• Tu mentor será tu ventaja competitiva

    A inicios de la década de 2010 yo seguía estudiando Ingeniería en Sistemas Computacionales en una universidad técnica en la ciudad de Colima. Siempre supe que quería desarrollar software profesionalmente, así que no dudé en aplicar a una vacante y eventualmente ganarme un puesto en una firma de desarrollo local. No era mi primer trabajo en la industria, pero sí era la primera vez que estaba en un lugar donde sabían lo que hacían. Podría encontrar un mentor. Me contrataron como trainee de medio tiempo, solamente iba por las tardes a la oficina. 

    Estaba emocionado y con ganas de aprender. Llegaba a la oficina, me preparaba un café o un té de la mesa de servicio que estaba cerca de los cubículos. Con bebida en mano, me sentaba en espacio para leer y aprender el tema que se me había asignado para ese día. Metodologías de desarrollo de software, Git, o Ruby on Rails.

    Los días se hicieron semanas, las semanas se hicieron meses y yo seguía aprendiendo. Todos los días había discusiones, sesiones de preguntas y respuestas, y durante las famosas idas a la tienda para despejarnos comentábamos acerca del trabajo y lo que estábamos haciendo. Era un ambiente nutritivo.

    Aun así, creo que no te podría listar las habilidades técnicas que aprendí durante mi estancia en aquella primera empresa. Después de casi 10 años se ha vuelto bastante difícil recordar si intenté aprender primero Ruby on Rails o git. Pero de lo que sí me acuerdo es que aprendí una de las lecciones más valiosa de mi vida profesional y personal: la importancia de tener un mentor.

    Durante mi breve estancia en aquella empresa, hubo algunas personas ofrecieron una mano paciente para responderme cualquier pregunta que pudiera tener. Siempre de buena gana, siempre de manera didáctica, y nunca importando cuántas veces tuviéramos que repasar el tema. Más que una tecnología en particular, o una metodología de trabajo, estas personas me enseñaron que está bien tener dudas. Me hicieron ver el valor de saber cómo formular preguntas. Que es válido no ser experto en todo. Entendí que ser novato es algo bueno porque no estoy viciado con malas prácticas, tengo ojos frescos, y no sigo dogmas.

    Que de cada 100 personas que me voy a encontrar en mi vida, hay por lo menos 2 o 3 que me quieren ver teniendo éxito.

    Estas personas fueron (y siguen siendo) mis mentores. A estas personas, hoy me siento orgulloso de decirles “amigo”.

    El camino ya recorrido

    Sea cual sea tu industria, área profesional o especialización laboral, te puedo asegurar algo: hay alguien que ya lo ha hecho antes.

    Si tu personalidad es algo parecida a la mía, es probable que el saber que no serás el único o el primero en intentar algo te desmotive. Si es tu caso, no cierres aún este artículo. Quédate conmigo, déjame intentar cambiar tu perspectiva.

    El que no seas el primero en intentar hacer algo significa que alguien allá afuera ya tiene las respuestas a las preguntas que ni siquiera te has hecho aún.

    Así que lejos de desanimarte, alégrate. Porque dentro de todas esas personas que “van adelante” se encuentra tu futuro mentor. Con una combinación de esfuerzo y suerte, encontrarás alguien que te va a ayudar a descubrir tanto las herramientas como las metodologías necesarias para que tengas éxito en tu área de especialización.

    Fue tanto el impacto positivo de mis mentores en aquel momento, que decidí involucrarme en la comunidad y contribuir en lo que pudiera. Ser mentor para alguien más.

    Regularmente, hablo en universidades, y comparto experiencias en mis podcasts. Últimamente, también estoy experimentando en esta misma página, dando consultas privadas a personas que vayan iniciando en la industria. Si sientes que necesitas ayuda con tu carrera profesional, tu situación de trabajo remoto, o quieres mejorar tu productividad, puedes contactarme aquí.

    ¿Cuándo buscar un mentor?

    La respuesta corta es que el mejor momento para encontrar un mentor fue hace 20 meses. El segundo mejor momento es hoy.

    Invariablemente, llegará un momento de tu vida en el que sentirás que estás atrapado o atrapada en una encrucijada. No tendrás ni la más mínima idea de cómo continuar en tu camino a cumplir tus metas, ya sean profesionales o personales. En ese momento es cuando puedes recurrir a tu mentor y pedirle guía para poder continuar.

    La vida, desafortunadamente, rara vez te va a avisar cuando las cosas se vayan a poner difíciles. Entonces, es mejor “ganarle tiempo al tiempo” y encontrar a ese mentor cuanto antes.

    Sentir que no hay rumbo, que las cosas están más complicadas de lo que podemos soportar, y que probablemente no servimos para lo que estamos haciendo es parte de la misma naturaleza humana. No respeta sexo, religión, preferencias políticas, carrera, o expectativas. Sin embargo, sí hay etapas en las que se es más susceptible a tener este tipo de pensamientos y sentimientos: al iniciar algo nuevo.

    Algo que no muchas personas tienen en cuenta es que un mentor no necesariamente debe de ser una persona externa. Nosotros podemos ser nuestros propios mentores en algunas situaciones.

    Por ejemplo, las habilidades especializadas que me permiten crear aplicaciones móviles desde cero no necesariamente me ayudarán a tocar mejor la guitarra. Pero mi experiencia aprendiendo a aprender cómo desarrollar aplicaciones me puede ayudar a que mi experiencia para aprender a tocar mejor la guitarra sea menos frustrante. En este ejemplo, una experiencia personal previa me está ayudando a cumplir mis metas actuales. Estoy siendo mi propio mentor.

    Sin embargo, cuando estamos explorando un área completamente nueva y ajena a nuestros conocimientos y pasado, no podremos contar nosotros mismos para salir adelante. Habrá que buscar ayuda de un mentor externo. Pero, ¿cómo encontrar un buen mentor?

    Características de un buen mentor

    Un buen líder o mentor predica con el ejemplo. La regla cardinal para elegir un buen mentor es encontrar aquella persona que encarne la visión de quien quieres ser y qué quieres hacer en un futuro. Un buen mentor ha pasado por lo que tú estás pasando y tiene la compasión para guiarte por el camino del éxito.

    Observa y pon atención no solamente a los logros de la persona, sino a los métodos que usa para alcanzarlos. ¿Cómo trata a su equipo de trabajo? ¿Te transmite confianza y se maneja con honestidad?

    Aquella persona digna de ser tu mentor tiene bien claro el beneficio de abrir el camino para aquellos que quieren desarrollarse profesional y personalmente. Sabe que el conocimiento es poder, y que al empoderar a las nuevas generaciones, el futuro de su comunidad solamente se verá enriquecido.

    Un mentor que se preocupe porque crezcas no te dará la respuesta que quieres escuchar; cambiará tu perspectiva para que puedas apreciar la solución desde otro punto de vista. Te enseñará la puerta, pero tú deberás cruzarla. No te pondrá trabas, ni intentará llevarse el crédito de tus logros.

    Del mejor mentor que tengas en tu vida, te quedarás con sus valores y su visión del mundo, y tú te encargarás de usarlos bajo tu propio criterio. Tu mentor sembrará en ti una idea que dará frutos en el futuro, pues sabe lo que viene.

    ¿Por qué es importante pensar detenidamente en las características de tu mentor? Porque deberás de confiar en que todos sus consejos y opiniones están siendo expresadas con el objetivo de hacerte mejorar.

    Me permito recalcar que lo más relevante es que confíes en tu mentor. Como en cualquier relación personal, la confianza es clave. Si no confías en su experiencia, en su metodología, o en su criterio, ¿por qué le pedirías consejo?

    Cómo conseguir a tu mentor, y consejos para mantenerlo

    Por más sencillo que parezca, cuando hayas elegido a la persona que te gustaría que fuera tu mentor, lo único que tienes que hacer es preguntar. Recuerda que un buen mentor reconoce el valor de que haya más personas teniendo éxito, y más veces de la que no, estará abierto a responderte cualquier duda que puedas tener.

    Buenas (…), algún día de estos me regalas unos minutos? Tengo unas preguntas sobre management y liderazgo de las cuales me gustaría conocer tu perspectiva

    Hace unos días envié ese mensaje. El resultado fue una llamada de hora y media que me despejó un sinfín de dudas, permitiéndome concentrarme en un problema particular con una nueva perspectiva de cómo debería de abordarlo.

    Este caso, en particular, la persona a la que le mandé el mensaje es alguien a quien respeto y admiro. Aunque no necesariamente nos toca trabajar juntos, el sentimiento de confianza es palpable, así que no dudé en pedir consejo. Estoy seguro de que la experiencia de alguien que ya pasó por lo que estoy pasando yo, puede agregar más valor a la situación que mi ansiedad de lidiar con algo nuevo.

    Acá te dejo algunos consejos más puntuales:

    1. Sé realista. Por más que me gustaría pedirle consejos de management a Tim Cook, sé que no será posible. Sin embargo, en mi vida sí tengo personas que encarnan los valores que busco en un buen mentor, así que recurro a ellos.
    2. Sé responsable. Aunque es cierto que un buen mentor disfruta brindarte ayuda o darte su punto de vista, debes de tener claro que no es esa su principal actividad del día. Sé consciente y no busques una llamada de 3 horas cada tercer día.
    3. Sé claro y objetivo. Este punto va relacionado con el anterior. Cuando tengas la atención de tu mentor, te aconsejo que llegues con preguntas claras y concisas sobre tu situación y cómo quieres que te ayude.
    4. Sé congruente. Si pides consejo a alguien, y luego vas e ignoras todo lo que te dijeron, ¿con qué cara te acercarías a pedir un nuevo consejo?

    Como en cualquier relación personal y laboral, también debes de considerar que simplemente hay días en los que no será posible obtener lo que queremos. Probablemente, tu mentor esté buscando a su mentor para intentar lidiar con sus propios problemas.

    Nutrir la relación con tu mentor es una de las mejores cosas que puedes hacer para mejorar tus probabilidades de tener éxito.

    Conclusiones

    En tu arsenal de ventajas competitivas, una de tus herramientas principales debe de ser un excelente mentor. No te detengas al hacer preguntas, pero trabaja constantemente en hacerlas mejor. Los mejores exponentes de tu industria o tu área profesional están esperando que les mandes ese mensaje.

    Y cuando sientas que lograste sobrepasar el problema que te hizo buscar un mentor en primer lugar, date cuenta de algo: ahora tú puedes ser el mentor de alguien más. Pay it forward.

  • Trabajo remoto: cómo propiciar una mejor colaboración

    Tienes un trabajo remoto, y tu equipo necesita encontrar la respuesta a una pregunta común: ¿en dónde buscarías? ¿A quién le preguntas? ¿Por dónde comienzas a escarbar para encontrar lo que necesitas?

    Probablemente, uses Google Workspace, Office 365, o Dropbox para organizar la información del día a día, entonces pensar en algunas palabras claves e ir a buscar el documento en internet probablemente sea una idea en tu cabeza ahora mismo. Si trabajas solo, tal vez tu instinto sea buscar en tu aplicación de notas o en tu correo.

    Sin embargo, no siempre tendrás acceso a estas herramientas de búsqueda avanzada para poder llegar a donde quieres de la manera más eficiente. Y probablemente estés sintiendo un poco de angustia al imaginarte una situación en tu vida personal o laboral que requiere que tengas cierta información concreta a la mano de manera inmediata, sin cuestionarte si podrás encontrarla en primer lugar.

    Yo comulgo con la idea de que ser productivo significa tomar acciones concretas con el objetivo de reducir la incertidumbre en un sistema de organización de información; reducir la entropía.

    Y en este caso, el PURLÚ es la respuesta.

    ¿Qué es el PURLÚ?

    El Principio de la URL Única (PURLÚ, por sus siglas) es un término que me inventé para fomentar una forma de trabajo más eficiente con mis colegas y los equipos a mi cargo (pero que implemento en mi vida personal también desde hace mucho tiempo). Está inspirado en mi experiencia en el mundo de la ingeniería de software, donde el principio de responsabilidad única establece que un módulo dentro de un sistema debería de tener una única responsabilidad, y nada más.

    Así como en ingeniería de software el principio de responsabilidad única nos protege a nosotros mismos de que los sistemas que estamos desarrollando se vuelvan difíciles de manipular, modificar, y mejorar, el PURLÚ fomenta exactamente lo mismo con el conocimiento dentro de una organización o proyecto — sea cual sea el área de aplicación.

    El PURLÚ establece que cualquier persona consultando un documento debería de ser capaz de comprender de manera integral el tópico en cuestión, sin cambiar la URL del navegador.

    Dicho de otra manera, asumo que un documento sigue este principio si la URL en mi navegador de internet no cambia, y, aun así, logro comprender el contexto al rededor, las implicaciones, y posibles ramificaciones de lo que estoy consumiendo.

    Como mínimo, un documento siguiendo el PURLÚ, tiene las siguientes 5 características:

    1. Tiene una URL que puede ser guardada como bookmark, y se puede acceder a él de manera sencilla.
    2. Representa de manera clara y concisa una problemática en particular, explicando el estado del arte, motivaciones y, de ser necesario, el objetivo o cambio que se desea para mejorar el tema en cuestión.
    3. Provee el contexto necesario para entender las implicaciones del tema en cuestión, sin entrar en detalle microscópico de cada uno de los factores relacionados.
    4. Incluye referencias a otros documentos que provean información más detallada sobre el contexto dentro del cual se desarrolla la temática.
    5. Guarda un historial con marcas de tiempo de las modificaciones que se le han hecho al documento.

    Cómo agrega valor el PURLÚ

    Cuando asimilé el PURLÚ y comencé a implementarlo en mi trabajo y mi vida personal, automáticamente sentí que el nivel de confianza que tenía en las áreas que son de mi interés y/ó mi responsabilidad aumentó considerablemente. Ahora, cada una de las preguntas que propuse al inicio de este artículo, tienen una respuesta sencilla: el documento.

    Un documento que sigue el PURLÚ elimina todas las dudas sobre cómo le debemos de dar seguimiento a un tema en particular. La teoría de diseño de sistemas de información promueve una práctica llamada Single source of truth, que establece que la información estructurada dentro de un sistema necesita ser editado en un solo lugar para que los cambios se vean reflejados transversalmente en todo el sistema. PURLÚ.

    Integrar el Principio de la URL Única en nuestro workflow también aumenta considerablemente la velocidad con la que podemos integrar personas a nuestro equipo de trabajo — especialmente hoy en día, que las probabilidades de trabajar con alguien en un huso horario diferente al nuestro se han vuelto exponencialmente más grandes.

    Al tener un documento donde se ha recopilado toda la información relevante para comunicar un tema de manera eficiente, se elimina mucha de la fricción inherente que conlleva agregar un colaborador a una organización que trabaja de manera remota.

    Las llamadas para sincronizar ideas, o comunicar procesos de la organización se vuelven mucho más cortas pues el nuevo integrante de la organización ya habrá conocido el contexto necesario para ser eficiente al atacar algún problema a través de un documento. Durante la llamada los miembros de la organización dando la bienvenida se pueden enfocar en responder dudas puntuales, y no en explicar los conceptos básicos que comprenden la problemática general.

    Seguir el PURLÚ paga dividendos al por mayor cuando desde un documento que implementa este principio comenzamos a ligarlo con otros documentos que también lo implementan. Se crea una red de conocimiento que podemos seguir y explorar a nuestro gusto; una herramienta en extremo poderosa para conectar conocimiento.

    Cuándo se debería honrar este principio

    Ningún extremo es bueno. Mientras el Principio de la URL Única resulta ser bastante útil cuando es implementado de la manera correcta, no todas las comunicaciones dentro de una organización deberían de implementarlo. Y en el caso de que lo quieras implementar en tu vida personal, no todas las ideas o proyectos que tengas deberían de usarlo tampoco.

    En orden de importancia, estos son los 3 factores que personalmente considero relevantes para decidir si un pedazo de información, ya sea dentro del contexto de mi trabajo o mi vida personal, necesita ser organizado en un documento que siga las características anteriores:

    1. Lo que estoy haciendo tiene valor histórico dentro del ambiente en el que se está desarrollado. Si la respuesta a la pregunta ¿necesitaré recordar esto con una estructura en particular en el futuro?, es sí, entonces necesito honrar el PURLÚ. (Ejemplo: estoy investigando un nuevo tema para la universidad, y voy recopilando información de diferentes fuentes)
    2. Existe la posibilidad de que múltiples personas necesiten consumir la información. El ejemplo más claro es el que mencioné antes, donde alguien nuevo se integra a una organización o proyecto y necesito acortar el tiempo en el que la persona puede comenzar a ser productivo con una base sólida de conocimiento.
    3. El tema en cuestión y su contexto e implicaciones pueden cambiar con el tiempo. Toma como ejemplo un manual de usuario de algún electrodoméstico o aplicación, que necesita tener apéndices con instrucciones específicas para cada nueva variación o versión del producto.

    Así mismo, un chat con colaboradores no puede ser considerado un documento que sigue el PURLÚ, pues la información está en constante flujo. Un hilo de correo tampoco puede ser considerado como un documento que adopte este principio.

    Ejemplos de documentos que siguen el PURLÚ

    La razón por la que Wikipedia es una herramienta tan útil es precisamente porque todo lo que encuentras en el sitio sigue el Principio de la URL Única.

    Tomemos como ejemplo la página para Paradoja, que es una idea extraña opuesta a lo que se considera verdadero a la opinión general. Cuando termines de leer esa página de Wikipedia tendrás todo el conocimiento relevantepara entender y explicar qué es una paradoja. Pero más importante aún, puedes observar que dentro desde la página de Paradoja, en caso de que necesites un poco más de explicación y contexto sobre qué es la retórica, con un clic estás en otro documento PURLÚ explicando otro tópico que, al asimilarlo, reforzará tu entendimiento sobre el tema en el que comenzaste: Paradoja.

    Como experimento, iniciando en la página para Paradoja, y haciendo clic en 5 enlaces, me encuentro en la página de Wikipedia para Metafísica. La progresión fue Paradoja, Filosofía, Teología, Gottfried Leibniz, Filosofía analítica, Metafísica, y cada uno de esos temas tiene industrias completas, estudios y miles de personas detrás de ellos. Sin embargo están interconectados.

    Otro ejemplo de documento que sigue el principio aquí descrito es este artículo mismo. ?

    Conclusiones

    Un documento siguiendo el PURLÚ nos permite ir tan al fondo como queramos, de manera estructurada y segura. Y como te acabo de mostrar, el quedarte con el contexto de una paradoja o la necesidad de comprender qué tiene que ver la metafísica con una paradoja (pasando por filosofía, teología, Gottfried Leibniz y la filosofía analítica), se vuelve una decisión del lector.

    Pero la información ahí está, y solo necesitas recordar una URL.

  • Trabajo remoto: ¿Está bien no saludar en cada interacción?

    Es cierre de mes más en tu trabajo remoto, y debes entregar el reporte semestral de resultados antes del fin de día. Un miembro de tu equipo posee información esencial, pero el sistema está caído. Aunque la entrega es urgente, aún cuentas con tiempo hasta las 5 PM.

    Decides contactar a tu colega de manera educada para solicitar la información. Abres la aplicación de chat de la empresa (que en el mejor de los casos no es WhatsApp) y escribes: “Hola, ¿cómo estás?”. Tu colega, también bajo presión y lidiando con distracciones en casa, recibe el mensaje, pero no puede responder de inmediato.

    A las 4:45 PM, tu colega finalmente responde: “bien, ¿y tú?”. Faltan solo 15 minutos para la hora límite y le pides el reporte de gastos mensual, mencionando que el sistema está caído. Sin embargo, antes de enviar el mensaje, ves que tu colega se ha desconectado, creyendo que solo querías saludar.

    Ahora el reporte de resultados deberá esperar hasta el lunes. Misión fallida.

    La cordialidad sí tiene un lugar en el trabajo remoto

    En una organización es importante mantener una base de decencia al momento de comunicarnos con nuestros colegas y que nos llevemos bien entre todos (o por lo menos nos toleremos), ya que, después de todo, muchas veces pasamos más tiempo con la gente con la que trabajamos que con nuestras mismas familias. O por lo menos esa ese la realidad a la que muchos estaban acostumbrados en Los Tiempos Antiguos (antes del 2020, para ser concretos), cuando sí era viable y no un riesgo mortal estar en una oficina con más personas.

    Hoy en día, las circunstancias mundiales han obligado a las empresas a voltear a ver el trabajo remoto no solamente como una opción viable, sino como la única herramienta a través de la cual asegurar su supervivencia. Desafortunadamente, los miles de organizaciones que han recurrido al trabajo remoto recientemente, no estaban preparadas culturalmente para hacer el cambio sin que hubiera repercusiones en la productividad percibida de los equipos afectados.

    Con este cambio tan vertiginoso de modalidad de trabajo, es natural que todos estemos buscando maneras de tener un sentido de normalidad y de preservar aquellas prácticas que en la oficina nos funcionaban tan bien para mantener una base de cordialidad que funcionara. Pero lo peor que podemos hacer en circunstancias excepcionales es intentar lidiar con ellas desde perspectivas habituales.

    El “pasar a ver si estabas en tu oficina” se convirtió en que nos instalaran programas que toman capturas de pantalla cada 5 minutos. El “checar la entrada” se convirtió en hacer que compartiéramos nuestra ubicación en tiempo real en el grupo de WhatsApp de la empresa. El “acercarse a preguntarte algo de rápido” se convirtió en, lo adivinaste, preguntar por chat cómo estamos.

    Insostenible.

    Circunstancias excepcionales requieren perspectivas excepcionales

    Y la perspectiva excepcional que te quiero compartir hoy es la siguiente: En el ambiente de trabajo está bien si no saludas y simplemente pides lo que necesitas de la otra persona.

    Que quede claro que esto no es una invitación a ser descortés. Más bien es una invitación a entender que cuando se trabaja de manera remota, cada quien está lidiando con su trabajo además de con su entorno.

    Una de las ventajas de trabajar en una oficina es el espacio controlado específicamente diseñado para que la organización sea eficiente, pero ese beneficio se esfumó cuando se nos requirió que nos quedáramos en nuestras casas y empezara el trabajo remoto. Es muy probable que la persona con la que te estás intentando comunicar esté trabajando desde su cuarto, donde en el mejor de los casos está solo o sola mientras su familia está en otra habitación. Te dejaré la tarea de imaginarte la situación para los padres de familia que además de trabajar desde casa, deben de asegurarse de que sus hijos estén atendidos, estudiando, o entretenidos.

    Cómo ser eficiente en el trabajo remoto sin ser descortés

    Es una de mis creencias que cualquier organización a la cual valga la pena pertenecer debe de tener arraigada en su cultura el principio de que el colaborador no es su trabajo, lo que significa que cuando se esté comunicando retroalimentación de manera sucinta, la misma debe de ser tomada a valor nominal.

    Este mismo principio creo que aplica para la colaboración del día a día en el trabajo remoto. Creo que debería de ser más común y socialmente aceptable, dentro de un contexto de trabajo profesional, simplemente pedir lo que se necesita de la otra persona sin la necesidad de pasar por las formalidades sociales a las que estamos acostumbrados.

    Puedo preguntar cómo está mi colega, esperar unas cuantas horas, que posiblemente sean críticas, para saber que está en línea (lo que realmente me importa) y por fin cuando me conteste que está bien hacerle la pregunta.

    O puedo ser profesional, responsable, y eficiente en un único mensaje:

    ¿En cuanto tengas oportunidad me podrías enviar el reporte de gastos del mes de octubre hasta el cierre? El sistema ha estado caído desde ayer y necesito el dato para enviar el reporte de resultados general antes de que termine el día de hoy. ¡Gracias!

    Si alguien se ofende por ese mensaje, creo que hay problemas más serios por los que deberías de estarte preocupando en tu relación con ese colaborador, que una cuestión de si eres cordial o no.

    Si es parte de tu naturaleza ser cordial y simplemente no lo puedes evitar, agrega un “buenos días/tardes/noches” al inicio, y ya está:

    Buenas noches, ¿en cuanto tengas oportunidad me podrías enviar el reporte de gastos del mes de octubre hasta el cierre? El sistema ha estado caído desde ayer y necesito el dato para enviar el reporte de resultados general antes de que termine el día de hoy. ¡Gracias!

    La belleza de la estructura del mensaje anterior es que:

    1. No estoy siendo descortés
    2. Explico con detalle lo que quiero
    3. Comunico por qué lo necesito
    4. Recalco el sentido de urgencia, y cuándo lo necesito

    La persona que lea ese mensaje tiene todos los datos necesarios para que el siguiente mensaje que yo vea de él o ella sea en el que me envía la información que yo necesito.

    Cómo decirle a un colega que está bien si no saluda

    Si estás en trabajo remoto y en tu organización eres la persona que recibe saludos y estás consciente que no es una manera ideal de trabajar, pero no sabes cómo decirles que no es necesario que te saluden antes de pedirte lo que necesitan de ti, te tengo una solución. De hecho, te tengo tres posibles soluciones.

    La primera es que copies y le mandes este texto:

    ¡Hola! Bien, gracias, ¿y tú? Oye, te quería comentar que no es necesario que me preguntes cómo estoy cuando necesites pedirme algo de trabajo. De verdad siéntete con la confianza de solamente hacer la pregunta y decirme cómo te puedo apoyar, y así cuando tenga oportunidad de contestarte te tendré la respuesta para desbloquearte.

    Si sientes muy seca esa respuesta, agrega lo siguiente:

    Ya sabes que cuando quieras nos ponemos de acuerdo para platicar y ponernos al día. Te dejo mi número de teléfono: INSERTA TU NÚMERO DE TELÉFONO AQUÍ

    Toma en cuenta que estas respuestas son bastante genéricas y puede que no sean las más apropiadas en tu situación en particular; tómalas como un punto de partida. Puedes redactar tu propia respuesta, de acuerdo a la relación que tengas con la persona en cuestión, pero asegúrate de comunicar el mensaje de manera adecuada.

    La segunda es una página de internet que puedes publicar en el chat general de tu empresa como algo que te encontraste en internet: sinsaludar.me. Escribí ese contenido como un recurso que puedes usar para compartir este conocimiento de manera indirecta si no quieres verte como el aguafiestas de tu empresa. Úsalo a discreción, y compártelo libremente. 

    La tercera es YaPídemeElMalditoFavor.com. También úsala a discreción, y con gente de confianza.

    Conclusiones

    La cultura de la empresa influye en cada uno de los procesos internos, incluido el de colaboración entre el personal. Desafortunadamente, muchos de los déficits de cultura laboral no son apreciables hasta mucho tiempo después cuando los resultados en números duros comienzan a ser menores de los ideales.

    La forma en como nos comunicamos en el trabajo remoto con nuestros colaboradores impacta de manera directa en los resultados que tenemos como empresa. Y aunque muchas personas puedan considerar la cordialidad una propiedad inviolable de la colaboración dentro de una organización, siempre debemos de tener bien claras las prioridades y poner en perspectiva cómo es que la organización reconocerá nuestro valor dentro de la misma: por qué tan bien nos llevamos entre nosotros, o por qué tan eficientes somos colaborando entre nosotros.

    La próxima vez que un colega tuyo tenga información importante, y necesites preparar un reporte mensual, reparar una base de datos, o firmar un contrato antes de que termine el día, te invito a ser profesional, responsable, y eficiente, y pregunta por lo que necesites de tu colega siguiendo las siguientes 4 reglas:

    1. No seas descortés
    2. Explica con detalle lo que quieres
    3. Comunica por qué lo necesitas
    4. Recalca el sentido de urgencia, y cuándo lo necesitas
  • El Problema XY y cómo evitarlo

    En ProblemaXY.com encuentras una descripción más sucinta que puedes compartir en tus redes para dar visibilidad a esta problemática.

    Cuando nos encontramos en alguna situación en la que tenemos que resolver una problemática imprevista, o que cae dentro de un dominio de conocimiento ajeno al nuestro o nuevo para nosotros, es bastante común comenzar a experimentar con posibles soluciones para nuestro problema en particular. Tal vez una de esas soluciones se sienta prometedora, pero debemos de tener siempre en cuenta que hay un metaproblema asechando en el horizonte: El Problema XY.

    El Problema XY

    Se le conoce como “El Problema XY” cuando al estar intentando resolver una problemática particular, se pide ayuda con el intento de solución actual en vez de con la problemática principal, lo cual tiene como consecuencia el desperdicio de tiempo y esfuerzo tanto de la persona que está preguntando, como de cualquiera que intente ayudar.

    El Problema XY no es una condición en la cual solamente pueda caer un grupo específico de personas. No es excepcional, y todos hemos sido víctimas de esto en algún momento de nuestras vidas, puesto que es completamente natural, ya que es parte de la naturaleza humana seguir nuestros instintos, y confiar en nuestro juicio – sobre todo cuando se trata de estar en lo correcto.

    El hecho de que seas experto en un área no te exime de poder llegar a caer en esta situación, y es importante tener ese grado de conciencia que eventualmente nos puede llegar a ayudar a “cacharnos” a nosotros mismos antes de encontrarnos en una situación que nos haga reclamarnos a nosotros mismos el “por qué no pregunté esto antes.”

    Ejemplo de un Problema XY

    Un Problema XY tiene como esqueleto la siguiente descripción:

    1. Persona quiere hacer X.
    2. Al no saber cómo hacer X, la persona intenta Y porque se le ocurrió que sería una solución viable.
    3. Pero ella tampoco sabe hacer Y.
    4. Así que pide ayuda con Y.
    5. Otras personas intentan ayudarla con Y, pero se confunden porque se dan cuenta de que Y parece ser un problema extraño, que no tiene sentido.
    6. Después de mucho tiempo perdido, y frustrantes interacciones, se vuelve aparente que en realidad la persona quería ayuda con X, y se dan cuenta de que Y ni siquiera era una solución viable.

    Estos 6 pasos, o variaciones de los mismos, se pueden encontrar en un sinfín de áreas profesionales: fotografía, programación, diseño, arquitectura…

    Si tienes un ejemplo puntual en tu área de expertise que desees compartir y que creas agregue valor a la lista, compártemelo en Twitter.

    Estrategias para prevenirlo

    Las estrategias para prevenir caer en el Problema XY son bastante sencillas, pero necesitamos tenerlas siempre presentes:

    Asegúrate de que has asimilado correctamente la problemática antes de pedir ayuda.

    Por más expertos que seamos en nuestra profesión, siempre es un ejercicio bastante productivo dar dos pasos hacia atrás y cuestionarnos a nosotros mismos si es que realmente entendemos la premisa de la problemática. Si la respuesta es no, entonces podemos parar aquí mismo y buscar un replanteamiento de la misma.

    Comparte hasta el más mínimo detalle.

    Es común intentar ofuscar información de lo que realmente estamos queriendo hacer en nuestra pregunta, compartiendo solamente lo que nosotros creemos es absolutamente necesario para que se entienda la intención de lo que queremos lograr. Esto se debe evitar a toda costa.

    Existe un dicho que es bastante relevante en esta situación: “el diablo está en los detalles.” Para contrarrestar esto, asegúrate que tu pregunta contiene la información necesaria para que los siguientes puntos estén clarificados:

    1. Cómo te encontraste con el problema.
    2. Cuál es el resultado que esperas al resolver el problema.
    3. Por qué es importante que se resuelva este problema.

    Si al hacer tu pregunta (aun cuando estés preguntando por Y en vez de por X) te aseguras que estás compartiendo información que clarifique los 3 puntos anteriores, tus probabilidades de cumplir tu cometido se elevarán considerablemente.

    Si ya intentaste otras posibles soluciones, también compártelas

    En este caso el contexto es importante, y estarás apoyando a que las personas que te podrían prestar ayuda 1) no pierdan tiempo investigando otras posibles soluciones que 2) tú de alguna manera ya validaste que no son viables.

    La idea general es hacer el proceso de feedback más eficiente, y con menos disgustos y pérdida de tiempo y esfuerzo.

    Conclusiones y recursos

    Evitar caer en este tipo de problemas requiere cierto autoconocimiento y conciencia de nuestras acciones. Es muy fácil quedarse simplemente con la textura de la problemática, sin tomarnos el tiempo de pensar realmente si lo que estamos haciendo tiene sentido, o incluso si vamos en la dirección correcta.

    Como un recurso de apoyo para todos, creé ProblemaXY.com, que es básicamente una ficha técnica de ayuda puntual para explicar este tema de una manera más sucinta. Siéntete libre de mandarle ese enlace a las personas con las que trabajas para que lo tengan presente.

  • Escribe mensajes eficientes y efectivos

    Trabajamos de manera remota. Y es importante reconocer que no estaremos siempre disponibles para resolver situaciones de manera conversacional. Por eso debemos de asegurarnos que cualquier mensaje que enviemos es eficiente y efectivo.

    Los 3 componentes de un mensaje eficiente y efectivo que promueve mejor comunicación en equipos remotos:

    1. Reconocimiento del mensaje anterior: Si alguien hace una pregunta o expone un problema, reconocer que entendemos la pregunta o el contexto en el cual se da el problema. Podemos responder punto por punto para dar más contexto, o simplemente referenciar el tema desde nuestra perspectiva para aclarar que tenemos el mismo entendido de qué es lo que estamos discutiendo.
    2. Mi aportación: Aquí es donde puedes explayarte, compartir los resultados de tu investigación del problema, o verter lo que sabes por experiencia. Compartes recursos, enlaces, documentación, o explicas el problema en otros términos. Esta es la parte importante de tu mensaje, y donde deberías de ponerle más atención.
    3. Siguientes pasos: Idealmente, cualquier mensaje dentro del thread da pie a que alguien más contribuya o que el que esté leyendo el thread sepa en qué se quedó la discusión. Esto puede ser desde hacer otra pregunta concreta, o simplemente decir “voy a crear un PR para resolver esto”, pero siempre debe de haber algo que dé pie a saber qué es lo que sigue.

    Es frustrante cuando los comentarios en un hilo de conversación solamente incluyen el mínimo contenido posible para habilitar el botón de “Enviar”, pero que realmente no aportan nada a la conversación.

    Un buen comentario dentro de un hilo idealmente debería de aportar más claridad que incertidumbre al tema que se está discutiendo.

    Creo que un buen ejercicio para nosotros como organización sería comenzar a procurar que nuestros comentarios sean más claros y concisos. Al final estoy seguro de que nos va a ayudar a ser más efectivos con nuestro trabajo.

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