No importa si tu trabajo es escribir código, diseñar interfaces, o crear pruebas. La única razón por la que tienes un empleo, es porque le estás resolviendo un problema a una persona.
Si pierdes el foco del impacto y de la importancia de tu trabajo, vas a comenzar a creer que lo más importante está en la tecnología, en la implementación. Y sí, es importante, pero es solo la mitad de la ecuación.
Tu solución, por sofisticada que sea, no vale absolutamente nada por sí sola. Únicamente se vuelve valiosa cuando toca a otras personas: porque le resolviste el problema a tu usuario; porque le hiciste la vida más fácil a tus compañeros; porque ayudaste al negocio a acercarse más a sus metas.
Tirar código es divertido y mentalmente estimulante, sí. Hacerlo en servicio de otros, lo es todavía más.
¿Qué impacto va a tener el código que escribas hoy?