Creo que es inevitable que nos volvamos dependientes de la IA.
En el 1990, traer un teléfono contigo era considerado innecesario. En los 2000 se comenzó a normalizar, y surgieron un montón de dudas sobre la viabilidad de siempre tener un aparato con nosotros.
La cosa es que los smartphones son herramientas tan útiles y de tanto valor, que no tuvimos de otra más que crear la infraestructura —social y tecnológica— necesaria para soportarlos.
Acuérdate que el primer iPhone no tenía 3G, y solo estaba disponible en AT&T en EEUU.
Hoy en día, nadie sale sin su teléfono, y muchas personas, sobre todo las nuevas generaciones, ya no se saben los nombres de las calles de sus colonias.
En muchos aspectos, somos dependientes de nuestra smartphone. Para ubicarnos, comunicarnos, capturar ideas y recuerdos, y hasta pagar. ¿Te animarías a salir a la calle sin el tuyo?
Creo que la IA va a seguir ese mismo camino. Es una herramienta tan útil que vamos a tener que crear la infraestructura —social y tecnológica— para asegurarnos de que vamos a poder seguirla usando. Y eventualmente, va a estar tan integrada en nuestro día a día que va a ser difícil no hacer algo usando IA de algún modo.
La diferencia entre la IA y los smartphones, creo, es que la IA es exponencialmente más efectiva e interactiva — y por ende, peligrosa. El uso de smartphones ya está asociado con comportamientos adictivos, y solo es un aparato que funciona como una ventana para un mundo al que finalmente estás decidiendo acceder o no.
La naturaleza de la manifestación de la inteligencia artificial a la que más personas están expuestas, una ventana de chat, difumina esa línea entre realidad y ficción. Y eso es lo peligroso. “Percepción es realidad”, dicen. Si le hace como pato, camina como pato, y parece pato, ¿es pato?
Nos vamos a hacer dependientes de la IA. Tenemos que hacer las pases con eso. Ahora enfoquémonos en buscar la forma de no hacernos dependientes de ella en aspectos que nieguen nuestra humanidad, comenzando por tener claro que no tenemos una relación con ChatGPT.