El liderazgo puede ser un desafío, especialmente cuando intentamos balancear diferentes estilos. Quizás te sientas más cómodo siendo directo y demandante, pero también aspiras a proyectar calma y ecuanimidad.
Este equilibrio no es fácil, pero es posible. Reconocer cuándo ser firme y cuándo ser comprensivo es crucial. A veces, la situación demanda un enfoque más directo; otras veces, un toque más suave es lo que se necesita.
Reflexiona sobre tu estilo de liderazgo y cómo puedes integrarlo de manera auténtica en tu vida diaria.
Ser un líder auténtico y equilibrado no solo beneficia a tu equipo, sino también a ti mismo.
— Oscar Swanros.
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