• Así fue mi 2022

    He encontrado que tomarme un tiempo para reflexionar detenidamente sobre el pasado es una herramienta poderosa. Me ayuda a ganar perspectiva y reconocer patrones de mi comportamiento.

    Esto es especialmente útil para personas como yo; nos cuesta reconocer lo que hemos hecho bien, pero que reclamarnos a nosotros mismos por las cosas que salieron “mal”, es parte de nuestra naturaleza.

    Así que, en un esfuerzo por tener un memento tangible de lo que fue 2022, aquí está una reseña abreviada del último año.

    Los destaques

    2022 se trató de desacelerarme, conocerme un poco más, enfocarme en invertir en mí mismo, y resolver asuntos del pasado que me tenían agobiado.

    En orden vagamente cronológico, aquí algunos destaques de este año:

    • Aprendí a reconocer cómo se ve la depresión en mí. Qué la provoca, cómo se manifiesta, y cómo la puedo mandar a remisión. Este ha sido uno de los procesos más fuertes por los que me ha tocado pasar, pero los aprendizajes han sido invaluables.
    • Me hice consciente de los efectos del trastorno dismórfico corporal. Todavía me cuesta verme en el espejo y sentirme satisfecho con mi reflejo. Esto es algo con lo que había estado lidiando toda mi vida sin darme cuenta, hasta que pude ponerle nombre y entenderlo como lo que es: una enfermedad mental. Este año pude ver de manera más compasiva esta parte de mi vida, y dedicarle esfuerzo para entenderla y tratarla. El proceso es arduo y constante, pero hoy me encuentro en un lugar mucho más sano gracias a todo el trabajo que he hecho en este sentido.
    • Renuncié al mundo de las startups, y no pienso volver — por lo menos no pronto. Ahora lo único que quiero es estar en un trabajo estable. El mundo de la “disrupción” es cansado. Más aún cuando la única disrupción que el equipo de liderazgo puede concebir, es llegar a la siguiente ronda de inversión.
    • Encontré una rutina de ejercicio que me funciona. Desde abril, entrené 5 veces a la semana, y las únicas ocasiones en que falté a mi clase fue por enfermedad o por estar de viaje. Y aun cuando estuve de viaje, procuré usar los gimnasios de los hoteles y caminar lo más posible.
    • Vi a casi todos mis artistas favoritos en concierto. Kurt, Matisse (x2), Ale Zéguer, Elsa y Elmar, Las Villa, Los Rumberos.
    • Exploré nuevos hobbies, y encontré varios que me gustan y me emocionan. Comencé una colección de estampillas, me metí al mundo de la Formula 1.
    • Mejoré mi salud financiera, y mandé mi ansiedad por el dinero a remisión. Me cambié de banco, leí libros, compré cursos, y hasta platiqué con un par de coaches de finanzas.
    • Cambié de terapeuta y de estilo de tratamiento. La Terapia Cognitiva Conductual me ayudó durante los últimos dos años a estabilizarme, pero este año buscaba crecimiento. Actualmente, mi terapia es más humanista, y ha funcionado tremendamente bien.
    • Busqué, conocí, y platiqué por primera vez con mi papá. Es un hito importante en mi crecimiento personal, sin duda, y algo que me tomó años de terapia para poder siquiera pensar en hacerlo. El proceso continúa, pero hoy me siento contento de que he podido comenzar a sanar esa parte de mi vida.

    Cada uno de estos destaques se merece una entrada completa. Eventualmente las escribiré.

    Los libros que leí

    En 2022 relajé mi estrategia de lectura. No leí tantos libros como otros (o como pretendía leer a inicios de año), pero los que leí me ayudaron a responder grandes preguntas que tenía en mi cabeza.

    Los temas principales sobre los que leí fueron psicología/salud mental, dinero/finanzas/economía, y liderazgo/management.

    Aquí hay unos cuantos que realmente le dieron al clavo y me ayudaron a crecer durante el último año:

    Mi salud mental/estabilidad emocional

    Tengo un par de años usando Daylio para llevar el seguimiento de mi salud mental. La primera mitad del año me había sentido suficientemente estable como para utilizarla de manera continua. Pero poco después de que renuncié a Homie, noté que mi estabilidad emocional necesitaba un ajuste. Así que comencé a utilizarla de nuevo.

    Aquí un resumen de cómo me fue:

    • Registré 255 entradas y un total de 902 actividades en el diario.
    • El mejor día de la semana, en promedio, fue el sábado.
    • Mi mejor mes, diciembre.
    • Mi estabilidad anímica fue de 87/100.
    • De acuerdo al análisis, la actividad que más influencia tiene sobre mi estado de ánimo es caminar.

    Mi salud física

    Algunos datos que se me hacen interesantes…

    Sobre mis entrenamientos

    Toma en cuenta que únicamente representan mis workouts, no mi actividad total durante el día. Los dos tipos de entrenamiento principales durante mi año fueron caminata y entrenamiento funcional.

    Caminando:

    • Registré 243 sesiones de caminata.
    • Di 662,417 pasos.
    • Recorrí 547.14km.
    • Quemé 72,104.92kcal.
    • Lo más que caminé en una sola sesión fueron 17,151 pasos, el 18 de abril.
    • Mi caminata promedio dura 35 minutos.
    • Pasé 141 horas con 42 minutos y 56 segundos haciendo ejercicio caminando. Eso es un poco menos de 6 días completos.

    Entrenamiento funcional:

    • Registré 126 sesiones de entrenamiento funcional, comenzando el 13 de abril.
    • Di 130,129 pasos.
    • Quemé 71,682.92kcal.
    • 156.6bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio.
    • Mi sesión promedio dura 51 minutos.
    • Pasé 107 horas con 24 segundos haciendo entrenamiento funcional. Eso es un poco menos de 4 días y medio.

    El resto de tipos de ejercicio:

    • Registré 19 sesiones de natación, 10 de máquina elíptica, 2 de running, y 1 de bicicleta. El resto de los entrenamientos estuvieron marcados como “otro”.
    • Quemé 31,900.82kcal
    • 140.8bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio durante el entrenamiento.
    • La sesión promedio duró 35 minutos
    • Pasé 39 horas y media haciendo otros tipos de entrenamiento

    Tomando en cuenta todas mis sesiones de entrenamiento del año:

    • Pasé 12 días y 16 minutos entrenando.
    • La duración promedio de la sesión de xentrenamiento fue de 39 minutos.
    • Quemé 175,688.66kcal.
    • 129bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio cuando entreno.

    Sobre mi salud en general

    Estos datos también los saqué directamente de Apple Health. Toma en cuenta que uso un Apple Watch todos los días, pero no para dormir:

    • Promedio de 63 cuentas por minuto en mi frecuencia cardiaca en descanso.
    • Quemé 6,368kcal totales por semana.
    • Dormí 7.77 horas diarias.

    Mes a mes

    Aquí una visión más granular de lo que pasó mes con mes.

    • Enero: mejoré mi espacio de trabajo. Compré la silla de oficina que siempre quise (Herman Miller Embody), mudé toda mi vida a únicamente la planta baja de mi casa. Comencé activamente a buscar una mejora en mis finanzas personales.
    • Febrero: primer viaje a CDMX con mi novia. Vimos la Formula E, y el concierto de Las Villa, Humbe, y Matisse. Tomé acciones decisivas en la mejora de mi salud financiera: adquirí un seguro para el retiro.
    • Marzo: renuncié a Homie por salud mental e inicié procesos de reclutamiento con varias empresas. Volví a usar anteojos en el día a día.
    • Abril: descanso y esparcimiento. Me compré un Xbox, intenté seguir una nueva dieta, y comencé un nuevo plan de ejercicio, enfocándome en el aspecto funcional. Estuve de vacaciones todo el mes. Me cambié de banco, y comencé a automatizar todos mis gastos/inversiones.
    • Mayo: concierto de Kurt en Guadalajara, y comencé a trabajar en Etsy. Estuve en CDMX una semana, y tuve la oportunidad de cenar con Vicente Plata. Fui al Lunario del Auditorio Nacional a ver a Ale Zéguer en concierto, donde tuvo como invitada a Melissa Robles. A finales de mes, di una charla en la comunidad de desarrolladores local, contando mi experiencia en mi reciente cambio de trabajo.
    • Junio: roadtrip a CDMX con mi novia para ir al concierto de Elsa y Elmar. Nos dimos una escapada de fin de semana a Querétaro. Mandé a hacer un nuevo librero para mi sala, y lo instalaron. Tuvimos un susto de contagio de COVID, pero las pruebas resultaron negativas. Comencé una suscripción semanal de flores frescas, la cual todavía mantengo. Inicié proceso con mi nueva terapeuta. Retomé el seguimiento continuo a mi salud mental, usando Daylio.
    • Julio: por primera vez en la vida fui a un spa a que me hicieran un facial. Vimos a Los Rumberos en vivo aquí en Colima, en primera fila, y nos dimos un par de escapadas: a Tapalpa de fin de semana, y a Guadalajara al TalentLand. En Guadalajara visitamos varios museos. Me integré a un curso de manejo de finanzas personales. Cerramos el mes con un viaje a la playa.
    • Agosto: un mes bastante relajado, que aproveché para descansar y comenzar a desacelerar mi ritmo. Recibí retroalimentación de mi manager de que estaba trabajando muy duro, así que decidí bajarle el ritmo. Para final de mes, estuve de vuelta en CDMX para la apertura de las oficinas de Etsy México, y conecté con amigos.
    • Septiembre: visité Nueva York por primera vez. Conocí las oficinas de Etsy, y estuve unos cuantos días de vacaciones. Visité muchísimos museos, comí sin culpa, y tomé todas las fotos que pude. Este ha sido uno de mis viajes favoritos de toda la vida.
    • Octubre: 2 viajes a CDMX, uno por trabajo y otro por gusto. El destaque de este mes definitivamente fue el último fin de semana, pues asistí a la Formula 1. Resulta que la persona a mi lado también iba solo, y terminamos conviviendo todo el fin de semana.
    • Noviembre: comenzaron las temporadas de cumpleaños y festejos. Mi hermano, mamá, y mejor amigo, cumplen años uno tras otro a inicio del mes, así que fue una semana de mucho pastel. Busqué, conocí y platiqué con mi papá por primera vez. Para mitad de mes, otros dos grandes amigos se casaron el mismo día, uno a medio día y otro por la noche. Ese fin de semana estuvo movido. En la boda de uno de ellos conocí por fin a Leonidas Esteban. Cerré el mes con otra charla en la comunidad local.
    • Diciembre: por primera vez en mucho tiempo, no tenía ansiedad de que llegara diciembre. Comencé el mes de vacaciones, festejando mi cumpleaños con un viaje a CDMX, y luego a Querétaro y Peña de Bernal. En Querétaro, de nuevo vimos a Matisse en concierto (mi regalo de cumpleaños por parte de mi novia). Regresamos a Colima, y organicé una cena con mis amigos más cercanos. Intercambiamos regalos y nos preparamos para las fiestas familiares.

    Las personas

    Agueda B., Mariela F., Vanessa M., André M., Jonathan C., Carlos F., Ilse P., Enrique E., Danny S., Isabel I., Francisco M., Martha C., Gerardo C., Darwin P..

    Fueron claves durante mi año. Gracias totales a cada una de ellas.

  • Cerré mis redes sociales. Casi todas.

    Hace un par de semanas, eliminé todo mi contenido de Twitter. Y aunque mi perfil dice que me moví a Mastodon, la realidad es que no se va a volver realmente un reemplazo para mi identidad en internet.

    Ese rol lo jugará este blog.

    Facebook dejé de usar por ahí de 2017. Instagram lo cerré el año pasado para cuidar mi salud mental. Y por fin, la semana pasada, Twitter se sumó a la lista de redes sociales de las que me he retirado.

    Si de verdad quieres saber qué onda conmigo:

  • 8 cosas que aprendí cuando me despidieron

    Ser despedido de un trabajo es un evento importante en tu carrera profesional. Casi me atrevería a decir que es un rito de paso. Irónicamente, poco se habla de esto en la industria.

    Steve Buccini, escribiendo en su blog:

    La única cosa que deseaba más que nada después de que me corrieran, incluso más que cualquier otro trabajo, era que alguien levantara la mano y hablara en términos simples, honestamente y con toda franquesa. Ese es mi objetivo con esta pieza.

    Steve comparte 8 cosas que aprendió de ser despedido:

    1. Que te corran es una experiencia profundamente solitaria
    2. Va a tomar más de lo que piensas
    3. La cantidad de entrevistas que tienes no son necesariamente un reflejo de qué tan deseable eres como profesional
    4. Tendrás que hacer cosas que no quieres hacer
    5. La mayoría de los ofrecimientos para ayudarte son respuestas reflexivas
    6. La honestidad solamente te puede perjudicar
    7. Probablemente, deberías de rechazar esa oferta de trabajo
    8. Aprenderás más de que te corran que de lo que hiciste en tu trabajo

    Si te tomas el tiempo de leer la pieza completa, probablemente estés de acuerdo conmigo: hay algunos dejos de resentimiento y frustración en el lenguaje. Me gustaría que tomaras esto en consideración si es que decides tomar estos aprendizajes de corazón.

    Resalto el aprendizaje número 8 de Steve: Aprenderás más de que te corran que de lo que hiciste en el trabajo. Comenta:

    Después de que me corrieran, mi principal emoción era una de alivio. No me lo esperaba. Estaba en aprietos: COVID estaba con toda la fuerza y ya no tenía seguro, el mercado de valores estaba cayéndose y tenía poco efectivo, vivía fuera de mi país y estaban cerrando las fronteras. ¿Por qué sentiría alivio? Porque sabía que no me gustaba mi trabajo, pero no tenía el valor de renunciar para cuando la pandemia llegó. Me hicieron un favor al aventarme por la borda.

    Mi deseo es que, como Steve, tú eventualmente aprendas que detenerte a preguntarte qué es lo que realmente quieres, y actuar por ello, no es un acto de egoísmo, sino de valentía. Solo espero que no te tengan que correr para que lo entiendas.

  • El paso después de Senior no es convertirte en Manager

    El otro día, un amigo que hoy en día trabaja como Senior Software Engineer se sinceró conmigo.

    A pesar de que en su trabajo le pagan bastante bien, y bajo todos los estándares, es un buen empleo, está extremadamente frustrado. “Ya estoy harto de hacer diario lo mismo.” Me platicó que su día a día se ha vuelto tan monótono, que hasta las ganas de programar se le están quitando.

    “No hay nada interesante para hacer. Puros forms, maquetado, y resolver bugs de renderizado.”

    Cuando le pregunté si había algo que pudiera hacer para cambiar su situación, su respuesta no me sorprendió en absoluto.

    “Sí, convertirme en manager. Pero me caga la gente.”

    Si ya no hay nada interesante por hacer como senior, ¿realmente tu única opción es convertirte en manager?

    Es común pensar que la única opción de crecimiento, después de haber sido Senior por un buen rato, es convertirte en Manager. Pero esto no es cierto. El menú está abierto, y en las circunstancias correctas, aun con tu seniority, puedes seguir creciendo tu carrera de desarrollador sin tener que convertirte en gerente de nadie.

    Lo único que tienes que hacer es estar consciente de lo que esto significa.

    Convertirte en manager no es tu única opción de crecimiento después de ser senior

    Algunas personas, cuando llegan a cierto nivel de seniority como desarrolladores, dejan de preocuparse por su carrera. Le dejan de prestar atención a su crecimiento profesional porque creen que el único paso que está delante es el convertirse en management. Algo que no quieren hacer.

    Opino que esto viene de la idea de que únicamente existe un camino de crecimiento profesional. Como mencioné en la última Sesión Grupal de Soft Skills para Devs, esto es completamente erróneo.

    Llegar a ser Senior no significa que no puedes seguir avanzando en tu carrera. Después de convertirte en experto en tu tecnología, tendrás más oportunidades de aportar valor de una manera mucho más amplia. Si no te quieres convertir en manager, después de ser Senior, te podrás convertir en Staff Engineer. Y si quieres continuar por la ruta de contribuidor individual, es decir, sin tener que manejar personas, puedes incluso llegar a convertirte en Principal Engineer.

    Mientras más seniority tienes, menos se mide tu impacto en líneas de código

    En la empresa correcta, una vez que eres Senior, convertirte en manager no es “lo que sigue”.

    Pero aquí hay algo que tienes que considerar: mientras más creces en tu carrera como contribuidor individual, menos se mide tu impacto en líneas de código. Habilitar a otros desarrolladores, aportar valor a otros equipos y áreas de negocio, dar visibilidad a problemas. Todas estas son competencias clave que vas a tener que desarrollar, sí o sí. Todas ellas, van a requerir que le pongas atención, de alguna u otra manera, a tus Soft Skills y a tus habilidades de colaboración con otras personas.

    Está bien que no te guste (o te cague) la gente. No todas las personas somos sociales por naturaleza.

    Pero la oportunidad de mejorar tu carrera ahí está. Si no quieres convertirte en manager, no tienes que hacerlo.

    Lo que sí tienes que hacer, es asegurarte de estar en la empresa correcta para seguir creciendo sin tener que tomar tareas administrativas. Y trabajar en tus Soft Skills.

  • Convertirte en manager no es un ascenso. Es un cambio de carrera.

    Si en tu empresa te quieren ascender a manager porque eres la persona con mejores capacidades técnicas de tu equipo: felicidades. Acabas de ser víctima del Peter Principle, que dice:

    “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia.”

    ¿Hiciste un buen trabajo como Jr.? Felicidades, ahora eres Mid. ¿Seguiste haciendo un buen trabajo? Genial, ahora eres Sr. ¿Sigues siendo excelente en tu trabajo como desarrollador? Felicidades, ahora eres manager, y tienes responsabilidades para las que no estás preparado, y probablemente ni siquiera quieras tomar.

    Las habilidades fundamentales que te hicieron tener éxito como contribuidor individual, no son las mismas que te harán tener éxito como manager.

    Escribir “buen” código no se traduce en capacidad para analizar y resolver problemas organizacionales. Saber escoger el lenguaje de programación o framework adecuado para resolver un problema de arquitectura, no se traduce en saber entender las necesidades personales y aspiraciones profesionales de tu equipo, y alinearlas con las de la empresa.

    Probablemente, dentro de tu organización, el convertirte en manager venga con aumentos salariales o mayores prestaciones. Pero ten en cuenta que es un trabajo completamente diferente. Convertirte en manager no es un ascenso. Es un cambio de carrera completo. Puede que estés trabajando en tu misma industria; incluso hasta con el mismo equipo. Pero tus responsabilidades ahora son completamente diferentes.

    Antes de aceptar el “ascenso”, pregúntate: ¿sabes a qué te estás metiendo? ¿Estás consciente de las implicaciones del nuevo rol? Y más importante aún, ¿quieres hacerlo?

    No tener claras las respuestas a estas preguntas te pone en riesgo de sufrir burnout.

    Estarás jugando otro juego. Uno que no conoces. ¿Cómo vas a ganar?

Ayudo a personas que trabajan con software a mejorar sus carreras profesionales.

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