Hace un par de semanas, eliminé todo mi contenido de Twitter. Y aunque mi perfil dice que me moví a Mastodon, la realidad es que no se va a volver realmente un reemplazo para mi identidad en internet.
Ese rol lo jugará este blog.
Facebook dejé de usar por ahí de 2017. Instagram lo cerré el año pasado para cuidar mi salud mental. Y por fin, la semana pasada, Twitter se sumó a la lista de redes sociales de las que me he retirado.
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