Charity Mayors escribe en su blog sobre su carrera de 40 años en la industria del software. Cuenta la historia desde su niñez hasta que le “cayó su primer 20” sobre quien era. El pasaje que más resonó conmigo es en el que habla de lo que le ha funcionado para mantener la motivación todo este tiempo:
Will Larson ha hablado mucho sobre cómo su motivación subyacente es “avanzar en la industria”. Me encanta eso para él. Es un pensador tan estructurado y escritor prolífico, y la industria necesita su ayuda, desesperadamente.
Durante un tiempo pensé que esa era mi motivación también. Y seguro, eso es una gran parte de ello, particularmente cuando se trata de observabilidad y mi trabajo diario.
Pero cuando pienso en lo que realmente me activa a nivel molecular, es un poco diferente. Se trata de vivir una vida significativa, y actuar con integridad, y construir cosas de valor duradero en lugar de derribarlas.
Al igual que Charity, creo que he llegado a un punto en el que valoro más la satisfacción interna derivada de mi trabajo, más que la recompensa al final del camino. El trabajo en sí es la recompensa, y darme cuenta de esto me ha ayudado a aclarar mis prioridades, y poner en perspectiva las oportunidades que se me presentan.
Por ejemplo, durante los últimos meses he estado dando coaching a algunas personas que están interesadas en irse por la carrera de Engineering Manager, y una de las preguntas más comunes que me hacen es si disfruto el trabajo de manager. Para su sorpresa les digo que no, no disfruto el trabajo de manager; lo que disfruto es lo que sucede al rededor del trabajo de manager: la interacción con otras personas, las relaciones que tengo la oportunidad de crear y nutrir, el crecimiento que promuevo, y la confianza que otros depositan en mí para ayudarles a resolver sus problemas. ¿Hacer reportes, performance reviews, y cuadrar prioridades con stakeholders? Afortunadamente soy bueno haciéndolo, pero no estoy seguro que sea algo que disfrute — lo tengo que hacer para poder enfocarme en lo que realmente me da la satisfacción que busco al final del día.
Charity continúa:
Muchas personas han tenido trabajos en los que sus empleadores exigían un compromiso total, pero no sentían la responsabilidad de tratarlos bien o de manera justa a cambio. Mucha gente nunca ha experimentado el trabajo como algo más que una rutina despersonalizante, o un ejercicio de explotación, y eso es desgarrador.
No creo que haya nada moralmente superior en las personas que quieren que su trabajo sea un vehículo de crecimiento personal en lugar de solo un cheque de pago. No creo que haya nada de malo en solo querer un cheque de pago, o querer trabajar lo mínimo para arreglárselas. Pero no es lo que quiero para mí, y no creo que esté sola en esto.
No lo está. Me siento afortunado de que varias empresas me han buscado recientemente para ofrecerme empleo, algunas aplicando la de “billetazos en la cara”. Y me siento orgulloso conmigo mismo porque una cifra grande de dinero ya no es razón suficiente para tomar una decisión de carrera.
Justo ayer publiqué al respecto en Cuando sabes lo que quieres (y lo que no), la cosa se pone más fácil:
Una vez que sabes qué es lo que quieres, tu única responsabilidad es alinear tu ambiente para hacer más de lo que necesitas, y menos de lo que no.
Neta, neta, neta, lo último que quiero es “““““ayudar a bancarizar México”””””.
BTW, es la segunda vez que linkeo a un artículo de Charity. Le voy a poner más atención a su contenido.