Durante los siguientes días vamos a hablar de liderazgo, comenzando por los estilos de liderazgo.
¿Recuerdas al mejor líder que alguna vez tuviste? ¿Cuáles eran sus características que te hicieron gravitar hacia él o ella?
Ahora piensa en alguno de tus compañeros al que no le haya ido tan bien con la misma persona. ¿Por qué crees que fue?
La respuesta seguramente es que no hubo concordancia entre el estilo de liderazgo que tu líder tenía, y el que tu compañero necesitaba. Afortunadamente, contigo sí hubo match, y por eso consideras esa experiencia como la mejor de tu carrera.
Ser líder —y saber ser liderado— es más un arte que una ciencia.
Porque no se trata de ver cómo replicas lo que te funcionó anteriormente nada más.
Sí, necesitas práctica y tener repeticiones. Pero también necesitas un algo que te hace entender las necesidades de las personas que te están siguiendo. De igual manera, si te toca seguir, en vez de ser seguido, necesitas tener tu ego lo suficientemente controlado para entender que no se trata de ti (como me pasó a mí, que te conté en el correo de hace unos días).
A lo que voy es: hay diferentes estilos de liderazgo. Hay líderes que inspiran, hay otros que ponen el ejemplo, que exigen, o que obligan. Todo está dentro de un espectro. Dentro de ese mismo espectro, hay personas que reaccionan mejor a cada uno de ellos.
Es importante que tengas esto en cuenta. Sobre todo cuando estés en alguna situación en la que sientas que no estás haciendo ese match con tu líder (o con tu equipo).
Algunas preguntas para reflexionar:
- ¿Qué te hace falta, que no está haciendo tu líder? O, ¿qué no estás haciendo por lo cual no está sucediendo ese match?
- ¿El estilo de liderazgo que está presente, te funciona? ¿Cómo lo cambiarías?
- ¿Cómo puedes abrir la conversación con la otra persona para comenzar a llegar a un punto medio donde ambos entiendan lo que necesita el otro?
A final de cuentas, una relación de liderazgo-seguidor es, en esencia, una relación. Y toda relación es, en esencia, de dos. ¿Cómo la vas a nutrir hoy?
— Oscar Swanros