Siempre ten algo en el horizonte

¿De dónde sacas la motivación para seguir cuando las cosas se ponen difíciles?

Porque inevitablemente va a pasar. Rara vez el mundo juega a nuestro favor; y cuando lo hace, no dura mucho.

Eventualmente, vas a querer tirar la toalla.

Esto es completamente normal. No nos gusta sentirnos incómodos. Y a pesar de que creo que es una competencia que debemos de desarrollar — aprender a estar cómodos en la incomodidad —, sabemos que no es fácil.

Pero no puedes renunciar cada vez que las cosas se ponen difíciles. Ya no, porque ya no tienes el carácter de un adolescente. Ya no, porque ahora tienes responsabilidades: una familia, personas que dependen de ti. Una renta qué pagar, alimentos qué poner en la mesa.

No puedes simplemente renunciar.

Y es momento de poner las cosas en perspectiva.

¿Por qué vale la pena hacer eso que no quieres, o que sientes que no puedes hacer?

Porque hay algo más allá del dinero que vas a recibir al final de mes. Por la seguridad que le vas a dar a los tuyos, por las oportunidades que vas a poder generar. Por ese viaje que vas a hacer. Por esa meta a la que quieres llegar.

Ver tu empleo como una meta no es sostenible. ¿Qué pasa si te corren?

Pero verlo como un medio para hacer algo más grande, hace que valga la pena.

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