Estoy leyendo una entrevista que le hicieron a Ted Chiang hace unos meses, Life Is More Than an Engineering Problem, y la respuesta a esta pregunta se me hizo particularmente bella:
¿Qué papel juega la ciencia en tus historias? O, dicho de otro modo, ¿cuáles son los diferentes roles que desempeñan la ciencia y la magia en la ficción?
Algunas personas piensan en la ciencia como un conjunto de hechos, y los datos que la ciencia ha recopilado son importantes para nuestro estilo de vida moderno. Pero también se puede pensar en la ciencia como un proceso, como una forma de comprender el universo. Se puede escribir ficción que sea coherente con el conjunto específico de hechos que tenemos, o se puede escribir ficción que refleje la cosmovisión científica, incluso si no es coherente con ese conjunto de hechos. Por ejemplo, tomemos una historia donde se viaja a velocidades superiores a la de la luz. Viajar a velocidades superiores a la de la luz es imposible, pero la historia puede reflejar la cosmovisión general de la ciencia: la idea de que el universo es una máquina extremadamente compleja y que, mediante una observación cuidadosa, podemos deducir los principios por los que funciona esta máquina y luego aplicar lo aprendido para desarrollar tecnología basada en esos principios. Una historia así es fiel a la cosmovisión científica, así que diría que es ciencia ficción incluso si no es coherente con el conjunto de datos que tenemos actualmente.
En cambio, la magia implica una comprensión diferente del funcionamiento del universo. La magia es difícil de definir. Mucha gente diría que, por definición, la magia no puede tener reglas, y esa es una forma popular de verlo. Pero yo tengo una opinión diferente: diría que la magia es evidencia de que el universo sabe que eres una persona. No es que la magia no pueda tener reglas; es que las reglas se asemejan más a los patrones de la psicología humana o a las interacciones entre las personas. La magia significa que el universo se comporta no como una máquina gigante, sino como algo que te reconoce como una persona diferente de las demás, y que las personas son diferentes de las cosas. En cierto modo, el universo responde a tus intenciones de una manera que las leyes de la física tal como las entendemos no lo hacen.
Estas son dos maneras muy diferentes de entender el funcionamiento del universo, y la ficción puede abordar cualquiera de las dos. La ciencia debe adherirse a la cosmovisión científica, pero la ficción no es un proyecto de ingeniería. El autor puede elegir la que mejor se adapte a sus objetivos.