• Por qué las voces más populares dan los peores consejos

    Me gustó este artículo que explora por qué las voces más populares (las más fuertes) dan los peores consejos. 3 factores:

    Primero: Captación de audiencia. Alguien puede difundir deliberadamente información errónea o sensacionalista para apaciguar a su audiencia y obtener más ingresos publicitarios.

    Segundo: Desajuste de habilidades. Es posible que las habilidades necesarias para el crecimiento de una gran marca sean ortogonales a la precisión o utilidad de dicha información.

    Tercero: Efecto de arrastre. Los comentarios sensacionalistas tienen más probabilidades de viralizarse y generar mayor cobertura y apoyo. En el “mercado de las ideas”, las malas ideas o creencias tienden a prevalecer.

    Luego el autor da algunos ejemplos políticos y económicos. Pero el cierre del artículo es lo que no te puedes perder:

    Por eso hay que ser siempre escéptico ante las narrativas populares. En el caso de las malas políticas, las élites políticas no son tan inteligentes ni objetivas como se suele suponer. Actúan con información incompleta y están afectadas por sesgos, como todos los demás. En cuanto a las redes sociales, más seguidores tampoco implican mejores consejos. La evidencia anterior, en todo caso, sugiere una relación inversa.

    Correlación no es causalidad.

  • Revisando mi artículo: La “industria de la tecnología” ya no existe

    Hace un poco más de un año publiqué La “industria de la tecnología” ya no existe, uno de mis artículos más populares:

    En retrospectiva, creo que a lo que por mucho tiempo le llamamos “industria de la tecnología”, no era más que un conjunto de factores que hacía que fuera más valioso saber cómo hacer las cosas, que preocuparte por el qué.

    En la industria de la tecnología, lo que importaba era tener habilidades técnicas suficientemente desarrolladas y sólidas en una tecnología particular, para que pudieras pivotar de ser necesario.

    Nos pagaban por crear soluciones primero, y luego buscar problemas.

    Predije que habría algunos cambios en el comportamiento y prioridades de las empresas:

    Hoy en día las empresas sí tienen un problema: que necesitan generar dinero. Y lo van a hacer de la manera que les sea posible.

    Creo que esto significa que las empresas…

    • Van a aprovechar la sobreoferta de desarrolladores medianamente capacitados, porque son más baratos.
    • Van a dejar de enfocarse en hacer tecnología, y más bien en resolver problemas de negocio fundamentales (comprar soluciones, en vez de desarrollarlas en casa).
    • Van a pagar los grandes sueldos y beneficios a personas que sepan hacer algo más que simplemente escribir código: a personas que tengan algo tangible que aportar al negocio.

    El panorama laboral para las personas que únicamente saben programar se ve cada vez más complicado.

    … y cómo evolucionaría el mercado:

    La IA, en sí, es bastante útil. Pero creo que va a suceder lo mismo que sucedió hace unos años; tal vez más rápido. Las personas que llevan años desarrollando inteligencia artificial van a tener — están teniendo — por fin sus años de bonanza. Mientras que muchísimas personas están corriendo para subirse al tren y volverse competentes en el área.

    La semana pasada se supo que Meta supuestamente estaba ofreciendo paquetes de compensación de $100 mdd (sí, millones de dólares) a expertos en AI. Ni en la época dorada del desarrollo móvil se escuchaba eso.

    Pero no deja de ser una burbuja:

    Eventualmente, las dinámicas de mercado volverán a hacer lo suyo, y la oferta va a sobrepasar la demanda, y volveremos a comenzar con una nueva industria, un nuevo juguete, la siguiente gran creación (¿tal vez ahora sí sea VR?).

    Al ritmo al que vamos, la IA no va a ser lo último que genere oportunidades de crear riquezas generacionales. Pero como dicen los economistas, es raro encontrarse un billete de $500 en la acera, porque seguro alguien más lo agarró antes que tú.

  • Estamos en la era del A Nadie Le Importa

    Dan Sinker publica en su blog una pieza llamada The Who Cares Era:

    A principios de esta semana, se descubrió que tanto el Chicago Sun-Times como el Philadelphia Inquirer habían publicado un “suplemento especial” producido externamente que contenía datos, expertos y títulos de libros, creados íntegramente por un chatbot de IA. Se ha escrito mucho sobre esto (el de la exeditora de Chicago Reader, Martha Bayne, es el mejor), y no necesito repetirlo todo. Pero lo más desalentador para mí es que, en cada paso del proceso, a nadie le importó.

    Al escritor no le importó. A los editores del suplemento no les importó. A los empresarios de ambos lados de la venta del suplemento no les importó. A la producción no le importó. Y el hecho de que tardaran dos días en descubrir este desastre épico en la versión impresa significa que, en última instancia, al lector tampoco le importó.

    He escrito antes sobre cómo las empresas buscan soluciones que sean “suficientemente buenas”. Saber programar ya no te garantiza un empleo (ni te hace especial):

    ¿Qué importan tus 20 años de experiencia, si puedo obtener un resultado comparable (tal vez no igual, pero comparable) con un ahorro del 90 % si contrato a alguien no tan experimentado, pero que le pueda hacer las preguntas correctas a un LLM?

    Dan tiene esto qué decir sobre la IA y sus efectos:

    Es una máquina de mediocridad por defecto, que intenta convertir todo lo que toca en un promedio matemático. Con cantidades extraordinarias de recursos, tiene la capacidad de crear algo suficientemente bueno, un simulacro de normalidad que, con solo entrecerrar los ojos, parece correcto. Si no te importa, es milagroso. Si sí, la ilusión se desmorona rápidamente. El hecho de que la base de usuarios de chatbots de IA haya crecido exponencialmente demuestra que, de hecho, basta con lo suficientemente bueno para la mayoría de la gente. Porque a la mayoría de la gente no le importa.

    Una empresa existe para hacer dinero, y obviamente van a buscar hacerlo de la manera más eficiente posible. “Suficientemente bueno” es lo que buscan; y ya. 

    Estoy 100 % de acuerdo con Dan sobre la ventaja competitiva que tenemos en frente:

    En la era del “a quién le importa”, lo más radical es preocuparse.

    En una época donde las máquinas producen mediocridad, crea algo tú mismo. Hazlo imperfecto. Hazlo rudimentario. Simplemente hazlo. 

    En la era donde hacer algo “suficientemente bueno” sale virtualmente gratis, las demostraciones de humanidad se van a volver cada vez más valiosas. Y ser humano significa ser imperfecto e ineficiente.

  • Va a haber una segunda parte de La Red Social

    Justin Kroll en Dadline.com:

    Tras años insinuando una posible secuela de su drama ganador del Óscar, La Red Social, Aaron Sorkin parece haber encontrado un enfoque para su siguiente película. Según informa Deadline, Sorkin dirigirá La Red Social Parte II para Sony Pictures. Fuentes cercanas afirman que, aunque se llama segunda parte, no se trata de una secuela directa, sino de una continuación de la película original que exploró los orígenes de lo que se convertiría en la plataforma de redes sociales más grande del mundo.

    La Red Social es una de mis películas favoritas de toda la vida, y el soundtrack es una pieza maestra para trabajar concentrado.

  • Tienes que ver Sinners

    Sinners con Michael B. Jordan y Hailee Steinfeld. Tienes que verla, idealmente sin haber visto el trailer o leído de qué se trata. Te va a volar la cabeza. Es de lo más entretenido que he visto en los últimos años, y me arrepiento de no haberla visto en el cine (en Guadalajara todavía está en una sala de Cinépolis).

  • Pathfinder es una herramienta para encontrar las conexiones entre dos conceptos

    Me acabo de encontrar Pathfinder, una herramienta que encuentra las conexiones entre dos conceptos y te las muestra gráficamente.

    Programación y Religión:

    Pathfinder - Concept Explorer - June 29 2025 - vMjtDFzM@2x.

    Tecnología y filosofía:

    Pathfinder - Concept Explorer - June 30 2025 - Mv8k7h2T@2x.

  • Mattel y OpenAI se unen para “redefinir el futuro de los juguetes”

    Hypebeast:

    Aprovechando la experiencia de OpenAI en tecnología de IA, incluyendo herramientas como ChatGPT, Mattel pretende desarrollar juguetes interactivos que se adapten a las necesidades de desarrollo de los niños, fomentando experiencias de juego personalizadas e imaginativas. Si bien los detalles específicos del producto aún se desconocen, se espera que las primeras ofertas impulsadas por IA se anuncien a finales de este año, con una exploración inicial en marcas populares como Barbie, Hot Wheels y American Girl. Esta iniciativa subraya el compromiso de Mattel de seguir siendo un socio de confianza para las familias mediante la adopción inteligente de nuevas tecnologías.

    Si ahorita los padres de familia la tienen fácil dándole un iPad a sus hijos para mantenerlos tranquilos, ahora con un muñeco que literalmente los puede tratar como si fuera una persona real, ¿qué puede malir sal?

  • Lo mismo de siempre

    Acabo de publicar en mi newsletter semanal, Lo mismo de siempre:

    Automatizar sin propósito genera ruido, no impacto. El mercado está saturado de expectativas mal calibradas, currículums inflados y desarrolladores que no saben para qué quieren lo que quieren. Aprender a programar no es el problema; aprender a pensar, tal vez sí lo sea.

  • Usar ChatGPT causa “deuda cognitiva”

    El MIT publicó un estudio que introduce un concepto que me parece fascinante:

    Cuando las personas no logran un compromiso crítico con un tema, su escritura puede volverse sesgada y superficial. Este patrón refleja la acumulación de deuda cognitiva, una condición en la que la dependencia repetida de sistemas externos, como los LLM, reemplaza los procesos cognitivos esforzados necesarios para el pensamiento independiente.

    La deuda cognitiva retrasa el esfuerzo mental a corto plazo, pero genera costos a largo plazo, como una menor indagación crítica, mayor vulnerabilidad a la manipulación y menor creatividad. Cuando los participantes reproducen sugerencias sin evaluar su precisión o relevancia, no solo pierden la propiedad de las ideas, sino que también corren el riesgo de internalizar perspectivas superficiales o sesgadas.

    Me gusta el concepto de “deuda cognitiva”, porque encapsula la noción de que el esfuerzo que te vas ahorrar si ChatGPT hace las cosas por ti, lo vas a tener que pagar de alguna otra manera (en el mercado laboral).

    Andrew R. Chow escribe en Time.com:

    El estudio dividió a 54 sujetos (de 18 a 39 años del área de Boston) en tres grupos y les pidió que escribieran varios ensayos del SAT utilizando ChatGPT de OpenAI, el motor de búsqueda de Google, y ninguna herramienta, respectivamente. Los investigadores utilizaron un electroencefalograma (EEG) para registrar la actividad cerebral de los escritores en 32 regiones cerebrales y descubrieron que, de los tres grupos, los usuarios de ChatGPT presentaban la menor interacción cerebral y un rendimiento consistentemente inferior a nivel neuronal, lingüístico y conductual. A lo largo de varios meses, los usuarios de ChatGPT se volvieron más perezosos con cada ensayo, recurriendo a menudo a copiar y pegar al final del estudio.

    […]

    Tras escribir los tres ensayos, se pidió a los sujetos que reescribieran uno de sus trabajos anteriores. Sin embargo, el grupo ChatGPT tuvo que hacerlo sin la herramienta, mientras que el grupo que solo usó el cerebro pudo usar ChatGPT. El primer grupo recordaba poco de sus propios ensayos y mostró ondas cerebrales alfa y theta más débiles, lo que probablemente reflejaba una omisión de los procesos de memoria profunda. «La tarea se ejecutó, y se podría decir que fue eficiente y práctica», afirma Kosmyna. «Pero, como demostramos en el estudio, básicamente no se integró nada en las redes de memoria».

    Mark my words: los siguientes años, la ventaja competitiva en el mercado laboral la van a tener las personas que pueden demostrar pensamiento crítico cara a cara, no quellas que tengan más mejores habilidades técnicas.

  • Titanic, Ship of Dreams

    Acabo de escuchar el último episodio de Titanic, Ship of Dreams, un podcast documental que cuenta la historia de (adivinaste) el Titanic.

    12 episodios de storytelling exquisito, con entrevistas de expertos, historiadores, y hasta familiares de personas que estuvieron directamente involucradas en la tragedia.

    No lo puedo recomendar lo suficiente. Tienes que escucharlo.

  • El método 3/3/3 para estructurar el día

    Oliver Burkeman, uno de mis autores más favoritos del mundo, comparte la forma en que setructura su día — el método 3/3/3:

    • Dedicar tres horas a mi proyecto más importante actual, habiendo definido un objetivo específico para el progreso que pretendo lograr ese día;
    • Completar tres tareas cortas, generalmente tareas urgentes o tareas “pegajosas” que he estado evitando, normalmente de solo unos minutos cada una (también cuento las llamadas y reuniones); y
    • Dedicar tiempo a tres “actividades de mantenimiento”, cosas que requieren mi atención diaria para que mi vida funcione a la perfección.

    La aplicación de task management que uso desde hace un rato es OmniFocus, y me gusta bastante su concepto de Perspectivas. La forma en que me he mantenido en forma con mi productividad es tener una perspectiva que llamo “Today”, y lo que hago es, durante mis reviews, seleccionar de mi (interminable) lista de cosas por hacer las más importantes para el día de hoy. Comenzaré a aplicar la idea 3/3/3 pronto, a ver cómo me va. 

    PD — Si no has leído 4,000 Weeks, te estás tardando. $399 MXN en Amazon, es una ganga.

  • Entrenar LLMs es un pésimo negocio — si no tienes un producto al cuál integrarlo

    En un artículo del año pasado, Cal Paterson predice que construir (entrenar) LLMs no va a ser un buen negocio, gracias a los principios económicos de la industria:

    Existen cinco componentes básicos (“fuerzas”) que definen la posición de una empresa:

    • El poder de sus proveedores para aumentar sus precios
    • El poder de sus compradores para reducir sus precios
    • La fuerza de la competencia directa
    • La amenaza de nuevos participantes
    • La amenaza de sustitutos

    Es la estructura del sector la que determina la rentabilidad de un negocio. No la eficiencia, ni el trabajo duro, ni la innovación.

    Si ninguna de las fuerzas está en su contra, su negocio prosperará. Si todas están en su contra, estará en la misma posición que las aerolíneas. Y si todas están a su favor: ¡genial!, es Coca-Cola.

    La implicación aquí es que las aerolíneas son famosamente negocios horribles que no generan dinero de manera directa, así buscan apalancarse de cualquier otro mecanismo para tener ganancias. Puedes ver este video para entender por qué, por ejemplo, muchas aerolíneas en realidad son bancos que operan aviones.

    Coca-Cola, por otro lado, es un gran negocio porque sus insumos son bastante simples, y es un ejercicio de mercadotecnia.

    ¿Y qué tiene que ver esto con los LLMs? Que prácticamente todas las compañías que están entrenando nuevos modelos tienen una sola y gran dependencia: NVIDIA. 

    En realidad, los fabricantes de LLM solo tienen un proveedor real: NVIDIA. NVIDIA fabrica los chips en los que se entrenan todos los modelos, independientemente del proveedor de la nube. Y eso le otorga a NVIDIA un poder de fijación de precios colosal, casi absoluto. NVIDIA es más potente en comparación con Anthropic u OpenAI de lo que Airbus o Boeing jamás podrían soñar.

    Ahora, The Information reporta que OpenAI está ofreciendo acceso a su modelo o3 con descuentos de hasta el 90% para nuevos clientes, confirmando la sospecha de Ben Thompson del año pasado: el valor de los LLMs va a estar ligado a la plataforma, no a la capacidad del modelo:

    Soy escéptico: creo que los modelos ciertamente diferirán, pero no lo suficiente como para no ser tratados como productos básicos; el mayor valor se obtendrá al crear plataformas que traten los modelos como procesadores, ofreciendo mejoras de rendimiento a los desarrolladores que nunca necesitan saber qué sucede en segundo plano. Esto significa que los mayores beneficios se obtendrán del alcance horizontal (en la capa de API, la capa de modelo y la capa de GPU), a diferencia de la integración vertical; Google debe demostrarme que estoy equivocado.

    Recapitulemos. Para poder entrenar un LLM requieres una cantidad estúpida de GPUs, y NVIDIA es la única compañía que tiene la capacidad para producirlos a la escala necesaria, así que ellos controlan el mercado y te van a hacer pagar hasta por los ojos. Digamos que consigues el dinero, y logras poner tu data center. ¿Cómo vas a competir con OpenAI, que tiene reconocimiento de marca, presencia mundial, una plataforma, y que estáofreciendo o3 con un 90% de descuento?

    Volviendo al artículo de Cal:

    Las empresas de software son muy buenas empresas. No tienen proveedores reales, su software suele ser único, por lo que no hay competencia, y el sustituto es simplemente fabricarlo uno mismo. Por esta razón, las empresas de software suelen tener márgenes de beneficio muy altos.

    El problema es que no todas las empresas tecnológicas son empresas de software. Si tienes un único proveedor enormemente poderoso como NVIDIA, la rentabilidad de tu empresa se parecerá menos a la de Microsoft Office y más a la de Pan-Am.

    Los próximos años se anticipan interesantes.

  • ¿Cuánto tiempo le tienes que dar a tu nuevo empleo antes de saber si es buen fit?

    Charity Majors, CTO de Honeycomb.io, en su blog personal, responde la pregunta de un lector sobre cuándo tiempo deberías darle a tu nuevo empleo para saber si es el indicado para ti o no:

    Cero. Deberías darle 0 tiempo. Ya lo sabes, y lo has sabido durante mucho tiempo; no va a cambiar. Lo siento. 💔

    No estoy diciendo que debas renunciar mañana, una persona necesita comer, pero probablemente deberías empezar a pensar en términos de cómo manejar el problema y liberarte de él, no como si estuvieras esperando a ver si será una buena opción.

    Un buen amigo una vez me dijo algo que se me quedó grabado en la mente: los empleos son tan malos que hasta te pagan por hacerlos. 

    Obviamente es hipérbole, pero hay un pedazo de verdad en todo eso. Jeff Bezos tiene una versión de esta idea: “considérate afortunado si te gusta el 50% de tu empleo”. Es decir, no puedes esperar que todo en tu empleo sea fácil y sin complicaciones, pero tienes que mantener tu estandar de qué es aceptable y qué no. 

    Cada trabajo que he aceptado, lo supe en la primera semana si era adecuado para mí o no. Eso podría estar exagerando un poco las cosas (la memoria puede ser así). Pero definitivamente tuve una fuerte reacción visceral a la empresa a los pocos días de comenzar, y el resto de mi mandato fue más o menos congruente con esa reacción.

    La primera semana en CADA trabajo es un lío de ansiedad y nervios y cuestionarte a ti mismo y a los que te rodean. Nunca son pelusas cálidas. Pero en los trabajos que terminé amando y quedándome a largo plazo, la ansiedad era como “Dios mío, esta gente es tan genial y tan jodidamente competente, espero poder estar a la altura de sus expectativas”.

    Y luego estaban los trabajos en los que la ansiedad que sentía era más como una sensación hundida de pavor, de “oooohhh Dios, espero que esto sea único y no el tipo de cosa que encontraré todos los días”.

    Si algo no se siente bien, ponle atención. Obviamente, no tomes decisiones viscerales, pero como dice Charity al inicio, tienes que tomarlo como una señal de que bueno, ahora tu chamba es encontrar otra chamba.

    Core skill a desarrollar en la vida profesional y personal: confiar en tu intuición. Cuando algo o alguien me ha dado desconfianza, y he ignorado a mi intuición, he terminado en situaciones desagradables. Como cuando decidí emprender un negocio con un conocido y al momento de cerrar el trato el apretón de manos fue de pescado muerto.

  • La programación con LLMs acaba de cruzar un habismo

    En el blog de Singleton.io:

    En los últimos meses, algo fundamental cambió para mí con los agentes autónomos de programación con IA. Han pasado de ser una curiosidad de “¡Oye, esto es genial!” a algo sin lo que realmente no puedo imaginarme trabajar. No de forma superficial ni exagerada, sino de una forma muy concreta: “esto está cambiando mi forma de crear software”.

    Si imagino una escalera de nuestra relación en evolución con los agentes de codificación, hemos subido a un nuevo peldaño. Hemos pasado de “autocompletado más inteligente” y “ayudante por encima del hombro” a relaciones genuinas de “delegado a” – son como pasantes ansiosos y decididos.

    Este post está bueno porque ofrece una perspectiva de cómo diferentes tareas que se hacen durante el ciclo de vida del desarrollo están siendo automatizadas más y más con el uso de LLMs y agentes. Hay varios ejemplos prácticos ahí que me gustaron.

    Me gusta también que el autor ofrece una perspectiva realista de qué puede pasar si nos vamos con la finta de que ya estamos en una panacea:

    Cuando estás aprendiendo una nueva tecnología, la IA puede ayudarte a progresar lo suficiente como para pintarte en una esquina. Generará con confianza código que se ejecuta, pero refuerza sus propios conceptos erróneos sutiles sobre cómo funciona el sistema subyacente. Sin una base sólida, no se puede distinguir entre buenas sugerencias de IA y tonterías que suenan plausibles. Por lo tanto, una sólida comprensión de cómo escribir y estructurar el código sigue siendo muy importante para utilizar mejor esta tecnología.

    Tener output de manera más económica gracias a una nueva herramienta, no te exhime de la responsabilidad del resto del sistema y sus implicaciones. En un post pasado escribí que ChatGPT no es tan diferente de una calculadora: ambas te ayudan a llegar a una respuesta más rápido. Pero donde la calculadora nada más te ayuda un paso a la vez, ChatGPT te resuelve todo de un jalón. Y esa distinción nos puede hacer corto circuito para pensar que ya no necesitamos entender los fundamentales que se expresan a través de la parte mecánica que automatizamos.

    Recuerda: teclear es la parte fácil. Nunca se trató de eso.

  • Construye una marca personal antes de que sea muy tarde

    Craig Jamieson escribe sobre la importancia de tener una marca personal:

    Solía tener una regla. Si me sorprendía quejándome demasiado a menudo del lugar donde trabajaba, probablemente era hora de seguir adelante. Esa mentalidad me ayudó a evitar el resentimiento. Me ayudó a actuar antes de quemarme. Pero estamos viviendo en uno de los mercados más difíciles que he visto en años. No le deseo desempleo a nadie, y alejarse no siempre es posible.

    Aun así, demasiadas personas están sentadas frustradas y no hacen nada para cambiar su situación. No tomar medidas para mejorar las cosas en el trabajo. No hacer el arduo trabajo de aparecer públicamente y construir una presencia. No hacer mucho de nada, excepto quejarse.

    Cuando estás en una situación difícil, tienes de dos: o sufres agachando la cabeza, aceptando el status quo, y frustrándote cada día más; o sufres haciendo lo necesario para cambiar las cosas.

    No es fácil, ni justo. Pero es lo que toca. Comienza por identificar tus opciones:

    Algunos problemas de trabajo se pueden resolver. Se necesitan conversaciones difíciles, claridad y coraje. Si el equipo está roto, si el liderazgo está fuera, si el rol ha cambiado, tienes que hablar. Sugerir cambios. Redefina su valor. Establece límites. Nada de esto es fácil, pero es posible.

    Si la situación no mejora, todavía tienes opciones. Empieza a poner energía en cómo te presentas fuera del trabajo. Comience a construir el tipo de presencia que le dé influencia cuando llegue la próxima oportunidad.

    Eso significa actualizar tu sitio web. Actualizando tu LinkedIn. Poniendo tu trabajo ahí fuera. Reescribiendo tu biografía para que refleje dónde estás ahora, no dónde estabas hace cinco años. No necesitas convertirte en una máquina de contenido. Solo necesitas ser visible y consistente.

    Y ejecutar con consistencia y dedicación antes de que creas que lo vas a necesitar:

    Si quieres cambiar tu situación, no puedes esperar hasta que te obliguen a actuar. Ahí es cuando la gente entra en pánico. Ahí es cuando se apresuran a actualizar un currículum o escribir una publicación después de seis meses de silencio. Nunca es efectivo.

    Por más que me gustaría que escribir en este blog fuera suficiente para pagar las cuentas, y a pesar de que me leen miles de personas todas las semanas en mi newsletter, la realidad es que el mayor uso que le he dado a mi marca personal es la de conectarme con potenciales empleadores.