Riesgo vs. suerte

Riesgo es lo que queda después de que crees que pensaste en todo lo que puede salir mal, dice Morgan Housel.

La suerte es lo opuesto: lo que queda después de que crees haber pensado en lo que puede salir bien.

Qué curioso, ¿no? Que cuando se habla de prepararse para el futuro, casi siempre pensamos en prepararnos para el riesgo, y no para la suerte.

Tenemos planes de contención, fondos de emergencia, alternativas.

Por si sale mal.

Pero rara vez tenemos planes por si las cosas nos salen bien.

¿Y por qué deberíamos, pensamos, si que nos salgan bien las cosas es algo bueno?

La predicción afectiva, dice Daniel Gilbert, es la tendencia que tenemos a intentar predecir cómo es que nos vamos a sentir cuando algo futuro suceda. Desafortunadamente, los estudios demuestran que somos pésimos en ello (lee más aquí).

Y eso es lo que hace que no hacer planes por si las cosas te salen bien es extremadamente peligroso. Gill y la pandilla del tanque de Buscando a Nemo lo saben.

Así como que tus planes no se concreten puede tener un efecto devastador, también lo puede ser que sí llegues a donde quieres.

Se trata de un balance. ¿Por qué te prepararías solamente para el 50 % de los resultados probables?

Piénsalo. ¿Qué vas a hacer si te sale bien?

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