Así fue mi 2023

Continuando lo que espero se convierta en un hábito, aquí está mi reseña del año pasado, 2023. La del 2022 la puedes leer aquí.

Los destaques

2023 se trató de aprender a estar cómodo con la incomodidad. Durante todo el año, hubo varios eventos que pusieron a prueba mi capacidad de mantenerme calmado y presente, tanto personal como profesionalmente.

En retrospectiva, no fue un año fácil. Tampoco fue un año normal (no anticipo y tampoco espero tener un año similar de manera regular).

Pero por más vertiginoso que haya sido, le agradezco a mi yo del pasado por haber tomado decisiones que me permitieron planear y ejecutar grandes cambios en mi vida, así como sobrellevar los que no había anticipado ni planeado.

En orden vagamente cronológico, aquí algunos destaques de este año:

  • Me contagié de COVID. Hasta donde sé, solo he tenido COVID-19 una vez en mi vida.
  • Continué invirtiendo en mejorar mi salud financiera y relación con el dinero. Me siento orgulloso de cómo he logrado sanar todas esas heridas cognitivas y emocionales que me estaban haciendo vivir frustrado y con miedo, económicamente hablando.
  • Mi novia se mudó a vivir conmigo.
  • Luego nos mudamos a Guadalajara. Mi intención original era irme a CDMX, pero elegimos Guadalajara como un punto intermedio. Después de todo, la ciudad en la que terminaría no era una prioridad tan grande como irme de Colima.
  • Vi a Taylor Swift y Kurt en concierto (por separado). Aunque este año no hubo tantos conciertos como el año pasado, a los que fui fueron experiencias increíbles.
  • Retomé la terapia de manera regular. Regresé a la terapia Cognitiva Conductual con el mismo terapeuta que conocí durante pandemia.
  • Hice un esfuerzo más consciente por tomar vacaciones en forma, en vez de solo tener días sin trabajar. Hice varios viajes por placer, completamente desconectado del trabajo. Aprendí bastante sobre mí mismo en el proceso, y por fin pude conocer lo que es regresar de vacaciones sin preocuparme por cómo iba a pagarlo.
  • Este año tuve que hacerle cara al cambio. El cambio da miedo, y más cuando llegar por factores externos. Durante 2023, la única constante que las cosas cambiaban a cada rato. Personalmente, la ciudad, relaciones con amigos y familia, hábitos, rutinas, clima. Laboralmente, cambié de manager en 4 ocasiones, y terminé el año con 3 veces más reportes que con los que inicié.

Los libros que leí

Gravité mucho más hacia temas abstractos, lecturas menos tácticas. Aquí hay una lista de algunos de los libros que leí durante los últimos 12 meses, más o menos en orden cronológico:

Mientras hacía esta recapitulación de las lecturas del año, noté algo interesante: leí más o menos la misma cantidad de libros que el año pasado, pero guardé digitalmente menos pasajes e ideas de ellos. En su lugar, subrayé más.

Vuelos

Uno de mis hobbies es aprender sobre aviones y aeronáutica — desde niño. Así que, naturalmente, soy un poco obsesivo con saber todos los detalles de cada avión al que me subo.

Desde el año pasado, comencé a usar Flighty para llevar el registro de mis viajes. Aquí está la información de este año:

  • Tomé 23 vuelos, en 4 aerolíneas
  • Cubriendo una distancia de 35,658 km
  • Visité 8 aeropuertos diferentes en dos países (México y Estados Unidos)
  • Mi ruta más popular fue GDL → MEX
  • La aeronave que más utilicé fue el Boeing 737-800
  • La aerolínea que más usé fue Aeroméxico

Mi salud mental/estabilidad emocional

Continúo usando Daylio para llevar el seguimiento de mi salud mental y bienestar general. Estoy orgulloso de que este año llevé un registro mucho más detallado que el año pasado, con una entrada por cada día del año.

Recientemente, Apple lanzó su propia aplicación de journaling. La comencé a usar casualmente, y me gusta mucho la integración que tiene con el sistema y las otras aplicaciones. Por lo pronto, Daylio sigue siendo mi aplicación principal, pero no descarto que Journal tome más prominencia en mi día a día.

Mi resumen de 2023:

  • Registré 416 entradas y un total de 1843 actividades en el diario.
  • El mejor día de la semana, en promedio, fue el domingo.
  • Mi mejor mes, enero.
  • Mi estabilidad anímica fue de 84/100, 3 puntos menos que el año pasado. Tiene sentido, en retrospectiva.
  • De acuerdo al análisis, la actividad que más influencia tiene sobre mi estado de ánimo es una buena noche de dormir.

Además, esto es lo que he hecho para promover mi salud mental y estabilidad emocional:

No estoy expuesto a redes sociales. A finales del año pasado cerré mis cuentas de Twitter. Cuando Apollo dejó de funcionar en junio, también dejé de usar Reddit. Hoy en día la única red social que tengo y mantengo activamente es LinkedIn. Fuera de eso, no estoy expuesto a ningún tipo de contenido de redes sociales, más que por el ocasional enlace que me envían por iMessage, Telegram, o WhatsApp. Además, Facebook, Twitter, Instagram, Reddit y TikTok están bloqueados en la red de mi casa (uso eero Plus, y únicamente mis dispositivos tienen estas restricciones), así que si estoy en mi casa, aunque me manden contenido de redes sociales, no los puedo ver.

Los últimos 3 o 4 meses del año, hice un esfuerzo puntual por dejar de usar mi teléfono. Esto a raíz de que me di cuenta (gracias a Screen Time) que por ahí de mitad de año, mi promedio de uso diario del teléfono andaba en las 3 o 4 horas. Me pareció inaceptable pasar tanto tiempo al día viendo un rectángulo de cristal. El último mes del año, mi uso del teléfono se ha reducido a un promedio de un poco más de una hora diaria, algunas semanas llegando a ser menos de 30 minutos.

Separé mi espacio de trabajo de mi espacio de recreación y vivienda. Prácticamente, durante toda la pandemia, el espacio de trabajo dedicado (cuando tenía uno) estuvo en el mismo espacio físico que mi sala o comedor. Aprendí a la mala, que a la larga, trabajar y descansar en el mismo espacio físico no es bueno para mí. Cambiar de “modo trabajo” a “modo descanso” significaba dar 5 pasos de un sillón a otro. Una de las primeras cosas que busqué al mudarme, fue que mi espacio de trabajo estuviera fuera de mi hogar. Y ha funcionado de maravilla.

Actividad física

2023 fue… complicado. En general, no me siento tan cómodo con mi rendimiento en el año, y me costó mucho trabajo mantener algún tipo de rutina de ejercicio.

Ejercicio

Toma en cuenta que únicamente representan mis workouts, no mi actividad total durante el día. Los dos tipos de entrenamiento principales durante mi año fueron caminata y entrenamiento funcional.

Caminar se ha vuelto mi ejercicio más común. Es lo que cupo en mi estilo de vida durante el año de manera constante, para bien o para mal.

En general, en 2023 casi hice el doble de caminatas — casi todas las métricas subieron un 98 % comparación del año pasado.

  • Registré 483 sesiones de caminata (vs. 243 en 2022)
  • Di 1,221,825 pasos (vs. 662,417 en 2022)
  • Recorrí 1,005.4 km (vs. 547.14 km en 2022)
  • Quemé 136,600 kcal (vs. 72 000 en 2022)

Otros datos:

  • Lo más que caminé en una sola sesión fueron 11,418 pasos, el 25 de junio.
  • Mi caminata promedio duró 33:40 minutos.
  • En total pasé 272 horas con 34 minutos caminando.

Por temporadas, también hice Yoga. Usé mi suscripción de Apple Health+ para tomar las clases, que me gustaron bastante. Sigo haciendo Yoga de vez en cuando.

Desde que me mudé a Guadalajara, utilizo bicicleta para ir a mi oficina de manera regular. Es un trayecto de más o menos 8 minutos, cuesta arriba de ida, y unos 5 de regreso. No es mucho, pero lo hago un par de veces al día, de lunes a viernes.

Tomando en cuenta todas mis sesiones de entrenamiento del año:

  • Pasé 11 días con 8 horas y 34 minutos haciendo ejercicio.
  • La duración promedio de la sesión de entrenamiento fue de 33:40 minutos.
  • Quemé 136,603 kcal.
  • 111 bpm es mi frecuencia cardiaca máxima promedio cuando entreno.

Sobre mi salud en general

Estos datos también los saqué directamente de Apple Health. Toma en cuenta que uso un Apple Watch todos los días, pero no para dormir:

  • Promedio de 64 cuentas por minuto en mi frecuencia cardiaca en descanso.
  • Quemé 8 000 kcal totales por semana.
  • Dormí 8.2 horas diarias.

Este año, el problema con mis pies (espolón calcáneo en ambos) se hizo más prominente. Comencé a usar plantillas de manera regular para mitigar la molestia, y a tomar de manera crónica antiinflamatorios y relajantes de músculos todas las mañanas. El dolor se ha hecho más molesto, y me ha impedido retomar algunas rutinas de ejercicio que me gustaban bastante (saltar la cuerda, correr, etc.). No descarto recurrir a cirugía el próximo año.

Otra cosa importante del 2023, es que dejé de tomar alcohol y refresco. Al momento de escribir esto, llevo 228 días sin consumir ninguno de los dos, y planeo continuar con la tendencia. En 2024 me gustaría incluir productos de harina a esa lista.

Mes a mes

Aquí una visión más granular de lo que pasó mes con mes.

Enero: No sucedió mucho, fue un mes bastante normal. Un par de idas a la playa a Manzanillo, y un par de escapadas a Guadalajara para intentar romper la rutina. Me hice un chequeo de salud general.

Febrero: decidí que ya no quería estar en Colima, y comencé a planear la migración a otro estado. Platicando con mi novia, decidimos que lo queríamos hacer juntos.

Marzo: me di cuenta de que mi pasaporte había expirado intentando hacer el check-in para un viaje de trabajo a Nueva York. Semana de vacaciones en La Paz y Los Cabos con amigos de mi novia, mi highlight siendo el día completo que pasamos en Balandra. Regresando de las vacaciones, se mudó a mi casa. Regresé con mi terapeuta del año antepasado porque sentí que necesitaba un chequeo rápido. Todo bien.

Abril: no quise que me pasara lo mismo con mi visa, así que la renové aunque aún tuviera un año de vigencia. Comenzamos a buscar zonas para vivir en Guadalajara.

Mayo: estuve en Nueva York por prácticamente la mitad del mes, en viajes separados. El primero fue por trabajo, para participar en un evento de la compañía. Y el segundo, vimos a Taylor Swift en concierto.

Junio: a mediados nos mudamos a Guadalajara. Rentamos un Airbnb por 30 días para poder establecernos en lo que buscábamos un departamento permanente. Afortunadamente, lo encontramos la primera semana, y el resto del mes lo dedicamos a planear la mudanza definitiva. Fuimos a CDMX a la boda de una de mis mejores amigas.

Julio: la primera mitad del mes estuvimos en mudanza gradual del Airbnb al nuevo departamento. La segunda mitad, la dedicamos a amueblarlo y a ir a Colima unas cuantas veces para recoger cosas que nos habían hecho falta.

Agosto: se trató de asentarnos en el nuevo espacio, rutina y ambiente.

Septiembre: seguimos estableciéndonos en la rutina. Mi novia me hizo notar algunos comportamientos que yo estaba teniendo, que sonaban a que la ansiedad/depresión estaba volviendo a aparecer. Regresé a terapia semanal.

Octubre: mes bastante callado, donde seguimos únicamente enfocándonos en descifrar nuestra nueva rutina.

Noviembre: le regalé a mi mamá y hermano un viaje a CDMX por sus cumpleaños, y di una charla en un evento público de la empresa donde trabajo. Se casó una prima y fuimos a su boda, y vimos a Kurt en concierto.

Diciembre: me autorregalé un viaje a Hawái por mi cumpleaños número 30 (!). Mi novia y yo estuvimos disfrutando de las playas de O’ahu por 11 días. Al regresar de vacaciones a mitad de mes, desafortunadamente la empresa para la que trabajo tuvo layoffs. El resto del mes lo dediqué a terminar pendientes, visitar familia, y prepararme para el siguiente año.

Las personas

Agueda, Francisco, Vanessa, Jonathan, Carlos, Ilse, Carlos M., Sean, Isabel, Martha, Gerardo, Darwin.

Fueron claves durante mi año. Gracias totales a cada una de ellas.

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