Era mi primera ocasión trabajando para una empresa europea — de Austria.
Estaba un bar del hotel en Barcelona con el dueño de la empresa (por cierto, la había construido desde cero él mismo) revisando algunas de mis contribuciones pasadas. Cuando las vio, se quedó callado, y dijo, “así no se hace esto, esto no fue lo que te pedí, ¿por qué lo hiciste así?”.
Me shockeó tanto su comentario, que hasta ganas de llorar me dieron, no te miento. Nunca nadie me había dicho las cosas de manera tan directa. Tan seca. Tan eficiente.
Recuerdo que como pude le respondí y después de un par de minutos me dijo cómo quería que lo hiciera. Tomé sus notas, y con las manos sudando me puse a corregirlo.
Mi manager era de Eslovenia, manejando a un mexicano, reportándole a un vienés. Aparte, en mi equipo había gente de España, India, Reino Unido, y Canadá. Unos días después, le comenté lo que había pasado y me hizo ver algo que hoy tengo muy presente: diferentes culturas se comportan diferente.
Me explicó que no debía de tomarme el modo a pecho, pues cada cultura tiene una forma particular de comunicarse. Y dar feedback es parte de la comunicación.
Me quedé con esa idea, pero recientemente me encontré con este libro: The Culture Map.
En él, la autora describe cómo diferentes culturas trabajan entre ellas, y las categoriza en 8 pilares diferentes.
Aquí está el perfil de la cultura mexicana:
Aquí está la de México con Austria:
Y aquí está la de México con Estados Unidos:
Lo que me llamó mucho la atención es como dos países tan cercanos pueden tener culturas de trabajo tan diferentes.
Si has tenido la oportunidad de trabajar con otras nacionalidades, tal vez verlo a través este lente te pueda ayudar a entender muchas cosas que te pasaron (o te están pasando).
Te recomiendo mucho leer el libro. También, en Pathways, hace unos meses di una presentación sobre este libro y expliqué las diferencias principales de culturas en el trabajo:
¡Hasta mañana!
— Oscar Swanros.
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