hagan de la mejor manera. Fomentará discusiones sanas, y creará espacio para que todas las opiniones sean tomadas en cuenta.
When you have a tough, almost unsolvable decision to make, you don’t just want people to tell you what you want to hear.
Uno de los peores errores que cometemos los humanos en todas nuestras áreas de la vida, es actual por impulso. Barack Obama intenta contrarrestar esta problemática dejando que sus “pensamientos se marinen”.
No hay que confundir la idea de actuar impulsivamente con el actuar por instinto. Cuando se actúa por impulso, estás dándole las riendas de la toma de decisiones a tus sesgos, ya sean cognitivos o emocionales. Estás fallando como líder. Cuando se actúa por instinto, estás escuchando a tu sexto sentido. Ese sexto sentido viene de la experiencia, y la probabilidad de que el resultado de la decisión sea favorable aumenta.
Ciertamente hay valor en dar dos pasos hacia atrás y dejar que tus pensamientos se marinen en toda el contexto que has recibido. Lo importante entonces, es crear el tipo que requerimos para hacerlo.
Even in situations where you have to act relatively quickly, as was frequently the case during the financial crisis, it helps to build in time to let your thoughts marinate.
Esta es una parte fundamental del marco de trabajo que usaremos. Hay que considerar que, dentro de nuestro plan de juego, deberá existir un mecanismo a través del cual podamos tomarnos el tiempo necesario para pensar bien las cosas, y así evitar actuar por impulso.
Obama dice, “nunca puedes contar con un descanso con buen tiempo, ni predecir el cómo te va a ayudar”. Pero si algo es cierto en esta vida, es que si algo no se intenta, las probabilidades de fallar son del 100%.
Debemos de tomar en cuenta que, contrario a lo que muchos podrían pensar, los humanos no estamos diseñados para estar todo el tiempo funcionando a máxima capacidad. El burnout es real. Para mantenernos en la mejor condición cognitiva posible, es necesario que tomemos descansos. Y si tomamos esto en cuenta dentro de nuestra metodología de resolución de problemas, estaremos incrementando la probabilidad de que tomemos mejores decisiones cuando sea necesario.
Finalmente, Obama toca el punto de la delimitación de su atención. En algunos podcasts en los que he participado he compartido la idea de tener espacios definidos para trabajar y para descansar. Es necesario: las máquinas están hechas para trabajar constantemente, los humanos no.
Obama representa esto en términos de rituales, a través de los cuales crea una delimitación entre “modo trabajo” y “modo dejando que mis pensamientos se marinen”.
After signing the Affordable Care Act into law, I finally quit smoking for good — but took pains to maintain other outlets, other rituals, that helped preserve some boundaries, however tenuous, between life and work. My morning workout, an evening walk on the South Lawn, after-dinner pool games with our dear friend and family chef Sam Kass. Whatever decision I might be carrying would breathe a little — and so would I. Those rituals included leaving the Oval Office at six-thirty each night so that I could have dinner with my family.
Atención en la palabra tenous. Un ritual para delimitar a donde estaremos destinando nuestra atención no necesariamente significa cambiar de lugar de trabajo, o cambiarse de ropa. Por ejemplo, yo he entrenado a mi cerebro para saber que la primer taza de café del día significa “modo trabajo”. También sabe que escuchar mi podcast favorito por la tarde significa “modo descanso”.
Así funciona mi framework.
Conclusiones
Me parece extraordinario que una de las personas más poderosas del mundo use técnicas tan sencillas para tomar decisiones. Técnicas que tú y yo podemos comenzar a aplicar hoy mismo.
Obviamente hay mucho más contenido qué rescatar y aprender al respecto. Pero creo que esta idea general es digna de compartir: la importancia de contar con un marco de trabajo para tomar decisiones.
Te invito a leer el artículo original en Medium, y a escribirme en Twitter o por correo si tienes algo que agregar.
Quieres preparar el platillo favorito de tu niñez, pero no tienes la receta. ¿Qué haces? Probablemente llames a tu mamá o a algún familiar para pedírsela. Seguramente, después de unos cuantos minutos al teléfono, reconocerás ese aroma que te recuerda a casa.
Analicemos la situación:
Querías preparar algo de comer, pero no sabías cómo.
Alguien que tenía la experiencia apreciable para decirte cómo llegar al resultado que esperabas.
Seguiste la receta al pie de la letra y ahora estás disfrutando tu platillo favorito.
Felicidades, acabas de descubrir la metodología para resolver absolutamente cualquier problema que se te pueda presentar.
En algún momento de nuestra vida nos encontraremos con situaciones retadoras. Una nueva experiencia, una decisión a tomar, o un conflicto a resolver. Podrías recurrir a tu mentor por ayuda, o podrías buscar una síntesis de cómo atacar el problema.
Una receta.
Sigues la receta al pie de la letra, intentando atacar la situación paso a paso. Una pizca de metodología por aquí, y un pasón de creatividad por allá. Poco a poco el platillo va tomando forma.
La belleza de una receta es que se adapta a nosotros. “Sal al gusto”. Exactamente esa es la misma filosofía con la que deberíamos tomar las recetas que nos encontramos para resolver problemas.
A la receta podemos modificarla a nuestro gusto para satisfacer nuestras necesidades. Decidimos qué agregar, qué quitar, y las cantidades de los ingredientes a usar para que nos resuelva nuestro problema en particular.
Cuando pidas consejo o guía de cualquier persona, recuerda: te están dando la receta que les funcionó a ellos. La sal siempre es al gusto.
Recientemente, un grupo de estudiantes universitarios agendaron una llamada conmigo para pedirme consejo sobre desarrollo profesional. Durante 40 minutos, tuve la oportunidad de compartir algunos insights de lo que se iban a enfrentar cuando por fin terminaran la escuela. La última pregunta que recibí en esa llamada me llamó la atención: ¿cuál es la diferencia más grande entre estudiar y trabajar?
Una pregunta tan simple, pero que nunca me la habían hecho. Creo que de hecho, ni yo mismo la había pensado. Pensé un momento, y di la respuesta que consideré apropiada en el momento: la principal diferencia entre estudiar y trabajar es la responsabilidad.
Cuando estudias, dentro del gran esquema de las coas, lo peor que puede pasar en primera instancia si no eres responsable es que repruebes. Como tal, las implicaciones del reprobar pueden tener significados diferentes para cada uno de nosotros. Sin embargo, las consecuentes directas de reprobar se podría decir que palidecen cuando se comparan con las consecuencias directas de no asumir tu responsabilidad en tu empleo.
Definiendo “responsabilidad”
Todos tenemos responsabilidades, queramos o no. A veces estas responsabilidades se nos son dadas. Y desde muy chicos fuimos condicionados a que si no cumplíamos con ellas, no podríamos disfrutar de aquello que más nos gusta.
Si no lavamos los trastes, no podemos salir a jugar con nuestro mejor amigo. ¿No arreglamos la habitación? Entonces no podemos ver televisión o usar el internet. Para ganarnos el derecho a comer postre en la cena, debemos de asearnos por la mañana.
Se nos enseñó que para poder hacer lo que nos gusta, aquello que nos trae gozo y que nos motiva, necesitamos cumplir con “nuestras responsabilidades”. Pero nunca se nos dijo que en la vida real, si no cumplimos con nuestras responsabilidades, contar con lo más básico que necesitamos para vivir, como tal, se vuelve un reto.
No se nos dijo que en el mundo real no hay nadie que te esté buscando para que te hagas responsable. Porque la realidad es simple: en un ambiente profesional, si no funcionas, pero tampoco se ve que estés haciendo algo por mejorar, las consecuencias son severas. Yo aprendí esto a la mala.
Se nos incentivó de manera incorrecta, dándonos a entender que una responsabilidad era un medio para hacernos merecedores a un premio. Lo que se nos debió de haber inculcado es que asumir responsabilidades es el tipo de cambio por defecto en la vida real y profesional.
Si quieres un aumento de sueldo, ¿crees que te van a pagar más sin exigirte lo proporcional?
¿Algún día te gustaría dirigir una empresa o equipo? Debes tener claro que el esfuerzo del equipo que estás lidereando tenga éxito será tu responsabilidad. Jocko Willink lo expresa de manera muy concreta en Extreme Ownership, cuando dice que el éxito o el fracaso de un equipo es la única responsabilidad del líder.
Si tienes la siguiente idea de aplicación que es “como Uber, pero para…” y que revolucionará alguna industria, ¿quién se va a encargar de que sea un éxito?
¿De quién es la responsabilidad?
Ser responsable y asumir las consecuencias de nuestras acciones no es un medio para conseguir un premio. Es un estilo de vida que, aunque duro, paga con interés compuesto ((El interés compuesto, en contabilidad y finanzas, es el interés de un capital al que se van acumulando sus réditos o intereses para que produzcan otros. El interés compuesto permite la capitalización de intereses periódicamente -día a día, mes a mes, etcétera. Wikipedia)).
Asumir la responsabilidad
“Sé responsable y asume las consecuencias de tus actos.”
Es un infortunio que esta frase sea usada casi exclusivamente en situaciones desagradables. Recuerdo que mi mamá me la llegó a decir en varias ocasiones, regularmente después de que había hecho algo indebido.
El contexto de las cosas importa. Y si se nos inculcó que asumir las consecuencias de nuestras acciones tenía una connotación negativa, ¿cómo podríamos esperar que viéramos el ser responsables como algo bueno?
Nunca se nos dijo que las consecuencias de nuestros actos también pueden ser buenas. Que ser responsable es más que algo que se debe hacer para recibir un premio. ¿No te habría gustado que desde los pocos años de vida te dijeran que los beneficios que obtienes por ser responsable son mucho más duraderos que el postre que te prometieron?
Se nos chantajeó.
Afortunadamente, asumir la responsabilidad de nuestras acciones es un hábito que se puede fomentar, y en el cual podemos trabajar todos los días.
Fomentando el ser más responsable
Hay una serie de cosas que podemos hacer activamente para fomentar ser más responsables. Los siguientes tips que te voy a compartir no solamente funcionan personalmente; los puedes aplicar también con tu equipo en caso de que estés en una posición de liderazgo.
Primero, asegúrate de no morder más de lo que puedes masticar. Tus metas deben de ser realistas, y lo suficientemente asequibles como para que el reto sea importante, pero no imposible.
Como cualquier hábito, lo que queremos en primera instancia es darnos cuenta de que podemos hacerlo si nos lo proponemos. Mi terapeuta le llama a esto “obtener las pruebas duras de que sí puedes lidiar con ello”. Después, podremos ir incrementando el nivel de complejidad hasta llegar al punto en el que deseemos mantenernos.
Así que en primera instancia, no te preocupes si sientes que no tienes el mismo sentido de responsabilidad que el CEO de Apple. Las circunstancias son completamente diferentes. Si comienzas a hacer este tipo de comparaciones, lo más probable es que te frustres.
Comenzar pequeño es la clave.
Segundo, debes de mantener la conciencia de hacer una revisión de tu esfuerzo. Ya que te adjudicaste cierta responsabilidad, buscarle respuesta a las siguientes preguntas te ayudará a entender mucho mejor lo que sigue:
¿Qué tanta presión sentí con este nivel de responsabilidad?
¿Del 1 al 10, qué tanto se me complicó cumplir?
¿De lo que no salió como esperaba, qué estuvo dentro de mi control?
¿Qué puedo cambiar en mi estrategia en un futuro?
¿Estoy listo para incrementar la apuesta?
Estas respuestas pintarán una imagen mucho más clara sobre qué es lo que sigue para ti. Lo más importante es responder con honestidad, e intentar aprender de la experiencia. Una experiencia de la que no aprendemos fue tiempo y esfuerzo desperdiciados.
Tercero, incrementa lo que está en juego. Y repite. Repite hasta que ver tu desarrollo profesional y personal en términos de la responsabilidad que asumes, se vuelva un hábito. Un estilo de vida.
Recuerda que el sentido de responsabilidad, y de asumir las consecuencias de tus actos, es un estilo de vida, no algo que puedas simplemente acotar a tu desarrollo profesional.
Un lector y miembro de la comunidad me pide consejo para virar su carrera hacia un área específica del desarrollo de software, sin tener conocidos:
Como por el momento mi plan de acción es trabajar como freelance y en proyectos personales afines al tema, me ha surgido una pregunta importante: ¿Cómo hacer para mejorar mis habilidades y técnicas de programación si es que no tengo a algún conocido dentro de este campo de la industria que me pudiera ayudar y trabajo solitario en mi casa?
Yo sé que mucho se puede aprender por los libros e internet, cosa que actualmente hago, pero sabemos que siempre hay alguien que ya recorrió el camino y puede hacerte varias cosas much más digeribles.
Por lo que he pensando, contestando a mi pregunta, intentar buscar y contactar por internet, quizá por Twitter, a gente que ya ejerza profesionalmente en la industria de la programación en audio y proponerle pagar por sesiones 1 a 1 donde él pudiera checar código hecho por mi y darme feedback sobre asuntos para mejorar. ¿Qué piensas al respecto?, ¿Sería buena idea?, ¿Cuál es tu opinión?
Mi respuesta:
Una de las cosas más difíciles de trabajar de manera remota es precisamente esa: volverse miembro de una comunidad que soporte nuestros objetivos. No es imposible, pero sí es bien difícil. Algo de lo que me da mucho gusto darme cuenta es que tienes bien reconocido esto, así que vas por buen camino.
La estrategia que yo te recomendaría es la siguiente: encuéntrate un mentor al que le puedas aprender. Tal como escribo en este artículo, tu mentor será tu ventaja competitiva. Lo que vale la pena recalcar acá es que un mentor no necesariamente es alguien que tenga que estar al pendiente de ti: tú puedes adoptar a un mentor, y esa persona ni se entera.
La clave acá es que debes de tener bien claro qué es lo que estás buscando. ¿Aprender sobre la industria? ¿Aprender sobre cuestiones técnicas? Hay un espectro enorme de ámbitos en los que te puedes enfocar. Habiendo decidido esto te ayudará a entender mejor qué es lo que deberías de estar buscando en ese mentor.
Es importante comenzar a buscar e integrarte a tu comunidad. Empaparte de todo el conocimiento que eventualmente te va a dar tu ventaja competitiva, mientras más pronto lo hagas, mejor.
A continuación te comparto una estrategia muy particular que puedes seguir para encontrar tu comunidad de nichos.
Identifica un par de empresas que desarrollen aplicaciones que te gusten. Puede que te gusten por su estilo de desarrollo, la calidad de sus productos, o su mercado. No importa. El chiste es que admires su trabajo.
Identifica a quienes trabajan ahí. Stalkealos. Casi todas las empresas van a tener en su página un directorio con la lista de personas que trabajan ahí. Apréndete sus nombres y el rol que tienen dentro de la empresa. (Si la página de la empresa no tiene una lista de colaboradores disponible, siempre puedes meterte a LinkedIn y buscar ahí.)
Comienza a seguirlos. Probablemente, la misma página donde los encontraste tengan ligada su cuenta de Twitter ((En la industria del desarrollo de software tenemos una gran ventaja. A casi todos nos gusta usar Twitter para compartir las cosas interesantes que nos vamos encontrando.)) o su blog.
Pon atención a lo que comparten. Esto te va a dar una idea de qué es lo que están haciendo. Y si bien seguramente no van a publicar un pedazo de código que puedas estudiar, seguramente sí van a publicar muchas cosas relacionadas con el tema que a ti te interesa.
Pon atención con quienes interactúan. Esto te ayudará a encontrar personas similares dentro de la industria, y podrás comenzar a seguirlos también y así crearte una red de mentores a distancia.
Aparte, claro, te puedes acercar a las diferentes comunidades de desarrolladores que existen en México y América Latina. Entre todos nos apoyamos bastante a resolvernos nuestras dudas, y seguramente a través de ellas puedes hacer conectes bastante interesantes. En este artículo te pongo algunos enlaces que puedes usar para unirte a estas comunidades.
Otro recomendación poco conocido que te comparto, es que la industria es enorme. Por más que creas que tu área de negocio o de especialización es demasiado pequeña, seguramente hay una conferencia al respecto que sube sus videos a YouTube. Solamente es cuestión de saber buscar.
Comentando sobre tu idea de pedirles que te revisen el código en sesiones 1 a 1, cuidado. No digo que sea imposible, pero sí debes de tomar en cuenta el tiempo que alguien le debe dedicar a analizar una pieza de código para darte comentario que sea realmente útil. Va a ser una labor difícil. Si encuentras a alguien que esté dispuesto a hacer eso, te ganaste la lotería. Pero yo no lo tomaría como mi estrategia principal.
Envía tu pregunta por correo electrónico a [email protected]. Te responderé en privado, y probablemente publique esa misma respuesta en esta página.
Un lector y miembro de la comunidad me pregunta por correo electrónico cómo puede detectar si para su empresa es solamente un recurso.
Nota: edité un poco la pregunta original por brevedad.
Mi pregunta es ¿COMO SABER SI SOY UN RECURSO O UN ASSET?, lo digo porque en un momento en mi empresa sentía que solo valoraban lo que hacía solo para tener el producto o la app terminada, y en cambio en la consultora, me mandan cositas y regalos y me siento que ahí si me quieren. Espero y me puedas ayudar con esta parte, y la verdad muchas gracias por todo esto, saludos.
Mi respuesta:
Es una pregunta muy interesante, y creo que vale la pena dedicarle un tiempo para poder descomponer la premisa.
Comencemos por lo siguiente: si eres un recurso o un asset no lo determinas tú, sino la empresa. Si bien puedes influenciar la situación a tu favor, dependiendo de qué es lo que quieras, muchas veces no es algo que tú puedas decidir en primera instancia.
Lo que debes de tener claro es que esto es una cuestión de cultura, no necesariamente de estar bien o mal.
Ahora, analicemos la palabra misma, “recurso”. Wikipedia es bastante claro:
Un recurso es una fuente o suministro del cual se produce un beneficio. Recurso se refiere a cuando alguien tiene algo.
Para estar en la mentalidad adecuada, lo primero es tener clara la implicación de lo que significa que te consideren un recurso. En este artículo hablé un poco al respecto. Ahí exploré el concepto de las empresas de línea de producción, que se caracterizan por llegar a la meta de ventas mecánicamente. Este tipo de empresas son bastante propensas a caer en la mala práctica de tratar a sus miembros como recursos.
¿Cómo sé que solo soy un recurso?
Por más increíble la respuesta más sencilla es: te sientes usado y reemplazable.
Para dar un poco más de detalle, estos son algunos de los síntomas de que estás en una empresa que te ve simplemente como un recurso.
No sientes que tus contribuciones aportan más allá de un número en una hoja de cálculo.
No recibes feedback de cómo podrías mejorar en tu trabajo.
Sientes que la distribución de responsabilidades no va de acuerdo con las habilidades de las personas.
No hay un camino de crecimiento claro dentro de la organización.
Las tareas que se te asignan parecen no tener una justificación objetiva; no sabes por dónde te va a llegar la siguiente fuente de incertidumbre. (Algunas empresas le llaman a esto ser “dinámicos”)
La característica principal de un recurso como tal es que es completamente transigente. Un tornillo deja de servir en el momento en que se “barre”. Una escoba deja de servir en el momento en que las cerdas son demasiado suaves. Un colaborador deja de servir en el momento en que su desempeño no es el que se espera de acuerdo a metas arbitrarias. O peor aún, en el momento en el que el colaborador decide levantar la mano para decir “no me parece justo”. En ese momento, muchas veces se les pone la etiqueta de que son difíciles de trabajar con ellos. “No se ponen la camiseta”.
Por otro lado, me gustaría creer que no todas las organizaciones son iguales. Fantaseo con la idea de que todos los directores de empresas en algún momento se den cuenta de que procurar que sus equipos puedan crecer dentro de la organización no les da otra cosa más que beneficios directos.
El argumento más común que he escuchado para no promover el crecimiento profesional de las personas es “que se me van a ir”. Y mi respuesta es ¡que se vayan!
Piénsalo de esta manera, asumiendo que mi empresa trabaja en una industria específica. Si yo entreno a mi equipo con los estándares más estrictos del mercado y procuro su bienestar, tengo una ventaja competitiva bastante grande. Si esas personas se van de la empresa, significa que yo no estoy haciendo un buen trabajo y tengo una oportunidad de mejorar. Además, si esas personas se van a la competencia, eso solamente significa que mi mercado es lo suficientemente grande como para que haya competencia en primer lugar. Y cualquier organización decente, creo, tiene clara la noción de que la competencia sana solamente trae beneficios. A largo plazo, pero beneficios.
El peor pecado que podemos cometer como profesionales es caer en el cinismo de creer que no necesitamos seguir trabajando para mejorar constantemente.
Ahora, ¿cómo sé que sí me valoran?
Porque sientes que les importa tu crecimiento profesional. Exactamente todo lo contrario de ser tratado como un recurso.
Algunos síntomas de que estás en una empresa que quiere que seas el mejor de tu industria:
Sabes que tus contribuciones pueden tener un impacto no solamente en el producto, sino en la organización como tal.
El feedback que se te da es con el objetivo de hacer que mejores, no de recalcar dónde cometiste tu error.
La cultura de la empresa promueve la noción de que subir de puesto no significa que eres mejor que otras personas, sino que tienes lo que se necesita para tomar más responsabilidades.
Sabes exactamente los hitos que te pueden hacer merecedor a un avance de carrera.
No hay incertidumbre, ni en los proyectos que se te asignan, ni en la razón por la cual se te asignan.
Se promueve un sano balance trabajo/vida.
¿Te identificas? Felicidades.
¿Qué hago con este conocimiento?
Lo importante acá es recalcar lo que compartí al inicio de este correo: si eres un recurso o un asset no es decisión tuya. Tu parte de la ecuación es cómo te sientes con la situación actual, y si crees que si un ambiente en el cual quieres seguir.
Claramente hay personas que simplemente quieren llegar, hacer su trabajo, y continuar con su vida. Se vale. Pero como compartía hace unos días en el canal de Telegram de El Podcast DEV, si tú en primer lugar no tienes interés por mejorar en tu carrera y crecer tu skillset, y resumes tu trabajo y contribución a “una transacción entre la empresa y yo”, entonces no te puedes quejar de que te traten como un recurso. Simplemente no se puede. Porque esa es la mentalidad con la que estás llevando tus contribuciones.
Un lector y miembro de la comunidad me envía un correo preguntándome sobre lo que pienso acerca del ageism ((La discriminación por edad o edadismo, es la estereotipificación y discriminación contra personas o colectivos por motivo de edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores que justifican la discriminación de las personas según su edad. Wikipedia.)) en la industria del TI.
Adjunto el correo:
Hola Óscar, antes que nada quiero felicitarte por tus recientes -o no tan recientes- iniciativas, con respecto a tu web, artículos, etc. Te sigo desde hace casi dos años, en el tiempo de remoteando.
Pasando a la pregunta, me gustaría saber qué opinas del ageism en el contexto de TI y sus implicaciones al momento de buscar nuevos retos laborales y particularmente en modalidad remota.
Hace dos meses llegué a los 36 y donde más oportunidades hay, que es en las clásicas dev shops, es donde más se practica lo de buscar “carne fresca”. Además en estos tiempos de hiper-especialización, apostarle a un área o tecnología a la cual pivotear, se convierte tal cual, en un juego de azar. ¿De plano es un dead-end y conviene mejor irse al campo a criar ovejas (y programar sólo por gusto)?
Espero que de vez en cuando, este tipo de temas poco gratos que existen en la industria, tengan cierta cabida en tus contenidos.
¡Saludos!
Mi respuesta:
Mil gracias por tus comentarios y por enviar tu pregunta. Es un gusto tenerte por acá y saber que me tienes la confianza.
Creo que es una excelente pregunta, y una cuya respuesta yace en la misma premisa. Buscar “carne fresca” en TI es una práctica común en aquellas empresas a las que yo les llamo “de línea de producción”. Son esas organizaciones que están buscando simplemente obtener un resultado específico con características arbitrarias: puede ser un modelo específico de zapato o una pieza para alguna televisión, o si trabajas en TI, software a la medida. ?
¿Por qué buscan carne fresca? Porque muchas veces, este tipo de negocio se enfoca en el trabajo mecánico que hacen las personas operando la línea de producción. El negocio no está diseñado para que esas mismas personas pueden eventualmente dejar de operar en ese puesto; es decir, crecer.
En un shop de cualquier ámbito…
• Tienes un set de herramientas específicas para usar. Muy aparente cuando una organización se autodenomina development shop en cierta tecnología particular.
• Tienes un horario definido. Llegas a esta hora, trabajas un turno de corrido, a esta hora comes, y sales a las 8 de la noche.
• Tienes una meta clara y estricta. El cliente llegó con un problema, y se le vendió una solución con una fecha límite de entrega.
Este tipo de modelo de negocio rara vez te dará ese sentimiento de superación profesional. ¿Qué vas a hacer, apretar más rápido los tornillos? ¿Así vas a demostrar que puedes crecer? Espero entiendas a dónde voy…
La otra cosa que te tomaría en cuenta es que, desafortunadamente, la “carne fresca” es más barata. Porque tiene menos experiencia, y aún no han descubierto el potencial y las ramificaciones de sus contribuciones. Se siguen enfocando en el trabajo mecánico, y siguen pensando que se les debería de pagar en función del tiempo que pasan haciendo tal o cual cosa. Aún no han aprendido a aprovechar sus habilidades creativas, y explotarlas de alguna manera en que su sueldo esté ligado al impacto que generan, no a un trabajo mecánico medido en tiempo.
Si tú te sientes que ya no encajas en la industria actual, yo te aconsejaría que lo vieras de otra forma: ya tienes experiencia, y no eres lo que este tipo de empresas está buscando. Esa misma experiencia es la que te dará la ventaja competitiva para buscar una oportunidad en una empresa que no sea una línea de producción.
Te aconsejaría tomar nota de cuáles sí son tus habilidades que te distinguen, y aprender a venderlas mejor a empresas que sí busquen lo que tienes que ofrecer.
Regla #1 del marketing: conoce a tu cliente. ?
Envía tu pregunta por correo electrónico a [email protected]. Te responderé en privado, y probablemente publique esa misma respuesta en esta página.
Un lector y miembro de la comunidad me pregunta sobre los detalles burocráticos que se deben hacer en México para trabajar de manera remota para una empresa extranjera.
El correo completo:
Hola Oscar
Aquí te dejo mis preguntas
¿Qué procesos burocráticos tengo que hacer del lado de México para cerrar una negociación con un trabajo remoto de Estados Unidos u otro país? (Qué tengo que hacer en el SAT, necesito un abogado laborar, un contador, cómo le digo al cliente qué tiene que hacer él/ella de su lado y yo de mi lado para facilitar la negociación y cerrar el contrato. No dar la impresión que por ser trabajo remoto y de otro país tendrán que hacer un montón de trámites para contratarme).
¿Dejo completamente la elaboración del contrato al cliente o empresa y ya sólo la revisión de mi lado o presento you un borrador del contrato?
¿Qué debo definir en el contrato además de el pago por hora y las horas a trabajar por semana/mes?
Mi respuesta:
Me limitaré a contestar desde mi experiencia, y te sugiero que sí te acerques a un contador para recibir asesoría profesional con respecto a impuestos y cuestiones legales. Aclarando que mis respuestas a continuación no constituyen un consejo legal, vamos a comenzar por la premisa de esta pregunta.
Sí hay alguna serie de pasos que deberías tener en cuenta de tu lado para poder firmar un contrato con alguna empresa remota. Pero tu primer pregunta asume que la empresa para la que estás trabajando no está preparada para tener empleados remotos.
Tal como te compartí durante el webinar, te aconsejo que evites a toda costa ser la primera persona que trabajará de manera remota en un equipo. El trabajo remoto, por contradictorio que parezca, sí requiere que la organización esté 100% comprometida con el objetivo de hacer que estar relación laboral sea fructífera. Y el hecho de que alguna organización no sepa qué es lo necesario para poder contratar a alguien en el extranjero, solamente es un augurio de problemas operativos. Evita esta situación.
Con respecto a tu segunda pregunta, que también trae chanfle: la respuesta depende de la relación que busques/quieras establecer con la empresa extranjera. Si serás empleado remoto, lo más seguro es que ellos ya lleguen con un contrato hecho con sus términos y condiciones. ¿Estás buscando tener una relación limitada con ellos, como prestamista de servicios o consultoría? Entonces sí puedes crear tu propio contrato de acuerdo a tus términos y condiciones.
Por último, toma en cuenta hay un conjunto pre-establecido de cláusulas que deba de incluir un contrato. Pero en mi experiencias te puedo decir que mientras menos espacio a interpretaciones quede, mejor. Esto es, no asumas que cualquier cosa queda “suficientemente entendible” u obvia dentro del contrato. Si algo no queda claro y por escrito, con lenguaje simple, es muy probable que algún lado más abusado que el otro pueda usar eso para invalidar el contrato. O peor, comprometerte con más de lo que tú tienes previsto.
Envía tu pregunta por correo electrónico a [email protected]. Te responderé en privado, y probablemente publique esa misma respuesta en esta página.