Me gustó este artículo que explora por qué las voces más populares (las más fuertes) dan los peores consejos. 3 factores:
Primero: Captación de audiencia. Alguien puede difundir deliberadamente información errónea o sensacionalista para apaciguar a su audiencia y obtener más ingresos publicitarios.
Segundo: Desajuste de habilidades. Es posible que las habilidades necesarias para el crecimiento de una gran marca sean ortogonales a la precisión o utilidad de dicha información.
Tercero: Efecto de arrastre. Los comentarios sensacionalistas tienen más probabilidades de viralizarse y generar mayor cobertura y apoyo. En el “mercado de las ideas”, las malas ideas o creencias tienden a prevalecer.
Luego el autor da algunos ejemplos políticos y económicos. Pero el cierre del artículo es lo que no te puedes perder:
Por eso hay que ser siempre escéptico ante las narrativas populares. En el caso de las malas políticas, las élites políticas no son tan inteligentes ni objetivas como se suele suponer. Actúan con información incompleta y están afectadas por sesgos, como todos los demás. En cuanto a las redes sociales, más seguidores tampoco implican mejores consejos. La evidencia anterior, en todo caso, sugiere una relación inversa.
Correlación no es causalidad.
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