La capacidad que tienes de tomar decisiones por tu propia cuenta, y de moldear tu entorno a tu propio criterio.
Alguien que ejerce su sentido de agencia es capaz de rechazar premisas que no le funcionan, y buscar aquellas que sí.
Alguien que no lo hace, se deja llevar por la corriente y los dogmas impuestos por su entorno.