Reflexiona sobre cómo te sentiste apoyado por tu jefa anterior.
¿Te sentiste elevado y motivado? Estas experiencias son valiosas y pueden guiarte en tu nuevo rol. Recuerda las veces en las que te sentiste verdaderamente visto y valorado, y usa esas memorias para moldear tu propio estilo de liderazgo.
Ofrecer el mismo tipo de apoyo y motivación a tu equipo es crucial para su crecimiento. Piensa en las palabras y acciones que te inspiraron y considera cómo puedes replicar esa misma energía y apoyo para los demás. La clave está en reconocer los esfuerzos de tu equipo y brindarles las herramientas y la confianza que necesitan para prosperar.
El liderazgo se trata de elevar a los demás. Sé el líder que siempre quisiste tener. Reflexiona sobre lo que hizo que tu jefa anterior fuera efectiva y adapta esos elementos a tu estilo. El apoyo genuino y la motivación son poderosos motores de cambio y crecimiento.
— Oscar Swanros.
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