Todo mundo habla de cómo crear hábitos te puede salvar. Tal vez lo primero que se te viene a la mente son hábitos alimenticios, o de ejercicio. Probablemente de asqeo o de cuidado personal. Pero la verdad es que crear hábitos no necesariamente tiene que ser cuestión de vida o muerte. A veces simplemente se trata de hacernos la vida más fácil.
Hace unas semanas compré una nueva MacBook Air con chip M1, y hoy me di a la tarea de por fin migrar todo lo que necesito para trabajar de mi máquina vieja a esta nueva. Entre las cosas que tenía que mover estaba mi llave SSH((Una llave SSH es, para fines prácticos, una contraseña con la cual se pueden autenticar dos computadoras a través del protocolo de comunicación SSH. Aprende más al respecto aquí.)) con la que me autentico con varios servicios, servidores, y demás. Esta llave SSH en particular la he usado por varios años, y ha sobrevivido a más de un par de transiciones de máquina a máquina.
Pero hoy fue diferente. Hoy casi pierdo este pedazo de información, sin el cual me quedaría virtualmente sin acceso a un número importante de aplicaciones y sistemas de los cuales dependo día con día.
El problema
Una de las herramientas que instalo apenas tengo acceso a un nuevo sistema es TripMode. TripMode es una aplicación que me permite limitar el acceso a internet de otras aplicaciones que corren en el sistema. Bastante útil para conectarse en redes públicas o de baja capacidad, donde no saturar la red es vital para poder tener una conexión decente.
Al estar sacando todo de mi máquina vieja, fui y copié la llave SSH y creé una nueva nota segura en 1Password{{{1Password es mi administrador de contraseñas preferido. Yo no conozco ninguna de mis contraseñas, todas son generadas automáticamente por 1Password.}}} con ella. Nada podría salir mal.
Teniendo la seguridad de que había seguido mi protocolo de migración de dispositivos, borré todo el contenido del disco duro de mi computadora vieja.
Unas horas después, ya en la computadora nueva, necesitaba tener acceso a mi servidor que requiere autenticación con mi llave SSH. Así que voy a 1Password, y busco la llave, pero no la encuentro. Comencé a entrar en pánico, hasta que encontré la razón por la que, por primera vez en mi vida, un elemento no se había sincronizado correctamente entre mis dispositivos.
En mi computadora vieja, mi manejado de contraseñas no tenía acceso a la red. TripMode estaba activado. Entonces nunca sincronizó la clave con mis otros dispositivos.
Cómo mis buenos hábitos me salvaron
Después de un buen rato de lamentarme, pensar cómo podría rescatar aquella contraseña, e incluso considerar en poner en marcha mi plan de contingencia, tuve una idea.
Recordé que alguna vez, en mi administrador de portapapeles{{{Un administrador de portapapeles es una aplicación que se encarga de guardar un historial de todo lo que copias en tu computadora. Así tienes acceso no solamente a lo último que copiaste, sino a los últimos 60 días de contenido. Yo uso AlfredApp.}}}, había una casilla que se podría seleccionar para evitar incluir en el historial el portapapeles universal (una funcionalidad que me permite copiar texto en un dispositivo, y pegarlo en otro). Afortunadamente nunca activé esa casilla.
Al recordar esto, abrí mi historial de portapapeles, tecleé la frase clave, y encontré lo que buscaba.
Estaba salvado.
Crear hábitos se vuelve un hábito
Después de cierto tiempo y experiencia, crear hábitos se vuelve, en sí, un hábito. Tanto así que se comienzan a buscar estos hints de cosas que se pueden pasar a segundo plano (hábitos) para cada una de las tareas con las que nos topamos.
Crear hábitos te puede llegar a salvar incluso cuando se trata de preservar información, conocimiento, o en mi caso, acceso a herramientas y recursos que necesito para trabajar.
En esta historia, 3 hábitos estuvieron en juego:
- Habilitar TripMode cada vez que uso mi computadora en una red con poco ancho de banda. La semana pasada no había estado en mi casa, y la red que tuve disponible no era tan estable como me hubiese gustado.
- Usar un administrador de contraseñas en mis dispositivos.
- Usar un administrador de portapapeles.
En este caso en particular, 2 de mis hábitos se vieron envueltos en una desafortunada combinación que casi me hacen perder un pedazo de información bastante importante para mí. Afortunadamente, un tercer hábito llegó al rescate y me permitió continuar con mi cometido.
Esa es la lección. No siempre se trata de vida o muerte. A veces, solamente se trata de evitarte dolores de cabeza.
Crear hábitos te puede salvar. A veces incluso de ti misma.